La Pamplonesa
Cantando se alegran los corazones
La Pamplonesa celebró en la Capilla de la Casa de Misericordia un concierto con la colaboración de las Voces de Oro de la residencia

- Markel Trecet
Ganas e ilusión a flor de piel en el concierto ofrecido este domingo en la Casa de la Misericordia por La Pamplonesa. Una actuación que sirvió como repaso a las grandes canciones que han acompañado a los mayores a lo largo de su vida. Así lo contaba María Luisa Goldaráz Baraso, residente de 92 años que no dudó en buscar su hueco para asistir al evento. “Este concierto nos retrotrae a nuestros tiempos y se agradece muchísimos. Nos sentimos queridos”.
La orquesta abrió el concierto con el popular pasodoble ‘Pamplona, perla del norte’ que fue coreado por los presentes en un día de “máxima felicidad”, aseguraba el subdirector de la banda Jesús Garisoain Iribarren. Un concierto en el que no solo hubo lugar para zortzikos como 'Maite', sino también para clásicos como 'Noelia' de Nino Bravo o 'A quien le importa' de Alaska.
Emociones intensas a lo largo de una mañana donde los verdaderos protagonistas fueron las Voces de Oro, el grupo de canto de la Casa de la Misericordia formado por vecinos de la propia residencia. “Voces de Oro se creo hace 8 años aunque llevamos 14 con programas para residentes en estado de dependencia”, aseguraba Isabel Laranjeira Gallardo, musicoterapeuta de la residencia.
“Trabajamos con diferentes objetivos: a nivel cognitivo, emocional, fisiológico, espiritual y social”. Una iniciativa que busca trabajar la autoestima en las personas mayores a través de la música y, a su vez, empoderarse porque “hacerse mayor no significa quedarse atrás”.
Un concierto que dejó gran sabor de boca a Vicente Rubio Martínez, integrante del grupo. “Llegué hace 12 años y desde entonces estoy disfrutando del canto. Lo que más me ha gustado de este concierto ha sido la unión que hemos podido vivir entre La Pamplonesa y nosotros”, aseguraba sonriente mientras sujetaba su ramo de flores de felicitación.
Una experiencia también compartida por su compañera Carmen Irurita García. “A mí siempre me han dicho que canto mal y el año pasado, cuando me mudé, no me atreví a dar el salto. Al final hablé con Isabel y ahora canto en el coro de la Iglesia y en Voces de Oro, donde estoy feliz”. Una ilusión por la música que viene de siempre y que vive con gran entrega. “A mí me han gustado siempre las canciones populares. El hecho de poder cantarlas hoy con La Pamplonesa ha sido todo un honor”.
Un evento que supuso un sueño hecho realidad y que dejo escenas tan emotivas como la del subdirector, Jesús Garisoain, echado a bailar con dos mujeres de la residencia al ritmo de la marcha de su banda.