Osasuna
El primer gol de Abde
su presentación generó expectación en el sadar

Actualizado el 03/09/2022 a las 06:00
Ez Abde ya ha marcado su primer gol. El extremo marroquí se ha ganado al osasunismo con su inocencia y timidez delante de las cámaras. Es el típico chaval de 20 años al que le asustan los micrófonos, que tiene miedo escénico, pero luego se deshace de rivales sin piedad. En ese terreno, el de juego, se siente cómodo. Él es así y lo demostró en su primer día en Pamplona.
Su juventud e inexperiencia en el mundo del fútbol -es su primera salida fuera del Barcelona- casi le cuesta el fichaje por Osasuna. Con casi todo apalabrado, el Elche se metió en medio y dio un giro a las negociaciones. “Me generaban dudas porque ahí vive mi familia, están mis amigos y he crecido. Me costó tomar la decisión. Aun así llamé a Braulio y le dije que quería estar en Osasuna”, confesó el marroquí.

UN FICHAJE DE PELÍCULA
La crónica del fichaje de Ez Abde por Osasuna bien la podría firmar cualquier director de cine. Su argumento no deja indiferente a nadie. Todo comenzó en 2019 cuando el extremo se dio a conocer en el Hércules, de Segunda B. Braulio lo apuntó en su extensa agenda. El Barça lo cazó para la Masía y su alternativa fue, precisamente en El Sadar. El marroquí anotó un gol y volvió loca a la defensa rojilla. La primera toma de contacto real se produjo hace dos meses. La dirección deportiva tenía una terna de candidatos para reforzar la banda. Uno de ellos era Ez Abde y así se lo comunicaron a Mateu Alemany, director deportivo azulgrana. “Me dijo que era imposible que saliera”, comentó Braulio Vázquez.
El verano siguió su curso y el nombre pareció desvanecerse. Amante del fútbol, por profesión y devoción, el director deportivo rojillo se puso a ver el pasado lunes el partido entre Valencia -juega su hijo Jesús- y el Atlético de Madrid. Braulio le tiró un mensaje a Jagoba: “¿Volvemos a preguntar por Abde?”. Faltaban tres días para el cierre de mercado y el marroquí seguía sin cerrar una cesión. “No quiero un extremo. Yo quiero a Abde”, le contestó el técnico de Berriatua. La mecha ya estaba encendida. Con nocturnidad, Braulio llamó al futbolista. Jagoba, también. Las posturas se acercaron. Entre martes y miércoles entró en escena el Elche, con su oferta económica y sentimental. Las dudas invadieron al jugador. Sin embargo, el protagonista desbloqueó el entuerno con una nueva llamada. Eran las once de la mañana del jueves, día de cierre de mercado: “Braulio quiero ir a Osasuna”. Este deseo también se comunicó a los dirigentes azulgranas. Abde acudió a la Ciudad Deportiva culé, amplió su contrato hasta 2026 y viajó a Pamplona.
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