Hablan del futuro de la movilidad urbana, de esas ideas que pretenden 'romper' la convencionalidad y apostar de lleno hacia un diseño que nos lleve de la mano hacia esos carriles bicis que permitan una mejor convivencia entre conductores, peatones y ciclistas y, de paso, contribuyan a mejorar nuestra salud y la sostenibilidad del planeta.
Pero para llegar hasta ahí, es más que necesario construir, enlazar y ofrecer continuidad para que esta explosión en el uso de la bicicleta siga siendo una realidad. Con esta premisa se lanzan a la piscina, al alimón, Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra. ¿Cómo? Con la creación de un nuevo carril bici unirá Pamplona y Barañáin con el polígono de Landaben.
Se trata de un tramo de casi un kilómetro de longitud que permitirá circular en bicicleta a través de la calle Miluze y que estima un coste de 969.000 euros.
El proyecto diseña un carril bidireccional, segregado, con una anchura de 2,5 metros y con una separación de 0,50 metros respecto a la calzada de vehículos a motor en la que se instalarán separadores de caucho como límite y defensa. Esta nueva infraestructura, explicó el concejal Fermín Alonso, discurrirá por el margen derecho del carril de circulación en sentido salida hacia Landaben.
Además, se acometerán otras actuaciones de calmado de tráfico en el entorno de la ikastola Jaso y en los diferentes cruces y rotondas para acentuar la seguridad vial. Aunque los plazos de los fondos Next Generation hablan de finales de 2025 para recibir la obra, el Ayuntamiento de Pamplona, que se encargará de la ejecución del proyecto, prevé licitar los trabajos en el mes de agosto para que la actuación esté finalizada en el mes de febrero de 2023.
Por ir al detalle, en el primer tramo de la calle Miluze, entre las rotondas de la avenida de Barañáin y de la calle Ermitagaña, se organizará la sección de la vía en sentido hacia Landaben, eliminando uno de los dos carriles de circulación, pasando las plazas de aparcamiento en batería a línea entre el carril bici y el carril motorizado, espacio en el que se reubicarán también los contenedores de residuos. El carril bici en este tramo tendrá una banda de protección de 0,90 metros para prevenir accidentes que con menor protección podrían producirse por la apertura de las puertas de los coches aparcados en el lateral izquierdo.
Otra de las características de este proyecto tiene que ver con la reducción de la mediana que separa ambos sentidos de la circulación, en un segundo tramo de la vía, entre la rotonda de confluencia de las calles Ermitagaña y avenida Central de Barañáin y la rotonda de entrada por la calle A en la parte sureste del polígono de Landaben. La mediana de la calle se desplaza ligeramente y se modifica haciéndola más estrecha, para permitir que puedan mantenerse los dos carriles de circulación de vehículos en ambos sentidos, además del carril bici ubicado en parte derecha en sentido hacia Landaben.
Los carriles de circulación se estrechan también como medida de calmado de tráfico, reforzando el control de velocidad que ya se ejerce mediante un radar fijo, necesario en una vía en la que actualmente es habitual que se incumpla el límite de velocidad de la vía de 50 km/h por su configuración rectilínea y su función como vía de acceso al polígono industrial. Esta modificación de la mediana implica el desplazamiento del alumbrado público a las dos aceras, y la coordinación de la actuación con el Servicio municipal de Zonas Verdes con el fin de acomodar la posición de las farolas a los árboles existentes.
El proyecto se ha diseñado para favorecer la seguridad en los cruces peatonales y ciclistas con la calzada de los vehículos. Para ello, además del estrechamiento de carriles como medida de calmado de tráfico, reordenan los accesos al aparcamiento disuasorio ubicado en la parte trasera de la Biblioteca General de Navarra; y se eliminan giros en intersecciones con la carretera del cementerio y con el camino de Miluze. El incremento de la acera y un paso avanzado en el entorno de la ikastola Jaso, la iluminación de pasos peatonales o un nuevo paso semaforizado de botón incidirán en la seguridad de la zona.
Presupuesto de licitación de 969.000 euros
El Ayuntamiento de Pamplona y el Departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra han firmado un convenio para regular la concesión de la subvención que ha recibido el Gobierno de Navarra procedente de los fondos europeos Next Generation EU para financiar este trabajo. Ésta se establece en un máximo de 874.011,74 euros para los conceptos de ejecución de las obras y su dirección.
El Ayuntamiento de Pamplona será el encargado de la licitación y ejecución de la obra, que contará con un presupuesto aproximado de 801.187,25 euros, IVA excluido, a través del acuerdo marco de urbanismo táctico y carriles bici. A ese coste se debe añadir el de las direcciones de obra y la coordinación de seguridad y salud, ambos conceptos financiados también a través de los fondos europeos.
El proyecto constructivo del carril bici de la calle Miluze ha corrido a cargo de la Dirección General de Transportes y Movilidad Sostenible, con un coste de 18.150 euros (IVA incluido). Además, en base al convenio firmado, el Gobierno de Navarra aporta la asesoría técnica en lo relativo a los fondos Next Generation EU, asesoría ambiental y coordinación, seguimiento y supervisión de la ejecución de la obra cuando se lleve a cabo.
Por su parte el Ayuntamiento de Pamplona asumirá la financiación del importe correspondiente al IVA de la ejecución y la dirección de obra, por un importe estimado de 174.979,30 euros, pues esa es la parte de gasto que no cubre la ayuda de los fondos Nex Generation EU que ha recibido el Departamento de Cohesión Territorial de la Administración Foral de Navarra.
Esta actuación en el término municipal de Pamplona, que favorece también la conexión del municipio de Barañáin con el polígono de Landaben ya que el nuevo carril bici se inicia en la conexión del carril bici que une ambos municipios, contribuye a la Estrategia Go Green Pamplona de Transición Energética y Cambio Climático que engloba todas las acciones que contribuyen a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, entre las que destacan las encaminadas a impulsar un cambio en el modelo de movilidad, siendo el transporte el principal sector emisor en nuestra ciudad, alcanzando el 56% del total de emisiones de CO2 según el diagnóstico en el que se basa esa estrategia Go Green Pamplona.