Feria Edifica
Soluciones nuevas para edificios viejos
Las empresas navarras del sector de la construcción no quieren perder la carrera de la rehabilitación de viviendas y presentan sus novedades en Edifica 21 pensando en sostenibilidad, eficiencia energética y ahorro a medio y largo plazo

- Fernando R. Gorena
Las empresas navarras del gremio de la construcción apuestan por la sostenibilidad, un campo en constante evolución y que año sorprende en innovación. Aparcamientos con recarga solar, aislamiento acústico probado en cajas fuertes, monitorización térmica de pérdidas de calor en edificios no rehabilitado... El mundo de la construcción sostenible deja también su espacio al espectáculo.
La empresa Aislanat de Beriáin se dedica a la fabricación de aislante de celulosa a partir de papel de periódico reciclado. Julen Puncel, director técnico y de operaciones, dice que exponen en Edifica “para presentar nuestro aislamiento de celulosa, un producto ecológico realizado en Navarra con materia prima también procedente de las distintas cabeceras de Navarra, entre ellas Diario de Navarra”.
El proceso de fabricación del aislante de celulosa, nos explica Puncel, “consiste en desfibrar el papel del periódico reciclado, aplicarle un tratamiento de sales minerales contra el fuego y posteriormente ensacarlo”.
Puncel destaca la inigualable capacidad de almacenamiento de CO2 del aislante de celulosa. Gracias a su materia prima a base de papel, que a su vez proviene de la madera, la celulosa almacena CO2 durante toda su vida. Por tanto, un kilo de papel corresponde al almacenamiento de 1,52 kg de CO2. Para aislar una casa de 100 m² se utiliza 1 tonelada de celulosa (1.000 kilos de papel), que sería el equivalente a 1.520 kilos de CO2 almacenado y que por tanto, no se emite a la atmósfera.

PROBANDO EL AISLAMIENTO
Mikel Solchaga, jefe de ventas de Rockwool, también quiere que sus visitantes comprueben en vivo y en directo las bondades de la lana de roca que producen en su fábrica de Caparroso. Para ello, introduce un altavoz a toda potencia en una caja fuerte forrada con este producto que deja de oírse en cuanto se cierra la puerta. “Fabricamos paneles de lana de roca para revestir fachadas y cubiertas. Este producto resiste al fuego, aisla térmica y acústicamente y es reciclable y duradero porque no se deteriora con el paso del tiempo”, comenta
Rockwool, que emplea a ciento ochenta personas, trabaja directamente con instaladores y mayoristas: “Cada vez trabajamos más para empresas de construcción industrializada aunque también para otros sectores como la industria o la automoción” afirma Solchaga.

César Ordóñez, de Saltoki, trae a la feria “un gran desconocido, el hormigón celular, muy indicado para construcciones sostenibles por su origen ecológico, eficiencia, su capacidad portante y resistencia al fuego”. Es un material muy utilizado en Europa. “Aquí, el ladrillo es la unidad funcional de la construcción desde tiempos de los fenicios, en Europa es el hormigón celular. No es una innovación pero sí un gran desconocido”, afirma. “No hay formación continua en el sector y elementos tan testados como éste no se usan porque pasan desapercibidos”, concluye.

PÉRGOLAS FOTOVOLTAICAS
ENERparking presenta en Edifica su sistema de recarga de vehículos eléctricos mediante marquesinas solares fotovoltaicas. Esta empresa de Mutilva no coloca sus células sobre construcciones previas, sino que “generamos una estructura propia con los paneles y unos perfiles”, según explica Mikel, uno de los encargados.
Esta pérgola puede replicarse “y cubrir grandes áreas como parques infantiles, que se autobastecerían de energía o la enviarían a los colegios”. La ventaja del sistema es que ocuparía espacios libres en la ciudad y no necesariamente edificios como suele ser habitual. Con doce placas y un inversor de 4 kw con batería se podría cargar un coche. “Ocupa 23 metros cuadrados y con ello tendrías espacio para el coche y las baterías y tenerlo siempre cargado”, asegura Mikel del mismo modo que sostiene que este sistema podría instalarse en espacios tan grandes como el parking de la Universidad Pública u otros aparcamientos disuasorios.

AHORRO ENERGÉTICO
Begoña, del Colegio de Aparejadores de Navarra, ha traído dos maquetas de un edificio rehabilitado en la calle del Ferrocarril de Pamplona en 2015 en el que se aislaron las fachadas, las ventanas y la cubierta. Las maquetas, una del edificio rehabilitado y otras sin rehabilitar, simulan un día de invierno, con una fuente de calor en su interino. “Monitorizamos cuánto y cómo evoluciona el gasto energético en un solo día y calculamos el ahorro que supone el aislamiento”. Además, el Colegio de Aparejadores ha instalado una cámara térmica que detecta las temperaturas superficiales en las que se percibe por dónde pierde calor el edificio sin rehabilitar frente al rehabilitado. “El primero consume mucho porque pierde mucho calor y el segundo lo conserva, así que el consumo es mucho menor. Estas inversiones se amortizan enseguida”, concluye.

Julián Goicoechea, de Tecnobel, lleva cincuenta años en el mercado como empresa familiar, radicada hoy en Villatuerta: “Siempre hemos apostado por los cerramientos exteriores” como las persianas. Hicieron hace años la primera vivienda certificada en el País Vasco y también los cinco primeros edificios de estas cabaretistas del Gobierno de Navarra. “Somos pioneros, con precios competitivos y de alta calidad y nuestros cerramientos se comportan casi mejor que los muros”, afirma.
