Diario de Navarra ha realizado durante toda esta semana el balance de la legislatura en Empleo por medio de artículos, opiniones de expertos, infografías, foros de debate y opinión. A continuación se plasman las principales propuestas que el periódico hace suyas respecto a los retos que se deberían abordar para garantizar el futuro y calidad del empleo en la Comunidad foral.
El mercado laboral ha registrado una gran fortaleza en estos años en los que hemos atravesado una pandemia (gracias a los
ERTE) y ahora la crisis energética por la guerra de Ucrania. A pesar de todo, los afiliados a la
Seguridad Social han pasado de 281.700 a 298.700. El paro, en cambio, apenas ha disminuido en 1.500 personas y seguimos contando con 32.300 desempleados. En cuanto a la evolución del empleo en los últimos cuatro años, Navarra se ha situado claramente por debajo de la media nacional. En el conjunto de España el descenso del paro ha sido del 11,5% mientras que en la Comunidad foral se ha limitado al 4,4%. A pesar de todo existe un
gran desajuste en el mercado laboral, puesto que junto a la cifra de parados coexiste un grave problema para encontrar perfiles concretos en sectores como servicios (hostelería, comerciales), agricultura, construcción o algunos perfiles en la industria (de carretilleros a ingenieros).
2. Eliminar cuellos de botella
Navarra es una comunidad pequeña donde debe ser posible realizar un mayor esfuerzo para encajar oferta y demanda laboral. Hace falta remover los obstáculos que la dificultan. Pasa por aprovechar todos los fondos para formación, por flexibilizar los currículos formativos, por aumentar la participación de la empresa en el sistema educativo e impulsar la formación en alternancia, teórica y práctica en las compañías y por mejorar la cualificación de los desempleados.
El impulso de la Formación Profesional es clave para que los jóvenes navarros tengan una puerta de acceso al empleo, y también para el futuro de las empresas navarras. Las estimaciones de los expertos recogen que hasta 2030 en dos de cada tres empleos se van a pedir perfiles técnicos. El camino para responder a esa demanda del mercado y ampliar las oportunidades de los jóvenes pasa por aumentar el porcentaje de alumnos que se decanta por la Formación Profesional, que ahora es del 40%, y acercarse a la media de los países europeos que ronda el 60-70% . Un instrumento importante para generar oportunidades y crear una población con cualificaciones laborales intermedias y superiores es un eficaz sistema de FP. Una eficacia que pasa por la vinculación entre los centros educativos y la empresa, para lo que es imprescindible el concurso de las pequeñas y medianas compañías, y el equilibrio ente la formación específica y la flexibildad de adaptación a las nuevas necesidades laborales.
4. Esfuerzo en cualificación de los parados
El 60% de los parados en Navarra tienen sólo un nivel educativo elemental. Hace falta un esfuerzo mucho más intenso y coordinado de cualificación para integrar a estas personas en el mercado laboral. Es necesario apostar por su recualificación profesional y por itinerarios personalizados que ayuden a detectar las capacidades de los desempleados y orientar su formación hacia las demandas del mercado. Capacitar en competencias técnicas y tecnológicas, y hacerlo de manera creativa.
El proceso de envejecimiento va a llevar que en un años haya cada vez más necesidad de empleo que no pueda ser cubierto con la población local. La inmigración va a ser, por tanto, una necesidad para sostener el sistema productivo en Navarra. Parece conveniente ayudar a que este fenómeno pueda canalizarse para hacer frente a estas necesidades. Ello incluye ligar de manera más firme las ayudas sociales como la renta garantizada al empleo para evitar situaciones no deseadas como señalan algunos sectores empresariales.
Navarra aspira a seguir siendo una comunidad que genere
empleo de calidad, porque es la manera de garantizar luego una comunidad con alto nivel de bienestar. Ello exige aumentar la competitividad de las empresas no por la vía de ajustar los salarios sino por la de sumarse a las nuevas exigencias del mercado en pleno siglo XXI.
Digitalización y sostenibilidad, entre ellas. Además es importante potenciar en este nuevo marco actitudes como el trabajo en equipo, la responsabilidad y la flexibilidad. Combinar la especialización y la polivalencia.
La capacidad de acuerdo entre empresarios y sindicatos es fundamental para el buen funcionamiento del mercado del trabajo y favorecer el empleo. El diálogo social ha sido tradicionalmente en Navarra un instrumento fundamental como método de entendimiento y desarrollo del mercado laboral. Mantener y potenciar este esquema que tan buenos frutos nos ha ofrecido, es básico para afrontar los nuevos retos a los que nos enfrentamos.
8. Formación permanente en empresas
La evolución de la economía y la innovación afectan también a la población ocupada, cada vez con más dificultades para agotar la vida laboral sin adquirir nuevas competencias. Esto va a exigir el esfuerzo de los trabajadores y de las empresas, que deben contribuir con mayor intensidad en la formación y cualificación de sus profesionales. Ello va a requerir una profunda transformación de la cultura interna de muchas compañías. No bastará con reciclar nuevos conocimientos, será también necesario ponerlos regularmente en práctica. La formación continúa es el camino para que las transformaciones del mercado no se conviertan en barreras.