Osasuna y su dilema
- Jose Mª Redin Berdonce
Ya sabemos que no corren buenos tiempos para el fútbol, y menos para los clubs que por su singularidad se nutren de la cantera y afición, la cual no suele fallar. Pero con esto de que el pez grande se come al pequeño y las distancias lucrativas y competitivas cada vez son más, es fácil adivinar que de seguir así y no se cambien las reglas de juego llegará el día que tanto los títulos como los primeros puestos en juego serán cosa de cuatro y poco más.
Y en la situación que está nuestro querido C.A Osasuna con los gastos que han supuesto el nuevo estadio, las instalaciones y mantenimiento de Tajonar, mucho me temo que se verá siempre metido en unas deudas que sabe Dios cuándo pagará. Pero no solo aquí está el problema, sino que al tratarse de un juego que depende de una clasificación en la que te dice hoy puedes estar pero mañana bajar, nos podemos encontrar que las cuentas ya no cuadran y lo que hoy parecía jauja mañana es carrascal. Y hablando de canteras cabe recordar que el otro día, cuando nos visitó el Bilbao y nos dio tal repaso, fue con nuestros propios cachorros: aquellos que se llevaron por cuatro cuartos mientras nosotros los criábamos y mimábamos en Tajonar. Y ahora me pregunto, ¿ya compensa hacer jugadores de la tierra, cuidarlos y prepararlos para que un día no lejano venga alguien y se los lleve por cuatro cuartos? Porque de ese modo nunca podremos aspirar a tener un buen equipo ni metas mejores que lograr. Y aquí está el quid de la cuestión: o empleamos el dinero en hacer un equipo más competitivo, sin tanto agobio ni gastos en la cantera, y tanta instalación o no saldremos nunca de deudas siendo el equipo modesto y vivero para que otros equipos logren los puestos de honor.
Jose Mª Redin Berdonce