Arbitraje
Indignación en Osasuna
El club, que apoya el discurso de Arrasate, está muy molesto con la predisposición de Iglesias Villanueva para expulsar a jugadores rojillos

Publicado el 13/03/2023 a las 06:00
La indignación era total en Osasuna en el día después de Mestalla. Los rojillos caían en una de sus peores actuaciones de la temporada, sin tirar a puerta y con errores impropios de jugadores infalibles, pero la noche quedaba marcada por la disparatada actuación de Javier Iglesias Villanueva. En el club, nadie ponía ayer paños calientes a la derrota y a la mala imagen ofrecida, pero flotaba el enfado por lo sucedido con el colegiado coruñés. El debate no era que influyera en el resultado, porque no lo hizo. La predisposición a expulsar a jugadores rojillos era lo inexplicable.
A nivel interno, se apoyaba el discurso de Jagoba Arrasate cuando atendió a los micrófonos. No se trataba de ningún arrebato o calentón. “Osasuna esta semana ha sido ejemplar, no se ha quejado, ha mandado una solicitud para ayudarles y hemos visto hoy qué ha pasado. Es difícil seguir creyendo en esto. Estoy hablando de dos rojas que no son. Ver cosas que no han pasado es muy difícil y voy a eso”, clamó el técnico, pocas veces tan airado y aclarando que no se le malinterpretara para justificarse del mal partido. Las excusas no van con su estilo. Esas palabras también generaron el unánime respaldo del osasunismo, tan indignado. El mensaje saltó a la escena mediática nacional.
Su planteamiento había fallado y el nivel de los jugadores estuvo muy por debajo del esperado. En eso, no hay duda. Pero en Osasuna se ponía el acento en pensar si la actuación de Iglesias Villanueva llegaba determinada por los comunicados del club durante la semana. Lejos del ruido que muchas veces se genera para protestar, en ellos se pedía con corrección y respeto una explicación ante el error flagrante del VAR en El Sadar que anuló el gol, y una reflexión global del uso de la tecnología, que al año les cuesta a los clubes 5,5 millones.
El partido venía marcado por la otra vertiente, la de un Valencia que en el Camp Nou había reclamado un penalti que pudo darle el empate. Los titulares de la prensa deportiva de la ciudad del Turia habían sido tremendamente agresivos. “Robo, escándalo, estafa, atraco, ‘vargüenza’, mano Negreira”, se leía el lunes en una portada. El Comité Técnico de Árbitros designó un debutante para Mestalla. La noche le vino grande.
VIO SIETE VECES REPETIDA LA JUGADA DE HERRERA
La primera acción desconcertante se produjo en el minuto 20. El colegiado, como dijo Arrasate, vio algo que no había sucedido. Sergio Herrera salió de su área para despejar un balón que se había llevado Hugo Duro y barrió limpiamente con su pierna. Le enseñó la roja al interpretar que le había dado con la mano, parte del cuerpo que estaba alejada. El meta ni siquiera se enfadó. Sonrió y le trasladó: “Yo de aquí no me voy. Lo vas a ver en el VAR”. En efecto, no había dudas, aunque a Iglesias Villanueva le costara decidirse para dar marcha atrás. Vio en el monitor siete veces la repetición durante 35 segundos.

EL ACTO INSTANTÁNEO DE SACAR LA ROJA A AIMAR
Javier Iglesias Villanueva tenía el 'honor' de ser el primer árbitro en anular dos rojas previamente mostradas en un mismo partido desde que se usa el videoarbitraje en LaLiga, informaba Míster Chip.
La segunda llegaba en el tramo final cuando Aimar Oroz llegó algo tarde a la disputa ante Gayà. Sorprendía que el colegiado se sacara la tarjeta de inmediato. La sala VOR con Cuadra Fernández le volvía a llamar. 20 segundos empleó para revisar la jugada en seis ocasiones, aunque en una toma más bien lejana que volvía a poner en entredicho la precisión del VAR.
PEQUEÑAS DECISIONES QUE VAN DESGASTANDO
En el plano transversal, en Osasuna generaron malestar todas esas pequeñas decisiones y actitudes que iban desgastando. Hubo una escena reveladora. Fue tras visionar la jugada de Aimar, con el canterano a su lado. El árbitro llegó a amenazarle con sacarle una segunda amarilla, justo antes de que le hiciera el gesto de retirarle la roja. Era fácil leerle los labios.
En el baremo de las amonestaciones, desconcertó su criterio desde el momento en que castigó a David García en el minuto 3. “Después está el rasero en las tarjetas”, deslizaba Arrasate cuando exponía su malestar en Mestalla. Cinco amonestaciones vieron los rojillos por dos del bando rival.
EL PENALTI DE DARKO, LA REVISIÓN MÁS CORTA
El apartado de los penaltis quedó como es evidente más a interpretación de Iglesias Villanueva, aunque no dejó de ser curioso el tiempo que empleó en el VAR para decretar que Darko había derribado a Correia en el área. Era la tercera vez que le llamaban desde la sala VOR. Fue a la pantalla y esta vez en 13 segundos se dio la vuelta para señalar el punto de penalti. Eran 22 menos que con la roja de Herrera y 7 menos que con la de Aimar. El serbio llegó mal, tarde, pero el jugador del Valencia había iniciado previamente su caída.

TENSIÓN TRAS EL PARTIDO, NADA QUE LAMENTAR
Al banquillo se le veía enfadado. Sergi Pérez era expulsado en los minutos finales al decirle al cuarto árbitro “sois patéticos”. Los comentaristas de televisión señalaron que la roja había sido para el Chimy, ya cambiado, pero no. Era el preparador físico el que debía irse a la caseta. Será sancionado.
Acabado el encuentro, cuentan testigos presenciales que la actitud de Iglesias Villanueva era desafiante del túnel de vestuarios hacia adentro. No se produjo nada que lamentar. Braulio y Cata, director deportivo y secretario técnico, habían bajado del palco con la idea de frenar cualquier enfrentamiento o discusión que pudiera acarrear males mayores. Tampoco hubo mensajes ácidos en las redes sociales. Ni del club ni de los jugadores. Las formas cuentan.
El CTA no ha respondido a Osasuna por el momento
El lunes por la noche, Osasuna anunciaba que pediría una aclaración y una explicación sobre el gol anulado a Abde contra el Celta por lo mal que el VAR había tirado una línea para decretar fuera de juego posicional del Chimy. El miércoles, emitía públicamente la carta que mandó a la Federación Española y al Comité Técnico de Árbitros (CTA) para “solicitar una profunda revisión de los procedimientos tecnológicos que asisten al arbitraje”, además de las explicaciones por la jugada en cuestión, adjuntando una prueba de validez del gol de un arquitecto. Pues bien, han pasado unos días y de momento no ha llegado ninguna respuesta al club rojillo.