Oportunidades laborales en el mundo de la innovación

Cada paso que ha dado la civilización, desde sus orígenes hasta ahora, ha ido de la mano de la innovación. Es imposible avanzar sin ella, en las grandes cosas y en lo más cotidiano. Fue innovación poner un palo a un caramelo, como hizo en 1956 el catalán Enric Bernat, fundador de la marca Chupa Chups, y lo fue también utilizar los cohetes como propulsores de vehículos espaciales. La esencia de la innovación es precisamente ésa: cambiar, alterar, modificar algo para conseguir un producto nuevo, capaz de hacer la vida más sencilla y de aportar valor a la empresa. Por eso no es de extrañar que el tejido empresarial e industrial apueste por la I+D (investigación y desarrollo) para seguir avanzando, más en momentos cambiantes como el actual, donde la competencia es feroz y la velocidad de los mercados, brutal. Ahora bien, como recalcan los expertos, no toda la innovación es igual. No es lo mismo el nivel de conocimiento que se exige en unas labores que en otras. Por eso, insisten, no se puede meter todo en el mismo saco. En esta ocasión, el foco se ha puesto en aquella innovación que requiere una alta especialización. Un ámbito donde el empleo ha crecido en Navarra un 7%, entre 2008 y 2014, a pesar de la crisis, tal y como señala Juan Carlos Hernández, jefe de proyectos de Iter Investigación, y autor de un estudio sobre este ámbito de actividad, a petición del Confederación de Empresarios de Navarra. La realidad, destaca Hernández, es que en la Comunidad foral existen alrededor de 400 empresas dedicadas a ofrecer servicios de innovación altamente cualificada y especializada, principalmente ubicadas en Pamplona y comarca. Son lo que se llaman “ámbitos intensivos de conocimiento”. “El término en sí es muy complejo, pero se trata de empresas que se basan en investigaciones de muy alto nivel para prestar servicios a otras compañías”, apunta. Son consultorías tecnológicas y de gestión estratégica, empresas dedicadas a la investigación y desarrollo y firmas centradas en la prestación de servicios tecnológicos principalmente. Intermediarios, como quien dice, entre los centros donde se realiza la investigación y las necesidades de las empresas. “Juegan un papel crucial en la creación y comercialización de nuevos productos, procesos y servicios, y mejoran la competitividad empresarial”, afirma Hernández, quien asegura que es ahí donde se está generando empleo. NUEVAS COMPETENCIAS Navarra se ha caracterizado estas últimas décadas por apostar fuerte por la I+D. Esto ha hecho que en la actualidad sea la segunda comunidad española con el gasto más alto en esta materia (un 1,91% del PIB). Además, el grueso de las empresas afirman innovar, según el estudio realizado por Iter Investigación. “El 39,4% de los encuestados dice innovar al menos esporádicamente y un 32,5% lo hace de forma permanente”, explica Juan Carlos Hernández. Por contra, existe un 22,6% que no ha innovado nunca. Los sectores donde más innovación se da son el industrial y el sanitario, pero también en el ámbito del comercio, sobre todo, vinculado a la exportación. No obstante, la tónica general en estas empresas es no contratar personal para realizar esas labores de innovación, por lo que se decantan más por realizarlos con la plantilla existente (así lo confiesa un 83% de los encuestados) o recurriendo a empresas específicas dedicadas estas tareas (un 10,4%). En este último caso, se trata de un trabajo “por proyectos”, que ofrece más flexibilidad a las empresas demandantes de servicios y que repercute en una mayor contratación por las prestadoras de los mismos, que son, en su mayoría microempresas con menos de diez trabajadores y de reciente creación, ya que la mayoría tiene menos de una década de antigüedad, puntualiza Hernández. No obstante, son las que están tirando del empleo en este sector. Esas nuevas contrataciones están ligadas a nuevas competencias profesionales “vinculadas a la investigación y al conocimiento avanzado”, recalca el responsable del estudio. “Son servicios de consultoría de gestión, de inteligencia empresarial, modelización de procesos, investigación de mercado, diseño de proyectos de ingeniería, diagnósticos tecnológicos, consultoría TIC e intercambio de datos, entre otros, que son los ámbitos de trabajo donde más empleo se está generando”, detalla el portavoz de Iter Investigación. Obviamente, para desempeñar estos puestos se requiere una formación alta. “El grueso de estos perfiles requiere titulados superiores, generalmente del área de las ingenierías, y, en muchos casos, con estudios de postgrado, precisamente por esa especialización que conllevan; porque son procesos de innovación de muy alto valor”, añade. OBSTÁCULOS Del informe presentado esta semana en la Confederación de Empresarios de Navarra se desprende que, aunque el empleo está creciendo en estas empresas, hay una serie de obstáculos que dificultan tanto la oferta como la demanda de estos servicios y, por tanto, impiden que la contratación sea aún mayor y pueda equipararse a las demandas de profesionales existentes a nivel europeo. El principal es, una vez más, la financiación. Un 32% de las empresas reconoce problemas para sufragar proyectos de innovación, a lo que se suma el exceso de burocracia para la solicitud de ayudas y exenciones fiscales (un 26%). Además, un 5% de los encuestados reconoce que carece de la suficiente información sobre las empresas prestadoras de estos servicios. “Aunque en los últimos años se ha incrementado tanto la oferta como la demanda de estos servicios, todavía queda mucho por hacer. Y el gran problema de estos servicios es visibilizarlos, porque mucha gente lo mete todo en el marco de la innovación. Hay que conocer estas empresas y qué tipo de servicios ofrecen para mejorar la competitividad de los negocios”, destaca Hernández, al tiempo que confía en que en un futuro próximo se apueste por estos servicios altamente especializados. LA BASE, LOS CENTROS DE INVESTIGACIÓN Estas empresas de servicios altamente especializados han surgido en ocasiones precisamente como un ‘spin off’ de esos centros tecnológicos y de estudio. No obstante, el impulso a esta actividad no depende en exclusiva de ellos, incide Juan Carlos Hernández, responsable de proyectos de Iter Investigación, quien habla de distintos agentes implicados. Por un lado, las administraciones públicas, que debe “promover la colaboración con las entidades implicadas en la innovación y la economía navarra” para realizar acciones conjuntas y visibilizar la utilidad de estos servicios. Por otro, los centros de investigación, fomentando “las sinergias” con las empresas de innovación especializada e intercambiando información y conocimiento. También el tejido empresarial debe poner su granito de arena sensibilizando sobre el valor añadido que proporciona esta especialización y dejándose asesorar sobre cómo pueden estos servicios “intensivos de conocimiento” ayudar en su problemática y necesidades concretas. Pero, para eso, incide Hernández, un factor clave es el asociacionismo entre las empresas de conocimiento especializado.

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