Hostelería
La hostelería navarra busca 400 camareros para reforzar sus plantillas habituales
El sector coincide: “El problema no es el sueldo sino que no hay disposición”

Actualizado el 06/06/2022 a las 07:23
Robots que ejercen de camareros. Lo que hace unas décadas parecía ciencia ficción, hoy es una realidad exótica en contados restaurantes y quién sabe si en un futuro será habitual que un androide sirva cafés y cubatas detrás de la barra. Mientras, la problemática de la escasez de camareros y cocineros se agudiza. No es nada sencillo encontrar trabajadores para la hostelería y, mucho menos, que estén cualificados. Las necesidades son tales que la bolsa de empleo del centro de formación profesional CI Burlada - que imparte cursos de cocina, servicios, restauración- recibe cada día “dos o tres ofertas de empleo” en las últimas semanas, según informan desde la dirección del centro.
Los Sanfermines están a la vuelta de la esquina y, tras la satisfacción de los hosteleros en la feria de Abril, se presumen unas fiestas rojiblancas de récord para el sector, así como un buen verano. Sin embargo, aunque hay bares que duplican plantillas del 7 al 14 de julio, la demanda de camareros y cocineros va más allá de un momento puntual como Sanfermines. “Buscamos profesionales para estabilizar plantillas habituales, las de todo el año. La situación está muy mal. Hay problemas para encontrar gente formada. Se necesitarían entre 350 y 400 profesionales para dar estabilidad al sector en toda Navarra, al margen de las contrataciones estacionales para Sanfermines y verano”, apunta el gerente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AHNE), Nacho Calvo.
Para satisfacer las ofertas de empleo, esta asociación, que agrupa a 550 establecimientos, ha llevado a cabo una iniciativa junto con el Servicio Navarro de Empleo (SNE) enfocada a personas desempleadas. La asociación impartía una formación básica a quienes deseasen trabajar en el sector y, además, se les garantizaba un empleo en la empresas donde efectuasen las prácticas. “Eran cursos de entre 60 y 100 horas para camareros y cocineros. Lo hicimos esta primavera, en febrero, marzo y abril. Al final, hubo entre 15 y 20 personas en todos los cursos”, indica Calvo en un tono de decepción.
Sueldos y esfuerzo
El gerente recuerda que la tasa de desempleo en Navarra es del 10,4%, más de 32.000 personas en paro. “Les formas, les contratas y no se apuntan. No me corresponde a mí hacer un análisis, pero algo no cuadra, algo se estará haciendo mal porque no es coherente que, no solo la hostelería, sino otros sectores, como el transporte, necesiten personal y, a la vez, haya desempleados”.
El gerente asegura con rotundidad que la problemática no es una cuestión de dinero. “Esta falta de personal tiene un mayor alcance social. No se soluciona con la ministra de Trabajo diciendo que subamos las sueldos. No. La gente no quiere trabajar en la hostelería, quiere trabajar de 8 a 3 y de lunes a viernes”, añade. Y sin plantearle la cuestión, él mismo saca el tema de la ‘explotación’. “No explotamos a la gente y decir que se explota, que no voy a entrar en un argumento tan recurrido, es tan estúpido como decir que hay casos de gente que estaba en desempleo y que quería trabajar en negro. No voy a generalizar”.
Para Calvo, la cultura del esfuerzo subyace en esta problemática. “Nuestros padres nos metían caña a los jóvenes y luego, ahora se quiere vivir mejor. A eso se añade que personas que se fueron del sector con la pandemia no han regresado todavía”.
La solución pasa, según el representante del sector, por un cambio de horarios y de hábitos, por repensar el servicio que ofrecen en la actualidad bares y restaurantes. “Hay que reflexionar. Algo tenemos que hacer. Muchos establecimientos han reducido por ejemplo de 60 a 40 las comidas o cenas que dan o han reducido su horario por falta de personal y para poder cuadrar horarios”, explica Juan Carlos Oroz, vicepresidente de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh), entidad que agrupa a más de 700 asociados.
“Demandamos actitud”
Oroz coincide con Calvo en que el problema es de “mayor calado” que encontrar gente para la semana de Sanfermines y que trasciende a las condiciones económicas. “Al final, la formación es importante, pero en el fondo no demandamos tanto conocimientos como actitud e interés. Hay cosas que se pueden aprender pero el interés no se puede inculcar si una persona no lo trae de casa”, afirma. Y expone su caso: “Cuando realizo entrevistas , lo primero que planteo es: ‘Estoy buscando a alguien para cubrir un puesto estable, para trabajar todo el año y ojalá muchos años. Eso, en muchos casos, es un punto en contra y les echa para atrás. Así es la situación”.
El portavoz de Anapeh también rebate el temade la estacionalidad. “Navarra no es como un sitio de costa. Aquí la estacionalidad no es muy marcada y no hay grandes picos”, indica. También señala que cada vez hay menos jóvenes interesados en trabajar en verano. “Ya se sabe el dicho: se quiere trabajar en la Volskwagen o de funcionario”.