Pamplona, a pie de calle
Café Fika inaugura su local más personal en el Casco Antiguo
Las innovadoras cafeteras Modbar y la decoración con objetos recuperados son las señas de identidad del café de especialidad de Débora Blanco
Actualizado el 09/02/2023 a las 21:03
El Café Fika de Pamplona crece sin perder el encanto. La cafetería de especialidad ha inaugurado este jueves 9 de febrero su nuevo local en la calle Pozoblanco número 12, a pocos metros de su hermana mayor o menor, según se valore la antigua o el tamaño. Es además el primer establecimiento de Navarra que posee cafeteras Modbar, similares a un cañón de cerveza y que permiten elaborar los expresos con una mayor precisión.
Para Débora Blanco García, su dueña, se trata de un proyecto muy especial, en el que se ha cuidado cada detalle. Ha contado con la ayuda de su marido, el hostelero Jorge Goicoechea. De hecho la decoración del nuevo Fika tiene un aire a otros establecimientos promovidos por Goicoechea: La Huerta de Chicha, el bar Aldapa, La Mandarra de la Ramos…
Los muros de piedra, la cerámicas, las cajas antiguas colgando del techo, las lámparas originales, el toque industrial, las columnas clásicas, las ventanas antiguas, las mesas y sillas recuperadas crean una atmósfera intimista.
"Una de las piezas más especiales es un armario antiguo para fermentar pan, que lo utilizamos para almacenaje", comenta. Además, han quedado a la vista partes del muro de mampostería y madera del edificio.
Café Fika nació en 2018 después de que Débora Blanco descubriera el apasionante mundo de los cafés de especialidad y los tés de distintas partes del mundo. Además, añadió los productos de repostería, con una amplia selección de tartas, bizcochos y brownies. Fika es una palabra sueca que hace referencia a la tradición de tomar algo con otra persona. “Ese ha sido siempre el espíritu del local, lugar donde juntarse y compartir un rato de conversación”, explica. No obstante, al ser más amplio el local han podido ampliar la oferta gastronómica de salado.
"Abrir Fika 1 fue un sueño hecho realidad. Y ahora es como la continuación, dar un paso más", expresa Blanco. La cafetería trabaja con dos tipos de café, uno para tomar con leche y otro expreso. "Ahora tenemos un blend de Brasil-Colombia y el descafeinado es un swiss water de Colombia, de pequeños productores. Y sobre todo hecho con el máximo de cariño", afirma esta barista.
Débora Blanco tiene previsto mantener abierto el antiguo Fika como tienda de café de especialidad. También pretende dar continuidad a las exposiciones de arte. "Muchos artistas nos está llamando porque quiere exponer", expresa. El nuevo local cuenta con un sótano que en un futuro quieren adecentar para dar cursos.
El nuevo Fika, de más de 100 metros cuadrados, fue la antigua zapatería Mónaco, que cerró poco antes de la pandemia. Las obras han durado más de un año. "Nos hemos tomado nuestro tiempo para buscar entre anticuarios, almacenes, recuperar objetos y colocarlos de la forma adecuada. A los dos nos encanta recuperar, arreglar y dar nuevo uso a objetos. No hemos contratado a ningún decorador. Todo lleva nuestro sello personal", comenta.
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