Si hay un servicio que viene a la cabeza de todo el mundo cuando se habla de suicidio es el del Teléfono de la Esperanza, una asociación dedicada a trabajar junto a personas en crisis presente en 32 sedes en España. En la Comunidad foral cuenta con 110 voluntarios y en 2022 atendió un total de 12.855 llamadas. Un 63,11% fueron de mujeres y un 37,89%, de hombres. Por ello, el perfil medio del demandante del servicio es una mujer de entre 30 y 35 años.
Durante el año pasado el servicio recibió 379 llamadas con temática suicida en Navarra. De ellas, 329 versaban sobre ideas suicidas, 11 se referían a casos de suicidio en curso y 39 respondían a una crisis suicida. Eso en lo referido a la atención telefónica. Pero es que además el Teléfono de la Esperanza cuenta con un departamento de atención psicológica presencial que en 2022 atendió 66 casos. De esos, 14 correspondían a menores de 18 años. Aunque por confidencialidad no pueden trasladar la cifra concreta, desde el Teléfono de la Esperanza aseveran que un porcentaje elevado tanto en adultos como en menores presentan problemática suicida. “Hablaríamos de un 60-70% de los casos”, cuenta.
De todo este trabajo esbozó este viernes algunas pinceladas Alfonso Echávarri, psicólogo y director técnico del Teléfono de la Esperanza en Navarra. Se centró en la psicogénesis de la conducta suicida y vulnerabilidad humana, es decir, los factores y los desencadenantes que pueden llevar a una persona a vivir una situación de crisis suicida. La pregunta estrella es ¿Puede prevenirse el suicidio?
Utilizando el símil de un edificio al que se debe empezar a construir desde los cimientos, Echávarri habló de la estructura personal, los aprendizajes tempranos, estructura familiar, influencia social, experiencias biográficas y posibilidad de enfermedad mental, que forjan el carácter de las personas.
NO EXISTE UNA CAUSA ÚNICA
“Si metemos esto con materiales de buena calidad en una hormigonera, el cemento que sale creará unos cimientos sólidos. Pero si la persona cuenta con una estructura familiar complicada, con situaciones traumáticas en el hogar, conflictos con o entre los padres, antecedentes de suicidio familiar, patología psiquiátrica en los padres, adicciones en los padres, o experiencias biográficas como el fracaso escolar o el alcoholismo de fin de semana... la posibilidad de que aparezcan grietas en el edificio se multiplica. Existen estresantes de baja y de alta intensidad, los llamamos elementos desencadenantes: acoso escolar, diagnóstico de una enfermedad, una ruptura, un despido, un desahucio… el suicidio no tiene una causa única. Nuestra tarea es aportar luz, que vea que hay otras alternativas diferentes a la muerte que ahora mismo no ve”, recomendó.
'SÉ TÚ MISM@', UN EXITOSO TALLER DE TRABAJO EN GRUPO
Desde el Teléfono de la Esperanza han puesto en marcha en Navarra un taller para jóvenes de 18 a 25 años. Bajo el título de SÉ TÚ MISM@ se trata de sesiones semanales de trabajo grupal, acompañados y guiados por profesionales de la psicología. “Se trabaja en el conocimiento de sí mismos, las emociones, pensamientos distorsionados, aceptación corporal, ideación suicida, en las relaciones con el entorno más próximo, las relaciones con iguales, familiares, de pareja y una proyección a futuro de mi yo en un futuro próximo. Ha tenido muy buna acogida y está resultando muy agradable e interesante para los participantes”, cuentan.