Turismo Navarra
5 pueblos bonitos cerca de Pamplona para visitar en el puente foral
Todos ellos se encuentran a menos de una hora en coche desde la capital de Navarra

- Conocer Navarra
Tanto si vives en Pamplona y deseas hacer unas visitas cercanas a la urbe como si vienes desde fuera y has elegido como alojamiento la capital, te ofrecemos cinco alternativas para organizar cinco breves excursiones a otros tantos pueblos con encanto de Navarra. Todos ellos, a menos de una hora de coche desde Pamplona.
1. OLITE se encuentra en lo más alto de todos los listados de visitas imprescindibles en Navarra. Su castillo de ensueño, con sus elegantes tejados de pizarra negra, sorprende a todos aquellos que visitan esta localidad, ubicada a poco más de media hora de viaje desde Pamplona. Además de la fortaleza, un callejeo te permite conocer su rico patrimonio en el que destacan iglesias, plazas, casas nobles o un Parador Nacional. Ademas, Olite es la capital de vino de Navarra y podrás visitar el Museo dedicado a este producto y catar los mejores caldos navarros.
2. PUENTE LA REINA es Camino de Santiago, en ella se unen los dos ramales que cruzan Navarra, la ruta francesa y la aragonesa. Se ubica a menos de veinte minutos de la capital y guarda entre sus calles toda la riqueza que la ruta jacobea fue depositando allí por donde pasó. No hay que dejar de visitar sus iglesias del crucifijo, de Santiago y de San Pedro, así como el famoso puente que da nombre a la villa, considerado uno de los ejemplos románicos más hermosos y señoriales.
3. ARTAJONA es una de las sorpresas de Navarra y también invertiremos poco más de media hora en llegar desde Pamplona. Allí podremos conocer impresionante fortaleza del siglo XI es conocida con el nombre de “El Cerco”. Conserva nueve torres almenadas de forma cúbica de las catorce que tenía el conjunto, unidas por lienzos de sillería y un bonito paseo de ronda. En su interior, con casas muy bien conservadas, destaca la la iglesia-fortaleza de San Saturnino, declarada Bien de Interés Cultural.
4. UJUÉ podría describirse como el mejor ejemplo de pueblo atalaya de Navarra. Construido sobre un cerro, destaca en la cumbre la mole del santuario fortaleza de Santa María de Ujué, desde el que descienden las calles y las casas formando un conjunto de gran armonía. Aunque es la localidad que se encuentra más alejada de Pamplona (necesitaremos cerca de 50 minutos para llegar), la visita merecerá la pena. Más si además probamos algunos de sus tesoros gastronómicos, como las migas de pastor, las chuletillas de cordero o las almendras garrapiñadas.
5. EUGI y su reflejo en las aguas del embalse del mismo nombre es una estampa de gran belleza que nos invita a relajarnos. Si en los cuatro casos anteriores descendíamos desde Pamplona hasta la denominada Zona Media de Navarra, en este caso nuestro coche tomará dirección norte para alcanzar en unos 35 minutos esta población. Nos encontraremos así con una localidad con caserones más típicos de la zona de montaña, con sus paredes encaladas, piedra en esquinas, vanos y puertas y entramados de madera. Un paseo sencillo nos permite recorrer el pueblo a orillas de la lámina de agua del embalse. Además, ascendiendo hacia los bosques de Quinto Real, podremos visitar las ruinas de la antigua Real Fábrica de Armas de Eugi.