España es un país caracterizado por el clima, la gastronomía y la fiesta. Estos tres aspectos se unen durante San Fermín 2022 en las calles de Pamplona, atrayendo la atención del turismo nacional e internacional a la capital navarra.
A casi cualquier hora, aunque principalmente de día, las barras de los bares del Casco Antiguo de la capital están hasta los topes los pinchos característicos de cada establecimiento. En ocasiones, la gran oferta puede resultar abrumadora, y por esta razón hemos querido recoger una breve selección de algunos de los pinchos imprescindibles del centro de la ciudad, que año tras año conservan la tradición gastronómica, dan fuerzas para continuar con la fiesta y se ganan al público por el estómago.
Sorbete de limón en Gazteluleku
Esta sociedad gastronómica, ubicada en la calle San Francisco nº1 de Pamplona, ha llegado a elaborar durante las fiestas hasta 15.000 litros de sorbete de limón, repartidos en sus jarras tradicionales cada seis de julio. Más de 30 años avalan esta bebida típica de las fiestas, compuesta por helado y cava, que suele prepararse desde las doce del mediodía hasta las cinco de la madrugada, aproximadamente.
Este establecimiento lleva sirviendo churros en la capital navarra desde
1872, un poco más allá de la
curva de Mercaderes, desde las seis hasta las once de la mañana únicamente 14 días al año. La churrería no funciona como tal durante todo el año, sólo el fin de semana anterior a Sanfermines, durante las fiestas y los cuatro domingos de octubre, pero el establecimiento permanece vivo desde el
siglo XIX.
En San Fermín se puede advertir una larga fila de gente todas las mañanas, esperando su turno para degustar estos churros tradicionales de Pamplona que, además, se elaboran de forma artesanal con ingredientes naturales. La harina no lleva conservantes y la madera del fuego procede de haya, cortada con hacha por la propia familia de Paulina Fernández, nieta del fundador, Juan Fernández Calero.
Frito de huevo en Vermutería Río
Medio huevo cocido envuelto en una suave
besamel y su crujiente tempura es el éxito de este pincho que ya se ha convertido en todo un clásico imprescindible para muchos paladares. Anunciado como la especialidad de la casa desde
1963, se ha hablado mucho de cuál es la receta y cuántos se hacen al día. Para dar respuesta a esta última cuestión, Roberto Recasens y Roberto Irurzun, propietarios del establecimiento en la calle San Nicolás,
colocaron un contador de estos fritos de huevo en el bar el 17 de enero de 2015, alcanzando el
millón de unidades en 2021.
Pincho de foie en Bar Gaucho
Ubicado en la calle Espoz y Mina de Pamplona, el Bar Gaucho se anuncia como uno de los máximos exponentes de la cocina navarra en miniatura. Sus pinchos son famosos, por el cuidado y la creatividad en su elaboración, como el tradicional pincho de foie, cocinado en cuestión de minutos y listo para ser saboreado recién hecho.
También disponen en la carta muchos otros aperitivos, como el huevo trufado a baja temperatura con pajas de patata, el crujiente de espinaca y gamba, el pincho de anguila, la albóndiga de bacalao con gamba o la brocheta de champiñón.
Capricho escombro en Bodegón Sarria
Fundado en 1959 y situado en la calle Estafeta, el Bodegón Sarria es regentado desde 1988 por la familia Galarza Lezea. Allí se pueden degustar los ibéricos de Sánchez Romero Carvajal 5J (Jabugo), como el pincho 'Capricho escombro' compuesto de virutas ibéricas 5J de jamón, chorizo y lomo. Recomendado como uno de los mejores locales de tapeo por la Guía Michelín, cuenta con 52 pinchos en su carta entre los que se encuentran la tostadita de salmón ahumado, el revuelto de hongo beltza, el milhojas de bacalao al txakoli y el chorizo a la sidra.
Bocatas en Casa Jesus Mari
En la calle San Agustín del Casco Antiguo de Pamplona se encuentra Casa Jesus Mari, un establecimiento que ofrece bocadillos, ensaladas, tostadas, sandwichs y postres, con horario de cocina ininterrumpido.
Rabo de toro en Bar Monasterio
Conocido como '
Mo' para las personas que lo frecuentan de forma habitual, este establecimiento se encuentra en la calle Espoz y Mina, 11 desde
1944. Es conocido por su pincho '
Toro Beltza', un aperitivo de rabo de
toro con cebolla caramelizada y foie, frito en patata, sobre salsa de boletus y un toque de mango.
Muchos de estos pinchos suponen un
enorme trabajo y los locales no pueden preparar algunos de ellos de forma continua en
San Fermín, pero merece la pena acercarse y
preguntar por la disponibilidad.
Ponemos fin a esta ruta de
manjares, aunque quedan pendientes muchos otros bares del
Casco Antiguo de Pamplona: La Barra del Goloso, La Mandarra, ZANPA, Katuzarra, La Mejillonería...
Más noticias sobre San Fermín 2022