Empleo
La precariedad diluye el futuro juvenil
Cuatro ponentes desgranaron ayer en una mesa redonda celebrada en Javier los motivos por los que la juventud ve dificultado su acceso al mercado laboral. La precariedad y la temporalidad son dos de las razones esgrimidas

- Javier Estévez
Tener trabajo ya no garantiza gozar de una situación económica desahogada. “Una de cada cuatro personas trabajadoras en España se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, y la cifra asciende a una de cada tres en el caso de las personas no trabajadoras”, alertó ayer Andrea Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España, en Terraza Europa, una mesa redonda sobre precariedad laboral celebrada en Javier, enmarcada en la quinta edición de los Cursos Europeos de Verano y organizada por Diario de Navarra y Equipo Europa. Henry compartió espacio con Carlos Amatriain, director general de Juventud del Gobierno de Navarra; Helena Ripollés, expresidenta de Equipo Europa; y Eva Poptcheva, eurodiputada de Renew Europe, grupo político del Parlamento Europeo que cuenta con la participación del Partido Nacionalista Vasco y Ciudadanos. El evento, moderado por el youtuber Karim Hallal, contó con el patrocinio de las oficinas del Parlamento Europeo en España y el Instituto Navarro de la Juventud.
Precariedad laboral, temporalidad y sobrecualificación son los tres conceptos que alejan a las nuevas generaciones de una situación estable en el mercado laboral, argumentó Henry. “Los jóvenes son el colectivo cuyo salario medio neto se acerca más al SMI, por lo que cualquier cambio en el ingreso mínimo tiene mayor impacto sobre ellos”, explicó. Según la presidenta del Consejo de la Juventud, las personas jóvenes emancipadas dedican un 85 % de su salario al alquiler y entre un 5 y un 10 % a los suministros. Henry añadió que el 40 % de los jóvenes con contrato temporal no desearía tener ese tipo de compromiso, y la sobrecualificación alcanza ya al 43 % de ellos, según datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. “Tienen unas expectativas que el mercado de trabajo no puede absorber. Este desnivel se debe a la pérdida de valor de los cursos de Formación Profesional”, sentenció.
Poptcheva prefirió retirar del debate el concepto ‘sobrecualificación’ y apostar por ‘desajuste’. “Los problemas estructurales requieren soluciones estructurales. Es necesario dinamizar un mercado laboral en el que los jóvenes tienen dificultades de acceso”, subrayó. La eurodiputada señaló que la Unión Europea no tiene competencias para intervenir en las políticas económicas, sociales y de empleo de los 27 estados miembros, pero marcó el camino a seguir: en materia de formación, indicó que “no es necesario tener tantas universidades, sino tenerlas de muy buena calidad”, y con respecto al acceso al mercado laboral, lamentó las dificultades con las que se encuentran los jóvenes y propuso aumentar la productividad porque “los salarios no van a crecer por sí mismos”.
Amatriain enumeró algunas medidas que el Ejecutivo navarro está adoptando para potenciar el empleo de calidad: “Queremos reforzar el sistema de becas, impulsar las primeras experiencias laborales y los contratos de más de 30 horas y rejuvenecer plantillas”. El director general justificó que la comunidad foral sea el quinto territorio de España con mayor tasa de paro juvenil asegurando que “la juventud navarra goza de una formación muy extensa”, lo que provoca una demora en la edad de incorporación al mercado laboral. Amatriain encontró ventajas a este retraso: “Una mejor formación se traduce en una mejor adaptabilidad a los perfiles que demanda el mercado” . El director general apuntó a la medicina, la automoción y las energías renovables como los sectores emergentes que pueden ayudar a aliviar el paro juvenil.
Helena Ripollés enfatizó en las dificultades que enfrentan las mujeres para encontrar empleo digno: “Si algo tiene la precariedad, es rostro de mujer”. La expresidenta de Equipo Europa señaló que el sector terciario, “en el que las mujeres desempeñan esencialmente sus carreras profesionales”, acumula los empleos con mayores tasas de paro, precariedad y temporalidad. También remarcó la necesidad de aplicar políticas de género para reducir el paro femenino, y advirtió de que las tasas de desempleo están creciendo entre las mujeres de Polonia y Hungría por no adoptar medidas de este tipo.
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