Gastronomía
Yogur griego, el primo sexy y recio de los yogures de toda la vida
Hoy, una salsa de mostaza para el brócoli, un queso artesanal genial para untar y unos huevos turcos especiados... todo con este delicioso yogur que es más sano de lo que nos pensamos

Publicado el 21/02/2023 a las 06:00
En mi casa hay un chiste que se repite mucho:
-“Buffff estoy lleno.. me duele mucho la tripa”
- “Pues métete los dedos, vomitas y te quedas mejor”
- “Si me cupiesen los dedos me hubiera comido un plátano”.
Es asqueroso lo sé, pero también es mi vida. Por eso uno de mis propósitos de año nuevo siempre es: “No comer hasta reventar”. Sí, el hecho de que se repita todos los años dice mucho del éxito conseguido. Estamos en febrero y seguimos a vueltas con las buenas intenciones en un eterno y agotador día de la marmota que dura 365 días. Pero nunca es tarde para empezar y aunque los carnavales no sean el momento más apetecible para comer sanísimo sí lo serán los días siguientes cuando haya que limpiar el cuerpo de tanta fiesta pagana. Y aquí, queridos, aunque nunca lo hubiéramos dicho, el yogur griego puede ser un aliado. Y es que tiene el pobre fama de engordar una barbaridad y estoy leyendo yo estos días que de eso nada, monada. El griego es, en realidad, un yogur colado para retirar todo el suero de leche. Por eso es más cremoso. Si es verdad que a veces rellenan ese hueco con nata y claro... grasaza, mon amour. El yogur griego natural tiene más cantidad de grasa (por lo que sacia más) pero también de proteínas (el doble que los normales), y vitaminas y minerales a gogó. Y tiene, además, menos carbohidratos y azúcares, que eso siempre viene bien. Así que hoy tres recetas con yogur griego, a ver si así le perdemos el miedo a esa delicia. Una salsa de mostaza para el brócoli, un queso perfecto como aperitivo y unos huevos turcos con la yema perfecta para el unte y con bien de especias maravillosas. Y a disfrutar de este lácteo rico y polifacético que comer un yogur con culpabilidad es el colmo.
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