Un aerogenerador que, en lugar de levantarse hacia arriba, hacia el cielo, se hunde hacia abajo, hacia el fondo del mar. Y allí, en lo más oscuro y profundo, utiliza la fuerza de las mareas y de las olas para producir energía. Es lo que la
empresa gallega Magallanes Renovables quiere hacer con una plataforma que mantiene en las islas Orkney, en Escocia. Las palas (como las de los molinos eólicos que lucen en los montes) se están fabricando en Navarra. En concreto, en
San Adrián, en la planta de
INPRE (Industrias Navarra de Plástico Reforzado). Ya están listos los dos prototipos y el objetivo es que durante este 2022 estén terminadas siete palas, de las que seis
se colocarán en la primavera de 2023 en la mencionada localización. La otra pala estará a las pruebas previas a la instalación.
Este es el objetivo del proyecto europeo denominado NEMMO en el que participa la empresa navarra. Se trata de un plan de I+D+i, que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea a través de su programa Horizon 2020. El objetivo es fabricar palas de mayores dimensiones que las actuales, hasta 12 metros de largo, en materiales compuestos, más ligeras y duraderas para generadores llamados mareomotrices en plataformas flotantes. Así lo explicó Martín Flores Razquin, director general de la empresa navarra. “Los dispositivos alcanzarán una capacidad de más de 2 MW, similar a la potencia de un aerogenerador convencional”, explicó el directivo.
El proyecto europeo lo desarrolla un consorcio integrado por 12 socios, entre ellos, INPRE, de siete países diferentes. Tiene un presupuesto de 5 millones de euros de los que un millón corresponde a la empresa navarra. “El proceso abarca toda la cadena de valor, desde centros de investigación, empresas de ingeniería, testeo y fabricación de componentes”, añadió Flores.
“La energía mareomotriz (la producida por las mareas del mar) es una parte esencial del futuro energético de Europa. Es una energía limpia y predecible y el recurso potencial de las mareas es enorme. La UE se ha fijado el objetivo de alcanzar los 100 GW de capacidad instalada para 2050 de energía undimotriz (producida por las olas) y mareomotriz. Puede ser una línea importante de desarrollo para nosotros. Esta actividad tendrá recorrido en el futuro como línea de negocio”, apuntó el directivo.
DESDE 1988
La relación de INPRE con las energías renovables no es nueva ya que es proveedor desde 1994 de Gamesa, hoy Siemens Gamesa.
La empresa fue fundada en 1988 en San Adrián al 50% entre Miguel Ángel Muro Lasheras, ya fallecido, y Santiago Calvo, propietario de Carrocerías EGA, en la misma localidad. Hoy cuenta con 143 trabajadores s (113 en Navarra y 30 en Ágreda) y una facturación de 26,5 millones de euros en 2021, mientras que en 2015 los empleados sumaban 85 y la facturación, 18 millones. Se dedica a la fabricación de rollos de placas de poliéster reforzado con fibra de vidrio que van destinadas a los clientes carroceros de camiones, tanto frigoríficos como paqueteros. Es decir, fabrican las placas que forman los lados exteriores de la ‘caja’ del camión. Entre sus clientes carroceros destacan Thermo-Europ, Grupo Lecitrailer y Parcisa, en España, así como Grup Gruau (Francia), N.Force y J.Pires, en Portugal.
En 1994 surgió la oportunidad de trabajar con el mismo material para Gamesa. “La empresa de renovables necesitaba un proveedor con conocimiento en materiales compuestos para fabricar las partes exteriores de la nacelle (la parte superior del aerogenerador unido a la torre). Desde ese momento, comenzó una colaboración que dura hasta el día de hoy”, apuntó el directivo.
Fruto de esa colaboración, INPRE se expandió construyendo nuevas plantas. Primero, abrió una en
Zamora, en 1994, y cuando la cerró construyó la de Ágreda, en 2004. Los productos para los aerogeneradores que fabrica INPRE van destinados a su planta de Ágreda. Por sus dimensiones (hasta 15 metros) llegan en parte desmontados hasta allí para finalizar el montaje y después trasladarlos a la fábrica de
Siemens Gamesa en el mismo Ágreda, de donde partirán a los diferentes destinos. Esta actividad representa algo
más del 70% de la facturación, mientras que más del 20% representa el negocio de placas para carroceros. Porcentajes de una empresa que empezó vendiendo placas para carroceros de camiones y para la que hoy el sector eólico supone la mayor parte de su negocio.
PERFIL
Martín Flores Razquin (Guipúzocoa, 10 de septiembre de 1966) es el director general de INPRRE desde enero de 2022. Residente en Pamplona desde que cumplió un año, es Ingeniero técnico por la Universidad de Navarra, comenzó su trayectoria profesional en la empresa MTorres, donde desarrolló trabajo de asistencia técnica durante 10 años, tanto en el sector del papel como el aeronáutico. Este directivo de 55 años, que vino a Pamplona con un año, se incorporó en 1999 a KYB (AP Amortiguadores) durante un periodo de casi dos años como responsable de una célula de producción. A finales de 2000 volvió a MTorres como responsable de proyectos de la división aeronáutica para pasar a ser responsable de operaciones en 2005. Más tarde, en 2019 asume la dirección de la unidad de negocio aeronáutico. Posteriormente, en 2019 se incorporó al centro tecnológico NAITEC como responsable de negocio y operaciones hasta finales de 2021. Está casado y tiene tres hijos de entre 17 y 22 años.
AL DETALLE
Origen. INPRE (Industrias Navarra de Plástico Reforzado) fue constituida en 1988, en San Adrián, al 50% por Miguel Ángel Muro y Santiago Calvo.
Propiedad. Es una empresa familiar, propiedad de Mari Viedma Garrido y Eva Muro Viedma, viuda e hija del fundador Miguel Ángel Muro. Ambas comparten la dirección con Martín Flores.
Actividad. Fabricación de rollos de placas de poliéster reforzado con fibra de vidrio.
Clientes. El principal cliente es Siemens Gamesa porque su producto se utiliza para fabricar cabinas exteriores de los aerogeneradores. En la parte de carrocería industrial, sus placas van destinadas a, entre otros, Thermo-Europ, Grupo Lecitrailer y Parcisa, en España. Además de Grupo Gruau (Francia), y N.Force y J.Pires, en Portugal
Plantas. En San Adrián, donde está la sede, constituida en 1988, donde ocupa 18.500 metros cuadrados en tres naves sobre un terreno de 29.000 metros cuadrados. Además, cuenta con un planta en Ágreda, desde 2004, donde ocupa 1.700 metros cuadrados cubiertos de un total de 5.500. Tuvo otra en Zamora, ya cerrada.
Trabajadores. 143: 113 en San Adrián y 30, en Ágreda.
Facturación. 26 ,5 millones de euros en 2021.