Daños
Las inundaciones de Bera y Lesaka dejan un balance provisional de 335 viviendas, comercios y coches afectados
Los daños se situarán en torno a los 4 millones de euros

Publicado el 22/05/2023 a las 10:03
La tromba torrencial de la madrugada del sábado causó daños de distinta consideración en 240 viviendas y comercios así como en 95 vehículos de Bera y Lesaka, tal y como informa Diario Vasco en su edición de papel de hoy que cita al Consorcio de Compensación de Seguros. Una primera estimación del propio ente sitúa el alcance de las indemnizaciones en torno a los 4 millones de euros.
Las cifras poseen de un momento en carácter orientativo después de la calamidad sufrida en especial en el centro urbano en Bera, donde se superaron los 100 litros por metro cuadrado en un intervalo de dos horas aproximadamente. Los propios vecinos resumieron en una expresión la dimensión de la lluvia torrencial: “Parecía que se caía el cielo”.
Los problemas se acentuaron por el desbordamiento de la regata Zia, que atraviesa el centro urbano. Su cauce se sobredimensionó hasta anegar viviendas, comercios y arrastrar coches. Uno de ellos acabó a 300 metros del lugar donde estaba estacionado en el jardín de la sociedad Gure Txokoa.
En la vecina Lesaka, el Gobierno foral habló de afecciones en 15 viviendas por el desvío del agua de un canal que resultó taponado.
En ambas localidades, hubo un vendaval de solidaridad con las múltiples muestras de generosidad de vecinos, que no dudaron en echar una mano en la limpieza del lodazal que se extendió por las zonas afectadas. Altzate, Legia, Kanttonberri, entre otros puntos, de Bera, sufrieron los estragos de la riada, que fue intensa.
El sábado por la mañana, el alcalde de Bera, Aitor Elexpuru, avanzó la intención del Ayuntamiento de solicitar la declaración de Zona Catastrófica o una figura jurídica similar, a la vista de los destrozos registrados.
El vicepresidente del Ejecutivo navarro, Javier Remírez, dijo, a su vez, que las previsiones no apuntaban al grado de las inundaciones y que la alerta roja se activó “entre las 2 y 4 de la madrugada”, cuando el aguacero se había intensificado a las 3.
Gran parte del vecindario paró la noche en vilo, sobresaltado por la tormenta imprevista, que se manifestó en descarga eléctrica y lluvia torrencial. Las calles se convirtieron en ríos, dijeron. La fuerza de la corriente rompió la luna de un establecimiento comercial y obligó a un matrimonio a abandonar su vivienda por un balcón de la parte posterior del edificio.