Pasaron en pocos meses de “no vender ni una gamba” en junio a elaborar una estrategia comercial gracias a la que acumulaban una cartera con diez clientes para noviembre.
Asier Goñi y Jon Otazu, ganadores de la X edición de
Impulso Emprendedor con su empresa de consultoría tecnológica bautizada como Guten Tech, prevén facturar este mes 20.000 euros y ya tienen cerrados otros 15.000 euros para enero. “
No teníamos ni un cliente ni forma de llegar a ellos. Con el apoyo de
CEIN logramos centrarnos en otras startups y también en grandes empresas. Unas y otras tienen dificultades para acceder al talento tech, una actividad que combinamos con desarrollos propios para capear las caídas de facturación”, comentaban en su presentación final. El
salto de gigante logrado por Guten Tech dejó impresionados a los asesores de CEIN, que destacaban la “velocidad de implantación”, aunque también les recordaban la importancia de
no perder de vista la “escalabilidad” del negocio, basado en incorporar a personas con un talento muy demandado. También fue necesario fortalecer la “autoconfianza” para hacer frente a los momentos de mayor incertidumbre.
Hyssogenix: un equipo comercial que “pise la calle” para ganar clientela
Con unos ambiciosos objetivos para los próximos cinco años, en los que pretenden alcanzar un mínimo de 1,6 millones de euros de facturación, Hyssogenix está orientada a las clínicas dentales. Les ofrece un innovador análisis que permite conocer de antemano la predisposición del paciente a la periodontitis y darles pautas así para recetar antibióticos. Comandada por María Mena, han centrado sus esfuerzos en desarrollar la mejor estrategia para conseguir clientes, cuyo esfuerzo principal pasará por contar con un equipo comercial “en calle” sin renunciar a las ventas a través de internet. Los expertos de CEIN destacaban la solidez de la formación de María, que combinaba conocimientos empresariales, técnicos y comerciales. Fue uno de los motivos por los que logró el segundo premio de los participantes en la X edición de Impulso Emprendedor. La orientación se enfocó por tanto en reforzar algunos aspectos más avanzados, como un correcto “dimensionamiento” de la caja y la necesidad de reducir al máximo el tiempo para llegar al mercado ante la muy probable posibilidad de que lleguen competidores.
MOA Foodtech: sacar el máximo rendimiento al tiempo invertido por científicos
Aunque cuenta con muchos elementos positivos, el sector agroalimentario también arrastra importante déficits en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero o el alto consumo de energía, así como el derroche de restos que se tiran o solo se destinan a la alimentación animal. A partir de esta premisa, Moa Foodtech plantea elaborar proteínas de “nueva generación” mediante la fermentación con microorganismos de esos restos, lo que les ha valido el tercer premio de la X edición de Impulso Emprendedor. Estas proteínas pueden utilizarse como ingrediente para elaborar nuevos alimentos aptos para las personas, lo que contribuiría a la mejorar la sostenibilidad del sector. Susana Sánchez, Bosco Emparanza y José María Elorza pretenden vender las proteínas que ellos sinteticen directamente a empresas alimentarias, pero también están abiertos a licenciar su proceso. Se trata de un producto que “ya está en la calle”, según destacaban los asesores de CEIN, que han trabajado con estos emprendedores para darles “herramientas” con las que aprender a gestionar el tiempo para sacar el máximo rendimiento de una plantilla formada principalmente por científicos.
Vitio: frenos regulatorios a un producto para la salud humana
El personal sanitario destina el 20% de su tiempo de trabajo en el control de las constantes vitales de los pacientes. En el caso de la temperatura corporal, se siguen empleando los termómetros, un utensilio que solo permite mediciones “puntuales” y que impide a los facultativos “adelantar la toma de decisiones”. Vitio ha desarrollado un “brazalete en axila” que envía la temperatura del paciente a la nube de forma constante, lo que ayuda a tener “un histórico” y hace posible “programar alertas” de cara a la administración idónea de medicamentos. Con un modelo de suscripción complementado por la venta directa a hospitales, mutuas y plataformas de ensayos clínicos, Rubén Anaut, Jesús Redrado y Esteban Morrás pretenden lograr unos ingresos de 3,6 millones de euros en 2025. La empresa acometerá el año que viene una ronda de financiación para captar dos millones de euros. La principal dificultad que afrontan este tipo de compañías, según apuntaban los asesores de CEIN, son los “frenos regulatorios” ya que comercializan productos de los que dependen la salud humana, unas barreras que han afectado a las ventas de esta empresa emergente.
Sonia Casas: aterrizar la idea de negocio de experiencias en alta montaña
Guía de alta montaña con experiencia en multitud de expediciones a las cimas más altas del mundo, Sonia Casas ha reorientado su profesión para crear una empresa con su mismo nombre que ha desarrollado un programa orientado a directivos y profesionales. Diseñadas como experiencias inmersivas de tres a cinco días de duración para ponerse en situaciones límite, este programa busca que sus alumnos mejoren en la “toma de decisiones” dentro de “entornos exigentes de alto estrés”. Casas tuvo un aterrizaje complicado en el programa Impulso Emprendedor, ya que tuvo que compatibilizar el desarrollo del modelo de negocio cuando su trabajo estaba en “temporada alta”. Tal vez por ello y a partir de una idea “vaga” le costó bastante tiempo encontrar la forma adecuada para convertirlo en un producto comercializable y con un precio adecuado, tal como reconocen los asesores de CEIN encargado de guiarle. El proyecto se encauzó repentinamente cuando un día se le “encendió la bombilla” y pudo testar la idea con un grupo de confianza. Ya cuenta con su primer cliente.
Blockbit Capital: abriéndose paso en el mundo cripto en plena resaca inversora
Promovida por Iván Recio, Alberto Yaben, Andoni Porres y Víctor Maeztu, Blockbit pretende convertirse en la puerta de entrada para aquellos inversores con interés en invertir en criptoactivos pero que carecen de los conocimientos básicos para hacerlo. Sus fundadores reconocen que comenzaron el programa Impulso Emprendedor con “falta de organización y solidez como proyecto”. Tras muchas horas de trabajo con los asesores de CEIN, se produjo un “cambio de mentalidad” que les llevó a diseñar un modelo de negocio “claro” y un reparto de funciones y responsabilidades entre los cuatro fundadores. Otra de las flaquezas de esta propuesta pasaba por calcular “las necesidades de financiación” y su procedencia. No obstante, el principal hándicap para Blockbit Capital está en el pinchazo de muchas de las monedas digitales y el cierre de algunas de las plataformas de intercambio más famosas del mundo, lo que ha ahuyentado buena parte del interés. Pese a ello, los promotores mantienen su fe en el futuro de estas tecnologías y son conscientes de que su negocio va a sufrir cambios muy importantes debido a la inevitable regulación para poner freno a los abusos.