Justicia
Alfredo Irujo: "En Afganistán, juez y fiscal llevan una pistola al cinto"
El decano emérito de los abogados pamploneses trabaja en el Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo y en un proyecto del Consejo de Europa

Publicado el 23/02/2023 a las 06:00
El decano emérito de los abogados pamploneses, Alfredo Irujo Andueza, ilustra la falta de justicia en un país como Afganistán con dos detalles: jueces y fiscales llevan una pistola al cinto en los juicios y un abogado, si quiere seguir ejerciendo, debe superar un examen de religión islámica. “No hay abogacía libre y mucho menos justicia”, resume el que fuera decano del Colegio de Abogados de Pamplona de 2003 a 2016. Actualmente es patrono de la Fundación de la Abogacía y miembro del comité ejecutivo del Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo, a la que pertenece el colegio. Y en el desempeño de esta función, Irujo intervino el mes pasado en el traslado y acogida en España de Hosain Haydari, letrado afgano que, tras ser encarcelado, logró huir como refugiado a Irán. Una historia que visibiliza que ser abogado en países como Afganistán, Irán, Turquía y varios de Suramérica, por ejemplo, es una profesión de riesgo.
Hasta acabar refugiado en Irán, Haydari fue agredido (le rompieron dos costillas) por defender gratis a víctimas de violencia de género, estuvo 16 semanas detenido, sufriendo “insultos, golpes, humillaciones y torturas, todo sin juicio”. Tras quedar libre y sin dinero, y conocer que su mujer y sus hijos estaban en Turquía, con su vivienda ocupada por un talibán, tuvo que vivir escondido. Hasta que participó en un reportaje que mostraba la situación de la abogacía bajo el yugo talibán. Tomó precauciones, como aparecer con la voz distorsionada y la cara pixelada, pero fue reconocido -o alguien dio la voz- y las autoridades comenzaron a buscarlo... “Pagó 3.500 dólares de soborno y sacó el visado para Irán con la ayuda de la familia. Vestido a la manera de los talibanes y simulando ser una persona discapacitada, logró salir”, relata Irujo.
Todo esto lo contó Haydari en Madrid, en la sede delConsejo General de la Abogacía Española. “Nos dijo que por primera vez en mucho tiempo se sentía vivo”, cuenta Irujo, que supo de este caso cuando el Colegio de Abogados de Afganistán, en el exilio, solicitó ayuda al Observatorio para trasladarlo a España. “Tras muchas gestiones con el consulado español de Teherán y mucho trabajo conseguimos que tuviera el visado y que un vuelo pagado por el Observatorio lo trajera a Madrid. Ya está acogido por la Cruz Roja”, resume. Ahora, los trabajos se centran en conseguir el asilo y poder obtener el reagrupamiento familiar. “Él dice que quiere seguir siendo abogado aquí, pero es un tema difícil por la homologación”.
UN COMITÉ DE EXPERTOS
Esta labor no es la única que desempeña Irujo en pos de los derechos de los abogados en realidades complicados. También es el representante de España en el comité de expertos que trabaja en el seno del Consejo de Europa en la elaboración de un instrumento para la protección de los abogados. “Se trata de elaborar un instrumento jurídico para la protección de los abogados”, resume Irujo, que fue designado por el Ministerio de Justicia. orque en muchos países se identifica abogado con cliente, no hay libertad para ejercer el derecho a la defensa, ni independencia... “Hay trabajo para dos años, luego tienen que sumarse los estados para que sea vinculante”.