Chupinazo
¡ELA San Fermín!
Los enfermos de ELA demostraron con su entusiasmo que la “vida merece la pena”, tal como lucían en la camiseta diseñada para la ocasión

Publicado el 07/07/2022 a las 06:00
"La vida merece la pena incluso cuando las cosas parece que se están derrumbando". Esta frase de Juan Carlos Unzué podía leerse en la camiseta de muchos de los invitados este miércoles a la Casa Consistorial para vivir el Chupinazo desde el corazón de Pamplona. Merece la pena vivir los Sanfermines, aunque se esté postrado en una silla de ruedas o aunque la covid nos haya pasado una dura factura.
Y merece la pena vivirlas de forma intensa. En pleno epicentro de la fiesta más importante, los corazones parecían latir al unísono en un regreso a unos Sanfermines que, este año, significaban mucho más que cualquier otro. Ruido, abrazos, miradas que volvían a reencontrarse tras dos años de parón, mensajes para dejar constancia de que este 6 de julio iba a ser de los de recordar. Desde media hora antes de dar comienzo un estruendo atronador, tan personal y deseado, nadie quería perderse su llegada. La de un Juan Carlos Unzué que, más allá de ser el protagonista indiscutible de la jornada, rezumaba humildad. Desde su mirada hasta los miles de apretones de manos. Un compañerismo que ayer tenía mucho que decir dentro de lo más íntimo de la Casa Consistorial.
Así, como si nada hubiera pasado, los pasillos de Ayuntamiento volvieron a llenarse de rostros más o menos conocidos. Susana Sánchez Gómez (premio emprendedora Amedna); el diputado de Ciudadanos Edmundo Bal; Unai Hualde (presidente del Parlamento de Navarra); María Chivite (presidenta de Navarra); varios alcaldes navarros, la vedette Norma Duval, del DJ Carlos Jean, empresarios locales y nacionales, políticos, sindicalistas, mandos policiales... y una larga lista de miradas que se entrecruzaban en un ir y venir de nervios y deseos.
Y con esa puntualidad de quien desea que llegue el momento, las puertas de los balcones de la ventana más reconocida de los Sanfermines se abrieron al fragor de una plaza a rebosar de ganas. Y con esa emoción que ya no se podía detener, Juan Carlos Unzué hizo su aparición ante la mirada de un mundo que quería decir sí al capotico más esperado. “Gracias a los sanitarios, a todas esas personas que han dado todo y nos han ayudado a superar esta pandemia”. Con estas palabras arrancaba Juan Carlos Unzué su emotivo discurso. El exguardameta estuvo en todo momento acompañado por su mujer, María Elorza. Sus tres hijos, Aitor, Jesús y María, disfrutaban del ambiente en la segunda y tercera planta de la Casa Consistorial, al igual que dos de sus cuñadas, consuegros y varios sobrinos.
Los familiares de Juan Carlos Unzué eran fácilmente reconocibles gracias a las camisetas que portaban. “La vida merece la pena cuando las cosas parece que se están derrumbado”. Esta frase de Juan Carlos Unzué, en castellano y en euskera estaba impresa alrededor de un círculo que mostraba a un toro parando un balón con la palabra ELA, con el Chupinazo al fondo. Un colorido diseño de Mikel Urmeneta para la ocasión.
Las ganas de disfrutar de la vida también eran palpables en otros enfermos de ELA presentes en el Ayuntamiento. Alberto Armendáriz Txapela pudo disparar uno de los cohetes posteriores. María Luisa Berasategui no se animó pero disfrutó del ambiente festivo. Ambos son miembros de la asociación ANELA y estaban “felices” de la gran repercusión que van a tener los Sanfermines para visibilizar y concienciar sobre esta enfermedad.
MAYA: "MÁS EMOCIONADO QUE CUANDO LO LANCÉ YO"
También se pudo ver muy emocionado a Enrique Maya. El grupo Voces Navarras interpretó el Himno de Osasuna, que el alcalde cantó a coro y Unzué dirigió con el brazo. “Ha sido el chupinazo más emocionante, mucho más emocionante que el que tiré yo (2011). Estaba recién llegado y fue precioso, pero este, que lo hemos deseado tanto, y ver cómo ha ido todo, ver el mensaje de Unzué, que lo primero que ha hecho ha sido agradecer a todo el personal sanitario que ha trabajando durante la pandemia, y lo segundo, reforzar ese discurso de lucha contra la ELA, que algún día, que nadie lo dude, se descubrirá la forma de que sea una enfermedad de la que se recuperen... Él está lanzando ese mensaje y hay que grabarlo con letras de oro”, manifestó Maya.
Unzué atendió con cariño y paciencia a los numerosos medios de comunicación presentes. “Ha sido muy bonito, difícil de explicar. Al final es una experiencia que no has vivido nunca, ver este ambiente, y que ya no voy a vivir nunca más. Desde la calle o en los vídeos impone, pero verlo desde aquí arriba en perspectiva, y mirar a la cara de los chicos y chicas que están allí abajo y ver la ilusión, las ganas de disfrutar de nuevo de San Fermín, es inolvidable”, sentenció un emocionado Juan Carlos Unzué, quien, a pesar de ser capaz de aguantar las lágrimas (“soy bastante frío en según qué cosas”), admitió tener un nudo en el estómago y un impresionante recuerdo en el corazón.
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