Automoción
La dirección de Volkswagen Navarra confirma al comité que "a día de hoy" no hay dinero para la fábrica de baterías
La empresa dice que es un proyecto "viable y rentable" pero que la decisión "se escapa de sus competencias"

Actualizado el 04/04/2023 a las 07:34
La dirección de Volkswagen Navarra está “comprometida” con el proyecto para instalar una fábrica de ensamblaje de baterías en el recinto de la empresa, pero “no cuenta a día de hoy con la financiación para llevarla a cabo”. Y aunque el planteamiento que se había trasladado a Alemania para ubicar estas instalaciones dentro de la planta y con personal propio es “viable y rentable”, se trataba de una cuestión que “se escapa de sus competencias”. Así se lo trasladó este lunes al comité en la reunión que ambas partes habían acordado para analizar la situación de unas inversiones que rondarían los 300 millones de euros y 500 nuevos empleos. El encuentro había sido solicitado por los sindicatos tras filtrarse la semana pasada que el Gobierno de Navarra estaba colaborando en la búsqueda de unos terrenos cerca de Pamplona, posiblemente la Ciudad del Transporte, para la ubicación de un proveedor externo de paquetes de baterías.
La noticia puso en pie de guerra al comité, ya que la fábrica de paquetes de baterías es la tabla de salvación para unos 600 trabajadores a partir de 2027. Así lo afirmaron los responsables de todas las secciones sindicales durante la rueda de prensa que convocaron de urgencia para denunciar una decisión que consideraban muy lesiva para los intereses de la plantilla. El grupo Volkswagen prevé asignar a la planta de Landaben una producción de 300.000 coches al año desde 2027, carga de trabajo suficiente para mantener los puestos fijos, pero no así para los eventuales. Este peligro quedaría conjurado con la fábrica de paquetes de baterías, por lo que una externalización de estos trabajos a un proveedor, lo que permitiría al grupo automovilístico ahorrarse la inversión, dinamitaría las esperanzas para estos trabajadores.
Con el objetivo de revertir esta decisión, el comité de Volkswagen Navarra quiere hacerse fuerte en los acuerdos del segundo modelo firmados en 2016. La plantilla cedió entonces en varios aspectos clave para la empresa precisamente con la finalidad de blindar producciones anuales de 350.000 coches. Para ello se abarató la categoría de entrada, se prolongó cinco días la jornada anual y se incrementó la flexibilidad, medidas que la plantilla tuvo que digerir en aras de un beneficio futuro. Los sindicatos se quejan de que ahora el grupo quiere ignorar este acuerdo con la nueva estrategia del grupo para sus fábricas de la península ibérica, que incluye a Landaben, Martorell y Palmela.
El resquemor en el comité de Volkswagen Navarra es que esta estrategia está liderada por Seat, que ha tomado una serie de decisiones que, según el criterio de los sindicatos de la planta navarra, benefician los intereses de Martorell. Sucede con el arranque de la fabricación del coche eléctrico, un año antes que en Volkswagen Navarra, lo que reduce a seis meses el problema de falta de carga de trabajo provocado por el recorte de producciones por la normativa anticontaminación Euro 7. En el caso de Landaben, esta normativa dejará sin nada que hacer a la mitad de la plantilla durante año y medio. Otro de los agravios comparativos con Martorell reside precisamente en que el grupo Volkswagen sí que hará allí la inversión para levantar una fábrica de paquetes de baterías con personal de Seat.
Los sindicatos ya están trabajando para intentar que se dé marcha atrás a la externalización de la fábrica de baterías. Esperan noticias para una reunión de urgencia, tramitada a través de la presidenta del comité mundial, Daniela Cavallo, con el máximo responsable del grupo Volkswagen, Oliver Blume; el director general de la marca Volkswagen, Thomas Schäfer; y el director general de Volkswagen Components, Thomas Schmall.