Cartas de los lectores
Movilidad urbana y llamamiento a un testigo de un accidente en Mendillorri
Un ciclista que fue embestido por un automóvil pide ayuda para esclarecer el incidente

- Javier Escribano
El pasado martes 14 de marzo fui embestido cuando esperaba con mi bici en el ceda el paso de la rotonda de la chimenea de Mendillorri por la conductora de un coche que con anterioridad me había increpado por no utilizar el carril bici contiguo. El golpe fue leve, bajé de la bici, conseguí que no siguiera circulando y llamé a la policía, increíble el tiempo de reacción de la misma, en menos de dos minutos habían llegado, y más increíble la versión de la conductora que dijo que yo había echado marcha atrás golpeando su vehículo con mi bici, como si cual noble hidalgo blandiera mi espada de madera tirapichona contra su Tizona, todo muy surrealista. El caso es que la policía tenía dos versiones totalmente contradictorias y justo en esa rotonda no había cámaras y los que podían dar fe de que yo estaba parado y ella me embistió se habían ido, así que se fue de rositas. Por eso hago un llamamiento por si alguno de los coches o peatones que pudieran haber visto lo ocurrido y dar fe de que yo estaba parado se podrían poner en contacto conmigo (Javier Escribano, 699614681) y poder denunciar a la conductora.
Ya aprovecho para dejar claro a los conductores de coches, porque no es la primera vez que algún iluminado, justiciero de la carretera, me llama la atención por ir con mi bici por la carretera, que la normativa de movilidad ciudadana en Pamplona contempla lo siguiente: como norma general queda prohibida la circulación de bicicletas por las aceras. Las personas ciclistas circularán preferiblemente por el carril derecho de la calzada, utilizando preferentemente la parte central del carril o de la vía.
Cuando la vía por la que circula la bicicleta esté dotada de acera-bici, el ciclista podrá optar por circular por ésta o por la calzada.
También me gustaría compartir esta cita con la conductora que me embistió: “La mentira conduce a la inmoralidad, y la inmoralidad conduce al infierno. El ser humano continuará diciendo mentiras y tratando de mentir hasta que Allah lo considere un mentiroso” (Al bujari y muslim).