Vivienda
Tres de cada cuatro viviendas con certificado energético suspende en eficiencia
Sólo el 9% de los pisos colectivos certificados cuenta con calificación C o superior y en los edificios existentes el nivel mayoritario es el E

Actualizado el 08/04/2023 a las 12:01
Entre los ciudadanos empieza a calar la idea de que eficiencia es sinónimo de ahorro. Y aunque la carrera será larga, el registro de certificados de eficiencia energética de Navarra ofrece información sobre la nota que obtienen edificios y viviendas en función de su envolvente térmica, instalaciones (calefacción, refrigeración, ventilación e iluminación...) condiciones de funcionamiento y ocupación que permite sacar algunas conclusiones. Dibuja una escala de eficiencia con ocho peldaños, de la A a la G, siendo la A la más eficiente. A cierre de 2022 había en dicho registro, que se gestiona desde la dirección general de Industria, Energía y Proyectos Estratégicos, un total de 68.480 certificados correspondientes a edificios de viviendas y el 76,5% de ellos con calificación E o inferior (F y G). Es decir, que tres de cada cuatro de las viviendas certificadas en la comunidad suspende en eficiencia. En el otro extremo, el 9% de las viviendas certificadas, con calificación C o superior. Datos que cuando menos ponen negro sobre blanco la dificultad de cumplir con el objetivo que se ha trazado el Gobierno de Navarra para que a partir del 1 de enero de 2030 todos los edificios de vivienda colectiva de Navarra tengan la calificación B o superior que coinciden en apuntar todos los expertos consultados.
Aunque el número de viviendas certificadas va en aumento, quedan cientos de miles de viviendas pendientes de certificar. Hay que tener en cuenta que aunque desde 2007 todos los edificios de nueva construcción deben incorporar la certificación, el grueso de las viviendas se encuentran en edificios construidos antes de esa fecha. Según los datos facilitados por Vivienda, a fecha de 4 de abril había en Navarra 358.928 viviendas de las que 241.377 son colectivas y 117.551 unifamiliares. Es decir, que si a cierre de 2022 eran 68.480 las viviendas certificadas, hasta un 70% todavía tendría ese trámite pendiente. En el registro de certificados no puede haber más de una certificación energético para cada edificio. Lo que sí puede haber es un certificado energético de todo el bloque de edificio y de algunas viviendas que componen dicho bloque. Además, el registro sólo permite registrar un portal por registro. Así, puede darse el caso de que el mismo certificado esté repetido para todos los portales que conformen el edificio.
Hoy por hoy, la mayoría de los edificios de viviendas existentes certificados tienen un nivel E (58%), seguido del D (15%) y del G, que es el nivel más bajo (11,5%). La tendencia se corrige en la nueva construcción, con una mayoría en niveles A o B.
Según explican desde la dirección general de Industria, Energía y Proyectos Estratégicos para este ejercicio se cuenta con una partida presupuestaria de 200.000€ para poner a disposición de la ciudadanía un mecanismo para poder obtener la certificación de sus edificios aunque todavía no se dispone de una fecha concreta de cuándo estarán disponibles.
Con el extensión de las certificaciones a nivel de comunidad, como explica Peio Mendia, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Navarra, se busca poder hacer un seguimiento de los edificios en materia de eficiencia energética para poder trabajar en transformación del parque inmobiliario. “Francia ya no permite alquilar casas que no tengan cierto nivel de certificado energético y aquí los propietarios también deben empezar a ser conscientes de lo que consumen sus viviendas”, concluye.
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