El Forofillo
Osasuna Abdé, Abdé
El marroquí voltea el marcador para devolver a los rojillos a la senda del triunfo

Actualizado el 08/04/2023 a las 17:23
"Abdé, Osasuna, Abdé, Abdéee. Abdé, Osasuna, Abdé, Abdéeeeeee. Abdé, Abdé, Abdé. Abdé, Abdé, Abdé. Abdé, Osasuna, ABdé Abdéeeee...". Es la nueva canción, la versión 3.0 del tradicional cántico que se ha adaptado a la realidad de un equipo que ha cerrado una semana de ensueño y difícilmente igualable, ya no hablamos de superarla. Aunque en vísperas de la final copera me suena que hay un Barcelona-Osasuna. ¿Os imagináis tumbar a los dos grandes?
Imaginación, y mucha, había que echarle para encontrar salida victoriosa al choque de los nuestros, aún de celebraciones, contra el colista y moribundo Elche. Y es que los ilicitanos hicieron lo que tenían que hacer, sabedores de que un puntito no les saca de pobres y hay que ir a muerte a por la victoria en todas y cada una de las jornadas que quedan. Y casi lo logran en Pamplona...
Pamplona entera se fue de borrachera. Y los efluvios de Baco, Beefeater y Cacique todavía parecían flotar en el aire de este Sábado Santo soleado y de escapada para el que pueda permitirse unas vacaciones. Y este hecho propicia que todos los años, por estas fechas, el feudo rojillo se quede con entrada pobre en encuentro de las fechas de Semana Santa. Qué mejor ocasión para visitar el estadio tras su reforma...
Ahí se apuntó un tanto el brother pequeño, Paul, que me cedió dos tarjetas para disfrutar del combate rojillo. Y almuerzo mediante, acompañado del chiquitín Alfy, allí que fuimos ambos dos a ver cómo era aquello. Y es que el menda no había pisado el nuevo estadio desde las obras, esas que desangraron las cuentas en 6 millones (y pico, y pala, y grava) y el día lo pintaba.
El subidón copero se notó en la grada. Si no a ver de qué nos juntamos casi 17.000 almas a ver un Osasuna-Elche. Bueno, se notó en la grada y en el estadio. Porque moverse por la zona de hostelería, a saber, donde se escanciaban las copas, era harto difícil. No imposible, pero un daltónico hubiese salido con la córnea corneada de tanta camiseta roja. Y claro, encima con calorcito, con lo que los hielos y los refresquitos entraban de lujo.
Como el respetable, que fue entrando en orden y concierto. Buena impresión de las instalaciones, con esa ganancia de altura respecto al vetusto Sadar, con amplitud, con las gradas ordenadas. Tecnología punta. Y poco más. No voy a repetir esos 23 millones de gasto, que si no luego alguno que otro me mira mal o, en el peor de los casos, ni mira ni saluda. Está la cosa para pedir entradas para Sevilla...
El caso es que el equipo saltó acarajado. Los cambios de Jagoba dejaron una primera parte en la que destacó Pablo Ibáñez y en la que el vecino Darko se pudo hacer mucho daño. Ojalá se quede sólo en el susto, pero me da que no... Bueno, también nos dejó la enésima muestra del respeto que se le tiene a Osasuna desde el estamento arbitral, con el pitolari en plan chuloperas anulando un penalti que había buscado Budimir quien, por cierto, está para echar a los perros. El colegiado, raza cruel, dio motivos para una nueva carta de Canal. Se nos va el presupuesto en sellos...
Ni penalti, ni Darko curado ni ocasiones claras. Sí hubo un desplazamiento largo a Tete, un recorte de Tete y un gol a placer de Tete que demostró que la necesidad, en esto del fútbol, puede llegar a ser virtud. Ojo, que nosotros no estamos en la Liga de las Estrellitas para tirar cohetes, pero de virtudes más bien pocas... 0-1 al descanso y Osasuna haciendo la de renacemoribundos, que se nos da de perlas.
Saltó Aimar Oroz en el segundo tiempo y el saco de nueces se agitó. Osasuna empezó a sumar ocasiones, tantas como veces Edgar Badía perdía tiempo en los saques de portería. Paradón del meta, cuero punteado por encima del larguero, Abde fundido en la banda en la que daba el sol, Manu Sánchez percutía y Barja hacía lo propio en el lado contrario. Pero nada, pasaban los minutos y no había manera de...
Manera de abrir ese balón a la derecha, para la carrera de Kike Barja que se mete hasta línea de fondo. Manera de retrasar ese cuero, rasito, para que se cuelen Oroz y Budimir entrando muy rápidos pero creando un espacio al que acudió Ez. Y Ez fue Bai, porque su empalme con la derecha dio en un rival y se coló adentro. Empate y bueno, igual rascamos...
La ansiedad es muy mala compañera de viaje y los ilicitanos llevan muchas jornadas con ella. Se vio. Bajaron los brazos, pese a los cambios, a la salida de Ez Ponce, a un tirar más de corazón que de cabeza. Y casi marca David García de cabeza tras un córner. Y casi peina en otro que se fue largo, que recogió Aimar, que levantó la cabeza el txori y vio a Ez, Abde, en la frontal. Pase raso, control, orientación y derechazo a la escuadra. Gestos así son los que confirman que el marroquí va para figura mundial, menos mal que lo podemos utilizar para la final.
"Abdé, Osasuna, Abdé, Abdéee. Abdé, Osasuna, Abdé, Abdéeeeeee. Abdé, Abdé, Abdé. Abdé, Abdé, Abdé. Abdé, Osasuna, Abdé Abdéeeee... Vayan aprendiéndose la canción. Yo sigo teniendo fe en que Ante, Budimir, nos va a dar una alegría en la final de la Copa pero, por si las moscas, dejo al marroquí en la recámara. Que es muy bueno, oigan.
¡Hasta la muerte, Forofillo hasta la muerte!