Tras veintitrés años peleando en la cancha Ricardo Úriz decidió que era el momento de cambiar la camiseta por la pizarra. Recopiló todas las experiencias y se puso al mando del filial del Baskonia durante 17 partidos, consiguiendo 13 victorias. Su primer contacto con el banquillo comenzó bien, él estaba satisfecho y el club también. El primer equipo del Baskonia le seguía de cerca y sus méritos le llevaron a formar parte del staff técnico de Neved Spahija en la ACB, donde compitió desde enero hasta el final de temporada.
El Baskonia llegó a las semifinales, donde cayeron derrotados ante el Real Madrid, pero el esfuerzo fue tal que el Baloncesto Talavera se interesó por el técnico pamplonés para dirigir a su equipo en LEB Plata, categoría donde todavía no han jugado y donde se medirán al ENERparking Basket Navarra de Jordi Juste.
¿Por qué por Talavera?
Es un proyecto que nace este año y el director deportivo, Guillermo Rejón, se puso en contacto conmigo para afrontarlo. Es un proyecto joven, pero que tiene ambición y que quiere hacer las cosas bien. Creen en el crecimiento y eso está alineado con lo que yo quiero y entiendo como entrenador. Es una buena oportunidad para crecer juntos de la mano. Ahora me toca subir de categoría, el año pasado estuve en EBA y ahora en Plata , es momento de crear experiencias.
¿Qué le transmitió el club?
Talavera, desde el principio y desde que hablé con Guillermo, me transmitió esas ganas de crecer. Es una ciudad de 90.000 habitantes que por desgracia ha vivido el descenso del fútbol sala y el balonmano, así que ahora le toca al baloncesto dar un paso adelante. Tienen muchas ganas de hacer las cosas bien, están muy implicados y ahora nos debemos hacer que la ciudad se vuelque con el basket.
Tendrá una plantilla joven.
Sí, aún estamos confeccionando la plantilla, aún no la tenemos cerrada porque queda un mes, pero estamos intentando reclutar el mayor talento posible. La LEB Plata es una liga diferente y predomina la juventud, un perfil que le ha dado el éxito al Basket Navarra en los últimos años. Intentaremos cerrar bien las posiciones para conseguir los objetivos.
El objetivo del Talavera es llegar a consolidarse como lo ha hecho el Basket Navarra
¿Qué filosofía tiene para afrontar la LEB Plata?
Es muy dinámica, no hay un rol tan definido, es menos táctica que la LEB Oro, pero el ritmo sí que es muy alto. Hay muchas posesiones, los jugadores recorren el campo a alta velocidad y mucha presión al balón, así que trabajaremos para que los jugadores estén ágiles e intentaremos hacer un equipo con hambre de crecimiento, en la linea del club.
¿Está ilusionado?
Sí, tengo muchísimas ganas. Todos queremos adquirir experiencias, pero yo sobre todo. Este proyecto me da mucha confianza e intentaré trabajar lo mejor posible porque Talavera está igual de ilusionado que yo, todos queremos consolidarnos como Basket Navarra en la categoría.
¿Qué le parece enfrentarse al ENERparking Basket Navarra este año?
El equipo lo está haciendo muy bien estás temporadas, el año pasado lo hicieron fantástico con una plantilla que sufrió lesiones. Tuvieron jugadores que lo dieron todo y considero que Jordi Juste está haciendo un gran trabajo allí. Es un ejemplo de lo que queremos ser en Talavera, consolidarnos como equipo. Ojalá en los próximos meses podamos competir con todos los clubes de LEB Plata.
La parte que más estoy disfrutando es el trabajo que hay detrás, antes no era consciente de todo
¿Objetivos?
Sobre todo el objetivo de crecer. Cuando completemos la plantilla veremos en qué situación nos deja a nivel de talento con respecto al resto de equipos, pero a partir de ahí lo que marcará todo será el trabajo. Iremos día a día y será importante la ambición de los jugadores, las ganas de ir mejorando y de desarrollarse, pero esto no se hace en cuestiones de semanas, se logra con el tiempo. Lo que está claro es que nosotros tenemos esa ambición por competir y por ser lo mejor que podamos. Creo que esto es lo que marcará al final de temporada nuestro lugar en la clasificación. Aún no podemos hablar de un objetivo concreto, falta la plantilla, pero ambición y ganas hay.
¿Y cómo ha sido su primera experiencia como entrenador?
Ha sido una experiencia de muchos quilates. El estar en una estructura de un equipo de Euroliga me ha hecho aprender muchísimo, ha sido un máster para mí. Empecé en el segundo equipo y en enero me llamaron para subir al primero y a partir de ahí, el hecho de poder ser participe de la planificación, de las sesiones, de los partidos de Euroliga y ACB, han supuesto un aprendizaje muy enriquecedor. Ahora toca trasladar toda esta experiencia que he adquirido a esta temporada que va a empezar.
¿El cambio ha sido positivo?
Sí. Me está ayudando, aunque sí que es verdad que ser entrenador es totalmente diferente a ser jugador. Antes era participe, protagonista, tomaba mis decisiones dentro de la pista, tenía el balón en la mano, para lo bueno y lo malo, y también una responsabilidad, pero ahora como entrenador lo veo todo desde otro punto de vista. Te fijas en lo individual y en lo colectivo, es más complejo, tiene más trabajo, pero es muy bonito y enriquecedor, aunque suponga una visión diferente del juego.
17 encuentros dirigió Úriz como primer entrenador del filial del Baskonia antes de subir al primer equipo. Logró 13 triunfos.
¿Cómo van los nervios desde el banquillo?
No puedo negar que hay momentos en los que, con los chavales más jóvenes o con menos experiencias, vivo cosas que yo ya tengo muy asumidas, pero me doy cuenta de que necesitan su tiempo. Son aspectos que yo ya tengo más que vividos, pero el secreto está en intentar ayudar, en intentar sumar, en convencer para que los jugadores adquieran esa experiencia y la sepan aprovechar.
¿Qué es lo que más le está gustando?
El trabajo que hay detrás. Cuando eres jugador o cuando sigues a un equipo no lo ves, hay mucho más de lo que uno piensa y esa planificación, ese trabajo en la sobra, me encanta. Cuando eres jugador sí que eres más consciente de lo que pasa, pero hay más elementos de los que uno cree. Quizá está es la parte que más estoy disfrutando, también es la más importante de nuestro trabajo.