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Obituario

Fallece Victorino Munárriz, exalcalde de Zizur, peluquero y sacristán

Tenía 94 años, presidió el concejo entre 1972 y 1979 y durante un tiempo fue el practicante de la localidad

Ampliar Victorino Munárriz Gabay, en su casa de Zizur Mayor en 2013
Victorino Munárriz Gabay, en su casa de Zizur Mayor en 2013calleja
Publicado el 23/02/2023 a las 12:26
Victorino Munárriz Gabay, que fue alcalde del concejo de Zizur Mayor entre 1972 y 1979, falleció el 21 de febrero a los 94 años. Nacido en las ventas de Urdánoz, donde su padre trabajaba como chófer en la harinera, tuvo una peluquería en el casco viejo de la localidad y durante dos décadas fue sacristán de la parrroquia de San Andrés, con José Luis Morrás como párroco.
Los que conocieron y trataron con Victorino Munárriz destacan sobre todo su buena disposición a ayudar, ya sea arreglando cualquier cosa o solucionando problemas de las personas que se lo pedían. "No sabía decir que no", comentan. De hecho, llegó a ser practicante cuando Zizur no tenía médico. Estaba casado con Carmen Fauste, fallecida en 2019, y tenía un hijo, Víctor, y dos nietos.   
Antes de la llegada de la democracia, Victorino Munárriz fue concejal de Zizur, que entonces no era municipio independiente sino que formaba parte de la cendea. En 1972 salió elegido presidente. "Entonces votaba todo el pueblo y el que más votos recibía era el presidente. Aquel día ni siquiera fui a votar, porque tenía bastante lío", comentaba en una entrevista en 'Diario de Navarra' en 2013. Eran años en los que se empezaba a gestar la construcción de la urbanización al otro lado la carretera de Estella.
Munárriz comenzó su vida laboral a los 14 años en la fábrica de mosaicos de Martinicorena, en el barrio de San Juan de Pamplona. "Hasta allí iba a pie y a la vuelta paraba en una peluquería y acabé ayudándole y aprendiendo el oficio", relataba. En los años 60 abrió su propia barbería-peluquería, en una bajera cerca del antiguo ayuntamiento. Allí estuvo trabajando hasta su jubilación a los 65 años.  Fue entonces cuando se volcó con la parroquia, como sacristán. En 2008, los feligreses le rindieron un homenaje con una misa solemne con seis monaguillos y el coro parroquial. Le regalaron una placa, un reloj y un cuadro con la bendición del arzobispo. Su funeral se celebró el miércoles en la iglesia de San Andrés, el templo donde se bautizó e hizo la primera comunión.  
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