El antiguo convento de la Visitación de María, el de las Salesas, entre las calles Taconera y San Francisco de Pamplona, está ya casi listo para convertirse en la nueva casa de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y para ser también sede de la Universidad Pública de Navarra en el centro de la ciudad. Las obras de rehabilitación del edificio finalizarán en marzo y a lo largo de la primavera está previsto el traslado de los puntos de atención al cliente de la Mancomunidad, así como de toda la estructura administrativa.
Los trabajos comenzaron en 2020, en principio con un plazo de ejecución dos años. Pero los tiempos se han alargado. La Mancomunidad aprobó primero una prórroga hasta diciembre de 2022 y ese mes, una segunda hasta abril de este año. Varias razones lo explican. Por un lado, la irrupción de la Covid, pero sobre todo el hallazgo de relevantes restos arqueológicos, que precisaron de un amplio trabajo de campo y dataron veinte siglos de historia en el solar. Trama fue la sociedad encargada del estudio arqueológico y está previsto que varias de las piezas recuperadas se muestren al público en el inmueble.
Los mismos motivos y algunos más están detrás, asimismo, del incremento en el presupuesto de la obra. Se había licitado en 15,5 millones de euros, se adjudicó en 13,1 a la empresa ACR y el precio final se ha elevado un 21%, hasta los 16,03, más cerca de lo inicialmente planteado en el concurso público. Además del estudio arqueológico y las modificaciones derivadas de la crisis del coronavirus, la factura final ha crecido también debido al “notable retraso en el suministro de componentes críticos”.
OFICINAS JARDÍN
Los trabajos se ciñen ahora a la distribución interior de un proyecto redactado por el equipo de arquitectos de los estudios Álvarez-Sala, Matos Castillo, y Rueda Pizarro. Sobre una superficie útil de 3.000 metros cuadrados, la rehabilitación respeta el valor histórico del edificio, diseñado por el arquitecto Florencio Ansoleaga e inaugurado en 1902.
Conserva “las trazas de lo existente”, así como “la volumetría exterior”. Entre los detalles de una rehabilitación en la que predominan los espacios apaisados, confluyen en las distintas plantas las denominadas oficinas “jardín, con voluntad de ligereza, que intentan dialogar con el patio”. La asamblea de la Mancomunidad , donde se reúnen los 52 miembros que la forman, representantes políticos de distintos municipios, estará situada en lo que fue el coro alto, el lugar donde las religiosas de la Visitación de María, de clausura, seguían las misas que eran abiertas al público y donde también cantaban. La estancia conservará la celosía de madera que separaba a las monjas del pueblo.
La Mancomunidad compró el edificio en 2010 a la Fundación Caja Navarra en 4,5 millones y en base a una operación financiera a largo plazo para asumir la reforma, apoyada en la venta de parcelas, varias en Beloso, así como la sede actual, entre las calles General Chinchilla y Marqués de Rozalejo y del local de atención al cliente en Julián Arteaga.
UN SOLAR CON HISTORIA
Distintos usos. Desde el siglo XI ha albergado edificaciones de significado en Pamplona: huertos del parcelario medieval, trasera de la muralla del burgo de San Cernin, parte del complejo de la Torre del Rey, los palacios de Cruzat y Armendáriz, la casa del Reino, la Aduana o Tabacalera.
Convento de clausura desde 1902. En el edificio actual, obra de Florencio Ansoleaga.
Se cerró en 2003. Las seis últimas monjas fueron trasladadas a Vitoria. Inmaculada Martín Serrano fue la última en ingresar, en 1981. Y también la última en salir.