Aparece el borde de un mosaico en el yacimiento navarro de las termas de Arce
La Sociedad de Ciencias Aranzadi trabaja en la zona, junto a la calzada romana que atraviesa los Pirineos occidentales
- EFE. Pamplona
La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha localizado un pequeño borde de mosaico en el yacimiento arqueológico de las termas romanas de Arce, situado junto a la calzada romana que atraviesa los Pirineos occidentales, en el término municipal de Artzibar.
El equipo de Aranzadi lleva trabajando en este paraje desde 2012 tanto en la exploración geofísica como en la excavación arqueológica.
Aunque el yacimiento está formado por varios edificios, el más investigado hasta el momento ha sido el que albergaba las termas, ha informado Aranzadi en un comunicado.
Los resultados obtenidos a través de la geofísica muestran que las instalaciones tendrían una planta rectangular (20 metros de largo por 8 de ancho) y que estuvo formada por al menos 5 habitaciones o estancias.
En campañas anteriores se llevaron a cabo las excavaciones de la sala situada en el centro del edificio y se documentó la estructura del hipocaustum (sistema de calefacción).
En 2019, en una habitación contigua, se descubrió el suelo de ladrillo de la época en la que estaban en funcionamiento las termas.
Este año, la excavación se ha centrado en la zona de entrada del edificio, más concretamente, en el extremo sur. Allí se han encontrado restos de otro suelo alisado y la superficie original de mortero que revestiría las paredes de piedra.
También se ha podido recuperar una pequeño borde de un mosaico, una superficie de suelo formado por 22 teselas (o pequeñas piezas de piedra).
Así, los hallazgos de este año han ofrecido información valiosa para entender mejor las características y el uso que podía haber tenido el edificio de las termas.
Además de las estructuras, también se han documentado huesos de animales, cerámicas, material constructivo, escorias, clavos y decenas de materiales arqueológicos en el interior del edificio.
Todas ellas están relacionadas con las actividades registradas en campañas anteriores, ya que, tras el cese del uso termal, el horno del edificio cumplió también la función de horno reductor de metal.
Por lo tanto, los restos han confirmado que fue un espacio utilizado durante varios siglos a lo largo de la era romana.