Medioambiente
6 humedales en Navarra para disfrutar de la naturaleza
Con motivo Día Mundial de los Humedales de 2023, este 2 de febrero, repasamos los que hallamos en Navarra, algunos tan famosos con la Laguna de Pitillas y otros tan desconocidos como la Laguna del Juncal

- Diario de Navarra
Con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales de 2023, este 2 de febrero, Ecologistas en Acción y varias ONG ambientales han alertado de la situación de “grave peligro” en la que se encuentran estos ecosistemas naturales, tan importantes para mantener la biodiversidad. Navarra tiene seis humedales, algunos de ellos, incluso, declarados Reserva Natural. Así que si todavía no tiene planeado este fin de semana y eres un amante de la naturaleza, aquí te dejamos algunas ideas patra disfrutar de un entorno idílico.
1. La Laguna de Pitillas

Seguramente el primero que se nos viene a la cabeza. Declarada Reserva Natural en 1987, Zona de Especial Protección para las Aves en 1991 y Humedal de Importancia Internacional en 1996, tal y como adelanta su nombre, se sitúa a tan solo tres kilómetro de la localidad de Pitillas.
Es el humedal de tipo estepario y de origen endorreico (que no tiene salida fluvial al mar) más extenso de Navarra y uno de los más importantes, a su vez, del Valle del Ebro. 216 hectáreas repletas de aves entre las que destacan dos, el avetoro y el bigotudo. Contemplarlas, eso sí, no es tarea fácil.
2. La Estanca de los Dos Reinos

Con tan solo 30 hectáreas, 20 de ellas correspondientes a una balsa, la Estanca de los Dos Reinos se sitúa en Carcastillo, en el límite con Aragón y cerca de las Bardenas Reales. En apenas 1,60 metros de profundidad viven y disfrutan ejemplares de avetoro y de avetorillo común, además de la garza imperial y real. Eso sí, las aves acuáticas no son las únicas especies del humedal. Entre los anfibios destacan el tritón jaspeado, el sapo de espuelas y el sapo corredor.
3. Badina Escudera

El espacio natural de la Badina Escudera está formado por cuatro charcas que ocupan algo más de 53 hectáreas en Villafranca, entre la margen izquierda del río Aragón y las Bardenas Reales. Hogar del galápago europeo, patos y cigüeñuelas, desde 1998 el humedal se encuentra rodeado, casi en su totalidad, de campos de regadío -principalmente de maiz-, y el excedente de agua de esos riegos recarga el acuífero que alimenta el humedal.
4. Embalse de las Cañas

Las 178 hectáreas de la Zona de Especial Conservación del embalse de las Cañas, muy cerca del municipio de Viana, nació como una balsa de riego en el SXVI y se ha transformado en una importante reserva natural. Fue incluida en la lista de humedales de importancia internacional en 1996.
Respecto a la fauna del lugar, destaca porque es escogida por miles de aves para hacer escala en sus largos viajes migratorios. Está habitada por la garza real y la garza imperial. Además, el avetoro, una especie de garza amenazada en Navarra y en la Península Ibérica, también pasa algunos inviernos en la laguna o lo usa de escala durante la migración.
5.La Balsa del Pulguer

Entre Tudela y Cascante, esta reserva Natural sirve de refugio particular para miles de aves acuáticas y esteparias, que usan sus juncos y tamarices para esconderse. Desde 2008 está declarada zona apta para el baño y la práctica de actividades acuáticas, lo que le ha valido el calificativo de “playa de la Ribera”. Y eso que su origen es artificial, ya que fue construido en 1627 como una balsa destinada al riego sobre una pequeña laguna.
6. Laguna del Juncal

Se trata, quizá, del humedal más desconocido de la Comunidad foral. Situado en Tafalla, estas 60 hectáreas hacen las delicias de distintos ejemplares de aves acuáticas, sobre todo garzas, que constituyen el principal valor del humedal. Especies que, según informan en la web del Gobierno de Navarra, "la vida y el bullicio que generan no dejan indiferente a sus visitantes".
Declarado Zona de Especial Conservación, este humedal natural se alimenta de la lluvia y de las aguas y aportes subterráneos de la fuente del Resano, un pequeño manantial que procede de la terraza suspendida que corona el Monte Plano.