Alumbrado
Así cambió Estella sus luces de Navidad
De quedarse sin encendido hace una década, al no salir las cuentas en plena crisis económica, a desplegar una iluminación que sitúa por encima de Pamplona y Tudela en la inversión por habitante

Publicado el 02/12/2021 a las 06:00
De 2011 a 2021. De una crisis económica que hizo desaparecer de las calles los arcos luminosos a buscar la luz en un difícil momento sanitario. En la última década, la Navidad de Estella se ha movido de una situación a otra hasta desplegar este año una iluminación que no defraudó en su estreno al anochecer de San Andrés. El centro que se llenó de gente en ese primer día quedó ayer tarde deslucido por la lluvia.
La expectación generada por el abeto de 10 metros que preside la plaza de la Coronación o la bola por la que los más pequeños transitan en la de Santiago animó las calles, como era el objetivo. Inversión, que no gasto, como filosofía de una apuesta que sitúa el presupuesto por habitante en 4 € por vecino de Estella. Por encima de la capital navarra. También de Tudela.
El Ayuntamiento, a través del área de Desarrollo Económico, ha destinado este año 41.115 € a la compra del abeto, la bola, las guirnaldas y otros motivos. Con 7.570 más € han costeado el alquiler de 15 arcos grandes y 17 más pequeños. En total, 48.685 € que se elevan a 58.899 € sumándole el 21% correspondiente de IVA. En Pamplona, la partida para la iluminación se ha elevado este año a 165.000 €. En la capital ribera, se queda en los 23.823 €. La misma referencia al gasto por vecino lo deja en el primer caso por debajo de un euro y en 1,5 € en el segundo.
ARCOS DESDE 1989
El recorrido por la iluminación navideña de Estella tiene en 1989 una de sus fechas de referencia. Ese año, cuando aún no se había oficializado la Asociación de Comerciantes, comenzó la colocación de los arcos navideños. La que después sería su presidenta, Mari Carmen Roa Adrián, impulsó estos adornos en la ciudad. “Viví en Pamplona y allí sí se ponían dando un ambiente más navideño, así que cuando me instalé en Estella pensé que también aquí sería buena idea”, recordaba en estas páginas pasado el tiempo. Sin margen para plantearlo en toda la ciudad, se ciñó entonces a a tres de sus calles más céntricas: el paseo de la Inmaculada, Gustavo de Maeztu y San Andrés.
Cambiando de motivos con alquileres distintos, se asentaron en la tradición de esas fechas -como lo hizo el encendido del 30 de noviembre- financiados entre el Ayuntamiento y la Asociación de Comerciantes. ¿Qué ocurrió en 2011? Que a este sector dejaron de salirle las cuentas después de que desde el Ayuntamiento, en un contexto general de crisis económica que le llevó a recortar gastos, se comunicó que no habría partida para este concepto. Y, en solitario, el comercio no pudo afrontarlo, así que los arcos desaparecieron ese año de las calles. Para paliar su ausencia, la asociación planteó a los establecimientos colocar alfombras rojas y pinos con luz led. Los dos fueron ese año los distintivos de la Navidad de Estella.
Los arcos regresaron a las calles en los años siguientes, ya en mayor número y extendiéndose por todo el centro. No faltaron tampoco en la Navidad de 2020, 31 entonces que se combinaron con otros elementos comprados poco a poco por el Ayuntamiento estellés. La cortina de luces de la iglesia de San Juan, los motivos del quiosco y las farolas de la plaza de los Fueros sumaron en ese patrimonio navideño. También las cortinas de luces que tradicionalmente se instalaban en el edificio de la estación, colocadas este año en el antiguo ayuntamiento de la plaza San Martín.
Así hasta ahora. Un año con apuesta redoblada para estimular el consumo en casa de los vecinos y de los visitantes que vengan de fuera. Encendida cuando oscurece, la iluminación se prolonga más allá de la medianoche en las fechas especiales de las próximas semanas. Alumbrará la ciudad hasta las dos de la madrugada en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y el 5 de enero, noche de Reyes.
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