Las cartas de Estella ya están en Oriente
Los Reyes Magos eligieron de pregonero al estellés Iker Nafarrate Vidarte que acudió a la ciudad del Ega desde Oriente Medio para anunciar su llegada

Publicado el 03/01/2023 a las 06:00
Ya para las siete de la tarde de este viernes, se comenzaron a oír en Estella los cohetes que anunciaban que, media hora después, llegaría el pregonero de los Reyes Magos con el cometido de recoger las cartas de los más pequeños de Estella para llevarlas hasta Oriente. Los monarcas decidieron encomendar esta labor al estellés Iker Nafarrate Vidarte, de 27 años, porque vive en el extremo Oriente, en Tokio donde trabaja como profesor de inglés.
A lomos de una yegua que guiaba por las calles de Estella Lucía Lander Arrista, de 14 años y alumna del IES Estella, y junto a Alberto Aristu Lizar, encargado de recoger las cartas, salieron de la sociedad Peñaguda que organiza tanto esta visita como la de los reyes el próximo 5 de enero. Y desde su sede de la calle el Puy recorrieron La Estrella, Navarrería, la Imprenta, Chapitel, Ruiz de Alda, puente de la cárcel, plaza San Martín, puente del Azucarero, paseo de la Inmaculada, San Andrés hasta plaza de la Coronación para volver por San Andrés y seguir hacia Baja Navarra, calle Mayor, plaza Santiago, Calderería, plaza de los Fueros y la Estrella para terminar en Peñaguda.
Un recorrido cuajado de caramelos con los cien kilos que tanto el pregonero como sus ayudantes repartieron por las calles, además de teñido con el folclore local gracias a la presencia de los dantzaris txikis de Ibai Ega, Larraiza y Virgen del Puy San Andrés con sus respectivos gaiteros. La comitiva se completaba con las familias que seguían al enviado real, como Julieta Pugliese junto a su hijo Mateo Zitnik. “Ha pedido un kiliki, porque ahora los coleciona, y un caballito”, decía su madre.
Como los hermanos Xabi, Julen y Vega Martínez Álvarez, de 8 y 5 años. Su madre, Silvia Álvarez Soto llevaba las cartas de los pequeños. “Bueno, en realidad las fotocopias. Aiara Pérez de Eulate Lander, de 4 años, también asentía a la pregunta de si había sido buena. De hecho, tanto, que el Olentzero ya le llevó su primera remesa de regalos. “Ahora esperamos ropa y alguna muñeca”, decía su madre Eshter Lander Asin, que acudió con su otro hijo Iraitz, de 7 años. Junto a esta familia estaba Arantxa Villamayor , con sus retoños Ekaitz y Haizea Aramendía, de 7 y 5 años. “Les hace ilusión, claro, y porque además vienen junto a sus amigos”.