El Servicio Navarro de Empleo, bajo el microscopio

Cruzar el umbral de la puerta de una oficina de empleo es el paso previo. Es el requisito fundamental para poder acceder a todo el abanico de servicios que ofrece el Servicio Navarro de Empleo. Todos encaminados a mejorar la empleabilidad de los demandantes de trabajo y, en último término, a hacer que los consigan. Pero, para ello, es preciso inscribirse en las oficinas del antiguo Inem. Hay que constar, con nombre y apellidos. En ese momento, se elabora un perfil del demandante de empleo, en el que consta su formación, si la tuviera, y la experiencia laboral. Es, a partir de ahí, cuando el engranaje de servicios echa a andar. “El primer paso sería elaborar un diagnóstico de esa persona, para poder derivarle a uno u otro servicio en función de sus necesidades y sus características”, explica José Ángel Alonso, responsable de los programas de empleabilidad del SNE. Alrededor de cien profesionales componen la plantilla de este organismo, que a lo largo de todo el año pasado realizó un total de 213.031 acciones con demandantes de empleo. La cifra es un 27% más elevada que en 2011, cuando se realizaron 167.114 acciones, pero ha bajado en casi 30.000 si se compara con 2013. “Entonces había más de 56.000 parados y también la plantilla del SNE era mayor. En esa época desde el Gobierno central se nos permitió contratar a cerca de 40 personas, dentro del plan extraordinario de empleo, para asumir el mayor volumen de trabajo. Y todo ello se traduce también en un mayor número de servicios prestados”, explica Alonso, al analizar las 240.085 acciones inventariadas ese año. Porque una cosa hay cierta: un mayor número de parados genera una mayor actividad en las oficinas de empleo. Aunque ello no quiere decir que todos los desempleados hagan un uso por igual de los servicios que en ellas se prestan. “Hay personas a las que se les ha dado distintos servicios dentro de su itinerario. Un desempleado puede haber tenido una tutoría, haber acudido a un taller de entrevistas o a otras sesiones formativas... Y, además, se le puede hacer un seguimiento mensual de sus avances, por ejemplo. Hay quien necesita mucha más ayuda que otros”, añade el responsable de programas de empleabilidad. Por todo ello, es imposible calcular cuántos servicios usa cada demandante de empleo. Los habrá quien sólo acudan una vez al año. Otros que hayan participado en media docena de acciones. Y también quien requiera apoyo constante. Sin embargo, tal y como describe José Ángel Alonso, sí hay un hilo conductor entre quienes más atención reciben desde las oficinas del Servicio Navarro de Empleo: “Son los que no tienen claro el perfil profesional al que se quieren dedicar. Sobre todo, jóvenes que no tienen formación”. TUTORÍAS E ITINERARIOS Entre la retahíla de servicios que ofrece el SNE uno de los más habituales es aportar información profesional a los demandantes de empleo. Se trata, en el fondo, de informarles sobre el mercado de trabajo, vinculado a su profesión o a su interés profesional. En esos casos, se hace una radiografía de la situación, viendo si el sector se está moviendo, si se están haciendo contrataciones, qué empresas son las que más contratos suelen hacer y también analizando la oferta formativa que hay en la Comunidad foral vinculada a ese sector. Si en 2011 se hicieron 12.649 acciones vinculadas a esta área, el año pasado sumaron ya 60.120, lo que supone un incremento del 375%. También han crecido exponencialmente las tutorías individuales, que han pasado de 4.174 a 25.435 en este mismo periodo de tiempo. “Estas tutorías vienen a ser un diagnóstico de empleabilidad. Se analiza la formación del desempleado, sus habilidades y competencias, se elabora un perfil profesional y, con toda esa información, se le orienta o bien en la búsqueda de empleo o en el tipo de formaciones que pueda realizar”, detalla Alonso. Otra de las vertientes que ofrecen las oficinas de empleo es una atención personalizada, que incluye un seguimiento del demandante de empleo, de su recorrido por el itinerario marcado. En este caso, se hicieron 47.015 acciones, cuando cinco años antes eran 23.784; a los quehabría que sumar otros 36.976 servicios prestados por el personal contratado de refuerzo en el SNE dentro del Plan de Orientación de Navarra. Muchas de estas actuaciones se centran en personas que están cobrando una prestación por desempleo, a los que se informa de los derechos que tienen pero también de sus obligaciones, ya que el cobro de una prestación puede ir aparejada de unos requisitos como participar en cursos, formación, talleres, aceptación de ofertas de empleo, etc. Entre esa atención individualizada también se incluye el seguimiento a personas que pueden beneficiarse del Sistema de Garantía Juvenil, un programa pensado para menores de 30 años en paro. “Si vemos que un inscrito puede cumplir los requisitos del programa, le contactamos y se lo ofrecemos, le ayudamos a darse de alta y seguimos su evolución”, añade Alonso. AUTOEMPLEO Otra de las vías en la que las oficinas de empleo pueden orientar es en lo referente al autoempleo. De hecho, en estos últimos años, ha crecido exponencialmente el número de personas y de atenciones realizadas en este campo. La labor del SNE se distingue en dos actuaciones diferentes. Por un lado, ofrece información sobre las posibilidades de iniciar una actividad por cuenta propia y realiza talleres de motivación en esta línea, sobre todo, de la mano del CEIN. En este caso, el número de atenciones realizadas ha crecido, pero de forma no tan extraordinaria como sí lo ha hecho la labor de asesoramiento en proyectos concretos de autoempleo. En el primer caso, el incremento ha sido del 56% (pasando de 318 a 489 acciones entre 2011 y 2015). En el segundo, el crecimiento ha sido del 3.300%. Si en 2011 apenas se realizaron 51 servicios de asesoramiento para iniciarse por cuenta propia, el año pasado se hicieron 1.736. “Son dos tipos de actuaciones distintas. Las primeras son, fundamentalmente, sesiones grupales en las que se plantea la posibilidad del autoempleo, sus ventajas e inconvenientes... Es una charla general. En cambio, cuando hablamos de asesoramiento, son sesiones individuales o reducidas, cuando ya hay un proyecto concreto de un negocio o empresa y se analiza su viabilidad”, aclara Alonso. Todas estas acciones del SNE tienen una única meta, sostiene: “Ayudar al desempleado a competir por un puesto de trabajo, mejorando su empleabilidad”.

El Servicio Navarro de Empleo, bajo el microscopio

A lo largo del año pasado, las oficinas del SNE realizaron 213.000 acciones, dirigidas a más de 58.000 inscritos

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