El Pirineo reclama ayuda para la financiación de centros educativos
Se pide al Gobierno apoyo y que se elimine el déficit acumulado en los últimos años
Garralda, ante el aumento de costes de limpieza por el Covid-19, dice no poder asumir la contratación
No es un tema nuevo, lleva años sobre la mesa. Pero nadie parece darle solución y el problema se va agravando. El Pirineo vuelve a mirar al Gobierno de Navarra para pedir su apoyo en materia de financiación de los centros educativos de la zona. La mengua poblacional y económica de estos municipios, con presupuestos cada vez más ajustados, apenas permite afrontar los gastos de mantenimiento y limpieza a los que las entidades locales donde se ubican deben hacer frente. Y de cara al nuevo curso, con las medidas extra de limpieza por el coronavirus y los costes adicionales que supondrán, la situación se vuelve ya insostenible.
“Actualmente, en la escuela de Garralda (valle de Aezkoa) no hay servicio de limpieza, y el Ayuntamiento no puede asumir esa contratación con el presupuesto que tiene”. Así quedaba recogido en una carta que su alcalde, Gurutz Gorraiz, entregó este lunes a la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, en una reunión mantenida en Roncal con cargos electos pirenaicos en torno a la crisis del coronavirus.
“Trasladamos esta realidad a Educación, pero nos enviaron un protocolario y frío email para reseñar que la ley obliga a los ayuntamientos a asumir el gasto de limpieza del centro educativo ubicado en su municipio”, añade la citada carta, donde se resalta que “si Educación no se compromete en la gestión y financiación de los centros educativos del Pirineo, es muy posible que en Garralda, en el inicio del curso de septiembre, no esté el servicio de limpieza contratado”.
A esta petición, según expresó Gorraiz tras la reunión, “se sumaron también los representantes roncaleses y salacencos”, donde “aunque los números sean distintos, la problemática es la misma”.
Resultado negativo
En Garralda, la concentración escolar provoca un resultado negativo (financiación de Educación menos gastos del Ayuntamiento) que “en los últimos años ha ascendido a la cantidad de 188.723 euros”. “Y además debemos asumir la responsabilidad del mantenimiento y las inversiones”, se censura en la carta entregada a Chivite.
Como dato de referencia, en Garralda la contribución urbana y la rústica (no existe industria) del año asciende a apenas 21.100 euros. “Es decir, toda la contribución que paga el pueblo es para cubrir el déficit producido por albergar un servicio público esencial”. Además, indica que para el curso 2020-21, el costo de la limpieza que han presupuestado las empresas para cumplir con los protocolos sanitarios por el coronavirus “incrementará el déficit municipal en el colegio hasta los 47.000 euros anuales”. Garralda, con 188 habitantes, solo dispone de un empleado municipal, el secretario.
Se pide al Gobierno “corregir” estos “antiguos problemas” que “condicionan y bloquean las políticas municipales”; “eliminar el déficit producido por tener las escuelas en sus términos municipales”; y que el Ejecutivo “no se lave las manos”. “El mundo rural no puede afrontar los problemas cotidianos y trabajar para paliar la despoblación solo con ilusión”, sentencia.