COCINERA
Angelita Alfaro: “A mí me gusta la comida que se pega al riñón, la de toda la vida”
La cocinera Angelita Alfaro presentó este jeuves su nuevo libro de cocina: ‘Pintxos, tapas y cazuelitas’. Setecientas recetas, recopilatorias de toda una vida. “A mis 77 años todavía me queda mucho por escribir, ¿eh?”, advierte

Actualizado el 06/10/2018 a las 18:47
El día antes de la presentación de su libro hizo cuarenta canelones y terminó unas alpargatas para el hijo que acaban de tener la presentadora Eva González y el torero Cayetano Rivera. “Eva me encanta y Carmina siempre me ha dado mucha pena por la mala suerte que ha tenido con los hombres así que yo a su nietico le he hecho unas alpargatas primorosas en azul marino”. Así transcurre toda la entrevista, entre chascarrillos, carcajadas y esa forma tan alegre y divertida que tiene Angelita Alfaro (Cervera del Río Alhama, La Rioja, 1941) de enfrentarse a la vida. “A cocinera te podrán ganar, pero haciendo alpargatas no hay quien te iguale”, le solía decir su madre. Sin embargo, este jueves Angelita presentó en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés su libro número veintidós de cocina. Su editor David Figueras, del Grupo Planeta, vino de Barcelona para presentar el libro y comió en su casa. “No le he visto nunca pero hemos hablado tanto por teléfono que es como si le conociera de toda la vida y le he invitado a comer a casa, claro”. Angelita en estado puro. “No sé que tengo que en cuanto me dan un hueco de cariño ya me desmadro, me vuelco, alma, corazón y vida”.
¿Qué le ha puesto para comer a su invitado, Angelita?
Alcachoficas de las pequeñas, con jamón, sin más, no necesitan más tonterías. Luego canelones vegetales con todas las verduras que puedes pillar y que son una delicia gorda. Todas las verduras cortadas en juliana finita. Han quedado guapos, guapos. Con una bechamel ligera, ligera, pero con mantequilla, ¿eh? que si no no es bechamel. Y para que se vaya colmado de nuestra tierra, un corderico al chilindrón y una goxua.
¿Están estas recetas en el libro?
No, pero algo parecido habrá seguro porque al final ¿los pinchos que son? Cocina en miniatura.
¿Y por qué pinchos esta vez?
Me gustan mucho los pinchos porque unen a la gente. Esas rondas de amiguetes, esas rondas de amigas que se largan de casa un rato y se toman un pincho, su cervecita... Me di cuenta de que en mis cuadernos tenía como doscientos así que se lo propuse a Planeta, animada por Josema Azpeitia que es un crítico gastronómico en Donosti, y cuando me contestaron que sí me puse a bailar y a dar saltitos por la cocina de la ilusión.
Pero para llegar hasta 700...
Estuve todos los sanfermines delante del ordenador para terminarlo. Es que hay que darle mucho al cerebro, ¿eh? Estoy siempre escribiendo y guardando. Y cuando me dijeron que sí me puse a cocinarlos todos otra vez para comprobar que las cantidades eran correctas porque algunos hacía mucho tiempo que no los hacía.
¿Cuál es el secreto del éxito de sus libros?
Siempre me dicen: “Angelita, haces la comida muy fácil, nunca hay que comprar nada, de todos los libros tuyos que tengo siempre puedo hacer las recetas con lo que tengo en el frigo”. Y eso es muy importante. En mis libros no encontrarás ningún ingrediente raro. Bueno, alguna tontería ya he puesto porque hay que explayarse también, ¿no? Pero que no, que a mi me gusta la comida que se pega al riñón. Me gusta la cocina sana y natural como la vida misma y todo el mundo se queda contento con una cocina rica y sana. No hace falta hacer rimbombancias raras.
Forges ilustró tres de sus libros
Me dio muchísima pena su muerte, le conocí muchísimo. Le hice unas alpargatas del Athletic de Bilbao que era el más forofo del mundo mundial. La última vez que le vi, que había venido a dar una charla al Condestable, le llevé un tarro con almendras fritas. Era muy majo, muy campechano. Porque no tengo su dirección que si no le escribía a Pilar, su mujer, que a mí me gusta mucho escribir cosas con el corazón.
Así consigue que le escriban esos prólogos tan bonitos gente tan importante: el chef Andoni Luis Adúriz, el presidente de la Academia de Gastronomía Rafael Ansón...
Sí, sí, es gente muy grande siempre la que me escribe los prólogos y epílogos. La flor y nata. Con Adúriz hace muchos años que trato, nos hicieron juntos cofrades de la alubia de Tolosa hace por lo menos 15 años. Es una persona buenísima y siempre me dice: “todo lo que quieras, amiga mía”. Y Ansón me conoce muchísimo, me ha presentado muchos libros en Madrid.
Quién se lo iba a decir, ¿eh?
Yo nunca pensé cuando llegué de mi pueblo con 17 años, tan mona, tan delgadica que era yo, todo lo que lloré por separarme de mi madre, de mi familia y sin saber cuál sería mi trayectoria, que sesenta años después la editorial Planeta me pondría un broche de oro a toda una vida presentando este libro número 22 . Un día 22, además.
¿Broche? Pero si no va a ser el último seguro, Angelita...
Ah, no, no. Yo hasta que me muera voy a estar escribiendo. El día que la Angelita no salga más por ninguna parte, que la gente no la vea cocinar, hay que encargar ya la caja de pino. Es que es algo que me llena, cada vez que soy más mayor, más. Me aumenta las ganas de vivir. Me encanta.
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