FÚTBOL REGIONAL
La firma de un equipo en crecimiento
Sergio Sanz, delantero del Corellano, anotó el domingo su primer triplete en Tercera División. Se llevó a casa el balón, garabateado con mensajes de sus compañeros, unos jugadores dispuestos a dar todo y más por mantener la categoría

Publicado el 23/02/2022 a las 06:00
El balón que sujeta Sergio Sanz (Corella, 1990), delantero del Corellano, entre sus manos siempre guardará en él un recuerdo imborrable. No supone únicamente la consecución de su primer hat-trick en Tercera División. Es mucho más. Ese esférico manchado de tinta, repleto de mensajes y dedicatorias a su capitán, representa la unión de un vestuario dispuesto a luchar contra viento y marea con el fin de conseguir la salvación.
Por las botas de Sergio Sanz pasarán muchas de las opciones de permanencia del Corellano. Es el máximo goleador del equipo, suma cuatros tantos, todos ellos de un valor esencial. “Este año estoy marcando menos goles, pero estoy contento porque están sirviendo para el bien del equipo. Mi primer tanto llegó hace no mucho, en el partido contra el Pamplona, y sirvió para llevarnos los tres puntos. El domingo, por suerte, sucedió lo mismo. Marqué los tres goles de la victoria contra el Cantolagua. No hacía un hat-trick desde 2014, y este ha sido el primero que hago en Tercera. Me hace mucha ilusión, pero tampoco tuve mucho tiempo para celebrarlo. El lunes entré a trabajar a las 8:15 horas”, reconoció Sanz.
Todos los festejos se quedaron en el césped. Allí desquebrejó a la zaga del Cantolagua, gracias, en parte, a su compañero Asier Liroz. “Mucha de la culpa de mis goles fueron gracias a él. El primero llegó tras una gran presión suya a un rival, robó el esférico y me lo puso en bandeja para adelantar al equipo. El segundo fue tras una jugada por banda y el tercero fue similar al 1-0, una nueva presión en campo contrario y yo solo tuve que definir con el portero del Cantolagua batido”, recordó el atacante.
UN AÑO PROMETEDOR
Con la victoria ante el Cantolagua, el Corellano está confirmando su gran 2022. Ha disputado siete encuentros, con un balance de tres victorias, dos empates y dos derrotas. “Estamos muy enchufados, con muchas ganas a pesar de estar abajo en la zona baja de la clasificación. Durante la primera vuelta competimos bien, pero todo nos salió cruz. Ahora seguimos jugando de la misma manera, pero estamos teniendo una pizca de suerte. Y eso ayuda”, apuntó el capitán.
Un cambio que Sanz achaca, en gran parte, a la llegada de Javier Salvatierra al banquillo. “Fue un fichaje clave a nivel emocional. Antes de su llegada varios compañeros estaban algo desconectados y ahora han vuelto a recuperar la motivación”, dijo un Sanz que tuvo ejercer su papel de capitán. “En esos momentos no me queda otra que intentar animarles. Yo sé lo que es pasar por situaciones en las que juegas poco y soy consciente de lo duro que es. Intentas levantar a tus compañeros y mantener el vestuario unido. El viernes, antes del partido contra el Cantolagua, nos fuimos todos a cenar. Creo que es importante desconectar y pasar ratos juntos, y fíjate que bien ha salido. A partir de ahora me parece que lo vamos a tener que repetir más veces”, bromeó.