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Opinión

Paulina

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Imagen de archivo de Paulina FernándezBuxens
  • Jose Miguel Iriberri
Publicado el 10/07/2022 a las 06:00
Sinceramente, no podía imaginar que Paulina también cumple años. Pues claro que los cumple. Como la Procesión, los Gigantes, La Pamplonesa, la Plaza de Toros, el Struendo de Iruña (sin subvención), la Tómbola, y así hasta agotar el diccionario de instituciones que explican y dan sentido a la fiesta. Paulina cumple este año un siglo. Los mismos cien años de la Plaza de Toros. Algunos menos que Joshepamunda, por ejemplo, pero bastantes más que el cohete, también por ejemplo. Vamos, que Paulina llegó a Pamplona, desde Pamplona, antes que Hemingway desde París. No es por comparar, es para situar a Paulina en la Historia de los Sanfermines del doctor Arazuri.
Paulina, Paulina Fernández, ha estado buena parte del siglo XX y hasta la segunda década del XXI en los fogones más sabrosos de las fiestas, en el número 8 de la calle Mañueta, donde todavía abre la churrería estos días de pañuelo rojo y unos pocos más de octubre. La familia sabe que sus roscas, los fogones y, por qué no, la cola de clientes, pertenecen al patrimonio de la ciudad. Como tantas cosas sanfermineras que no vienen en el programa, los pamploneses no dejamos pasar las fiestas sin pasar por los churros mañueteros de Paulina. Vamos en familia, igual que a la Procesión o a los Gigantes, porque esta festividad de la Mañueta se disfruta así, en familia, sin prisas, sazonando la cola de espera con el aroma que se escapa de las calderas, los peroles, la harina de trigo de secano, el aceite de oliva y la leña de haya cortada con hacha, según dicta la barroca receta de la casa. De los que hacemos cola y peña, Sacherí, el novelista, diría afectuosamente que “Dios los cría y ellos se amontonan”.
Ay, Paulina. Cien años. Qué recuerdos, ahora que ya no podemos saber lo que recuerdas, sentada en casa, en familia, tan cerca todavía de los madrugones irrenunciables. La churrería ha sido y es un foro del recuerdo al calor de unos fogones encendidos, por cierto, 50 años antes de que naciera Paulina, hoy Pañuelo de Honor de Pamplona. (Un momento. A ver, 50 más 100, no falla: 150. Otro aniversario redondo. La churrería cumple este año siglo y medio de sabor, de fiesta, de Mañueta y de ciudad. Señor alcalde, usted dirá).
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