“Por Itxaropen Gune pasan al año 350 mujeres prostituidas”

Itxaropen Gune-Lugar de Esperanza (AIGLE) es una asociación que interviene en el ámbito de la prostitución y la trata con fines de explotación sexual. Alberto Urteaga Villanueva es su coordinador. ¿Cuánto tiempo lleva en marcha Itxaropen Gune? Se creó en 2004, pero ya antes había una serie de profesionales que trabajaban con la mujer en exclusión, sobre todo, gestantes solas. En aquella época costaba integrarlas. Eso fue derivando y en 2004 se creó Itxaropen Gune con el proyecto de trabajar con el mundo de la prostitución. ¿Usted cuándo llegó al proyecto? Estoy desde los comienzos, soy de los fundadores. Al principio todo era voluntario, claro, hasta que empezamos a recibir ayudas y creamos el programa Agar, que tiene diferentes fases. Se empezó a hacer visitas a los clubes, a los pisos y a la calle, se comenzó a dar formación a las chicas a través de talleres que les permitieran poder salir del mundo de la prostitución, siempre desde su libertad y desde su opción. La cuestión es acompañarlas. También se abrió un piso de acogida, que supone para ellas una oportunidad para reflexionar, pensar y tomar decisiones. Ahora ya tenemos varios pisos (de emergencia, larga estancia, etc.). No debe de ser nada fácil acceder a ellas... No, no es fácil, también porque traen consigo una historia de desconfianza, de violencia y de anulación. Nosotros nos hemos encontrado con que el 99% de las mujeres no están ahí por su propio interés. Yo no digo que no las haya, pero lo que Itxaropen Gune se encuentra en Navarra no es eso, y salimos todas las semanas a estar con ellas. La relación es lenta, es un camino de muchos años. El paso a una integración total tienen sus subidas y bajadas, y estamos ahí acompañándolas a muchos niveles, laboral, emocional y también jurídico, porque muchas viven en situaciones irregulares. ¿La mayoría son inmigrantes? Sí. En esto ha habido mucha evolución. Se ha pasado de un perfil de mujeres de aquí, relacionadas con el mundo de los consumos, a mujeres migrantes del África Subsahariana, de Brasil, etc. ¿Cuántas mujeres puede haber en esta situación en Navarra? Son datos difíciles de cuantificar y, además, varían según la situación. Por ejemplo, en San Fermín aumenta. Por Itxaropen Gune pasan alrededor de 300 ó 350 personas al año. No sé cuánto puede representar eso del total. El Gobierno de Navarra acaba de concederles la gestión de un nuevo piso. Sí, el año pasado abrimos un piso para víctimas de trata y el de ahora es debido a la Covid-19, porque había mujeres en confinamiento y sin recursos económicos. Son cuatro plazas y al segundo día ya estaba lleno. Agradecemos al Instituto Navarro para la Igualdad y al Gobierno de Navarra por su interés. Hay que reconocer que se están dando pasos. Por otra parte, en 2017 creamos un segundo programa de salud mental ¿Por qué? Nos ocurría que a los pisos llegaban mujeres del mundo de la prostitución, pero con problemas de salud mental, a veces derivados de los consumos. Veíamos que la convivencia no era buena y que teníamos que haceruna intervención distinta. A día de hoy se ha convertido en un recurso abierto más allá de la idea original, pisos tutelados a los que llegan mujeres derivadas de los centros de salud mental o de las unidades de barrio. Navarra cuenta desde hace algún tiempo con un protocolo para víctimas de trata. ¿Es útil? Mucho. Se creó gracias al trabajo mano a mano con Gobierno de Navarra de entidades sociales, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y otro tipo de agentes. El objetivo era llegar a un consenso sobre cómo actuar en situaciones de trata, cómo hacer las derivaciones. Es un paso importantísimo y acuerdos como éste posibilitan afrontar muchas situaciones de exclusión. La prostitución genera un debate cada vez más enconado entre abolicionistas y no abolicionistas. ¿Hay matices más allá de esas dos posiciones? El debate está en la calle y en los medios y eso es importante. Creo que hay que respetar todas las reflexiones porque, de otra manera, estaríamos cayendo en exclusiones otra vez. Cada reflexión y cada postura vienen desde experiencias y más allá del debate, está lo que cada persona trae consigo. Para nosotros lo prioritario son las personas, acompañarlas en su momento existencial, porque los vínculos se crean desde las confianzas. Eso no se hace solo con una ley, sino con relación, diálogo y acompañamiento. ¿Creen que ha cambiado la percepción social de la prostitución? No sabría decir. Hacemos sensibilización en la educación formal y en la no formal, pero no tenemos datos para saber si ha cambiado o no. La conciencia de cada un la lleva uno mismo, y lo nuestro es un poco como sembrar y esperar. Lo que sí es un cambio es la cantidad de pornografía que ahora se consume en Internet.

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