Escapadas
Qué ver en Navarra si estás de paso por San Fermín
5 excursiones sencillas para disfrutar de los pueblos y paisajes de Navarra y descansar de las fiestas

- Sara Sánchez
- DN Contenidos
Acercarse a Pamplona por San Fermín puede ser la excusa perfecta para descubrir los muchos tesoros que guarda Navarra. Desde Pamplona, en menos de una hora, se pueden organizar excursiones a algunos de los principales hitos turísticos de la comunidad foral.
Te proponemos cinco de estas posibilidades, combinando tanto espacios naturales como pueblos con encanto. Un recorrido variopinto para descubrir las diferentes personalidades de esta tierra.
- Un paseo relajante por el bosque. El norte de Navarra viste un carácter agreste y montañés, con bellas cimas y, sobre todo, bosques muy bien conservados. De hecho, en el límite de los valles de Aezkoa y Salazar puedes descubrir el segundo hayedo-abetal más grande de Europa. Se trata de la Selva de Irati, un espacio natural único, recorrido por multitud de senderos que nos permiten oxigenarnos y recuperar el equilibrio interior tras los excesos de la fiesta. Nuestras recomendaciones en este espacio: descubrir la curiosa Cascada del Cubo, recorrer el sendero que da la vuelta al Embalse de Irabia y visitar los restos de la antigua Fábrica de Armas de Orbaizeta.
- Peregrino por un día. Aunque te hayas acercado a Pamplona para ver sus famosas fiestas, merece la pena que dediques un día a descubrir un enclave indispensable de la ruta jacobea: Roncesvalles. Aunque Luzaide-Valcarlos es, geográficamente, el punto de entrada del Camino de Santiago en España, Roncesvalles es por su transcendencia histórica, la puerta de entrada oficial. Allí, es imprescindible visitar la colegiata, el Museo y la la tumba del rey gigante –Sancho el Fuerte- con su vidriera de la batalla de la Navas de Tolosa y las cadenas y mazas que forman parte de la leyenda del viejo reino. Puedes incluso animarte a recorrer los primeros metros de este secular camino y sentirte un peregrino más.
- Lesaka, los otros sanfermines. Esta localidad de la comarca de Cinco Villas también celebra sus fiestas grandes en honor a San Fermín. Eso sí, en esta preciosa villa se cierran los festejos el día 10. Así que a partir de ese día puedes vivir la resaca festiva de los sanfermines con los lesakarras, y pasear por uno de los cascos históricos más sorprendentes y bellos de toda Navarra. Conocida como la pequeña Venecia, sus recios caseríos, de aire señorial y cuidadas fachadas, están rodeadas de pequeños canales por los que corre el agua del río Onin. No te pierdas la iglesia de San Martín de Tours, la Torre Zabaleta y el crucero o el homenaje a Aita Donostia en el cercano monte Agiña, obra de Jorge Oteiza.
- Un relajante baño en el ‘mar’. Aunque Navarra sea una región de interior, también tiene sus espacios para disfrutar del baño e, incluso, de actividades acuáticas. El pantano de Alloz, en el corazón de Tierras de Iranzu, es el lugar perfecto para ello. Si te acercas hasta la bahía de Lerate encontrarás un lugar perfectamente preparado para disfrutar del agua. Zonas de playa, servicios de todo tipo y, además, las instalaciones de la Escuela Navarra de Vela. Entre las diferentes posibilidades de ocio están los paseos en barcas de pedales o en piragua y los bautismos en actividades como la vela, el windsurf o el padelsurf.
- Viaje al medievo. Y por último, un imprescindible del turismo en Navarra: el castillo palacio de Olite. Se trata de una de las fortalezas medievales más lujosas de Europa, Monumento Nacional desde 1925 y antigua corte de los Reyes de Navarra. Además del castillo, de aire afrancesado, también merece la pena perderse por sus calles empedradas para disfrutar de sus caserones y su ambiente antiguo. Hay dos momentos especialmente bonitos para descubrir Olite en verano: sus fiestas medievales y el Festival de Teatro Clásico. Eso sí, si quieres disfrutarlas tendrás que alargar tus vacaciones, ya que se celebran entre finales de julio y comienzos del mes de agosto.