Crisis en UPNEl expresidente de UPN considera que pueden ser expulsados del partido si no entregan el acta de diputados
Miguel Sanz: "Lo de Adanero y Sayas es una indisciplina en toda regla"
El expresidente de UPN considera que pueden ser expulsados del partido si no entregan el acta de diputados

Actualizado el 04/02/2022 a las 17:30
"UPN ha sabido salir de situaciones similares a ésta. Espero que en este caso así sea, pero habría sido mejor que no se hubiera producido lo que se producido con la posición de nuestros dos diputados en Madrid, haciendo caso omiso de lo que había sido una directriz del partido". Así se manifiesta Miguel Sanz, expresidente de UPN y expresidente del Gobierno de Navarra, en relación a la polémica que sacude a su partido después de que Carlos García Adanero y Sergio Sayas hayan desobedecido al actual presidente de UPN, Javier Esparza, para votar 'no' a la reforma laboral de Pedro Sánchez.
¿Cómo cataloga la actuación de Sayas y García Adanero?
Como una indisciplina en toda regla. Cualquier error que haya podido producirse de falta de comunicación o algo, si es que se ha producido, no minimiza la decisión tomada por ellos al margen de las directrices del partido. La gravedad no tiene ni punto de comparación de una cosa con la otra. Y, por consiguiente, el tema habrá que resolverlo. En un caso cambiando las formas de actuar y, en el otro, conforme a los estatutos, adoptando las resoluciones pertinentes.
¿Habla de expulsar de UPN a los dos diputados?
Hablo de lo que tenga que plantear y considere el Comité de Disciplina, que puede llevar indudablemente a la expulsión si no entregan previamente las actas de diputados por haber votado al margen de la directriz del partido sobre un asunto de gran trascendencia como era la reformita de lo que fue la reforma laboral del PP.
¿Que UPN votase a favor de la reforma de Pedro Sánchez era lo correcto?
Para mí sí. Y lo baso en la trayectoria que siempre ha tenido UPN, al menos mientras yo presidí el Gobierno de Naarra en representación del partido y de los votantes que nos dieron su apoyo. Durante mi mandato se firmaron cuatro acuerdos por el empleo con los agentes económicos y sociales, y se puso en marcha el Tribunal Laboral para evitar los conflictos en las empresas y no judicializar los procesos. Los gobiernos que presidí fueron los del pacto. Por esos antecedentes, UPN no podía votar en contra de lo que es una reforma basada en el acuerdo de los agentes económicos y sociales con la patronal, y basada además en una mejora de la empleabilidad respecto a la reforma del PP de 2012. UPN no podía estar al margen de lo que ha sido siempre una constante en su trayectoria de búsqueda de la paz social. Había que votar a favor.
¿Y por qué cree entonces que García Adanero y Sayas han hecho lo que han hecho?
A Carlos García Adanero y Sergio Sayas les tengo en consideración. Siempre han estado a mi lado. Han hecho una gran labor en las Cortes Generales. Eso no quita para estar absolutamente contrariado con lo que ha sido su actuación ahora. No se puede minimizar la gravedad de su actitud, sobre todo por el daño que han generado en la credibilidad y fiabilidad que siempre ha tenido UPN ante el resto de sus competidores políticos. UPN siempre ha sido un partido fiable que lo que ha pactado lo ha cumplido. Y en este caso se ha roto ese principio. Trabajaré por que mi partido recupere la credibilidad.
Sale malparado UPN. ¿También concretamente Javier Esparza como presidente del partido?
Ahora lo importante no es eso. Yo estoy con Esparza porque estoy, como decía Cánovas, con la patria. Hay que estar a veces con razón o sin ella. Yo estoy con el presidente y, en la medida de lo posible le ayudará en lo que sea. Pero es indudable que lo ocurrido no le beneficia. Ojalá no hubiese ocurrido. Me consta que Esparza está perjudicado sentimentalmente y afectivamente. Entre todos procuraremos apoyarle.
Después de lo ocurrido, ¿las posibilidades de entendimiento entre UPN y el Partido Socialista se esfuman definitivamente?
Salen muy dañadas. Siempre he sido partidario de votar que sí a esta reforma aunque lo hubiésemos tenido que hacer con la nariz tapada por la humillación que nos ha venido procurando el gobierno socialista de María Chivite y Pedro Sánchez. Era pinchar en el hilo de conexión que mantienen estos gobiernos 'frankestein' y un punto de inflexión para poder recuperar el consenso entre el constitucionalismo.