Solidaridad
Las cunas de Salesianos ya salvan bebés de Ucrania
Dos de las incubadoras de bajo coste fabricadas por alumnos de FP de Salesianos para preservar la salud de los prematuros ucranianos se encuentran instaladas en Kiev y otras dos, en Mykolav. A lo largo de este mes llegarán seis más

- Diario de Navarra
Fueron creadas por alumnos de formación profesional y donde hace unas semanas las manos de los jóvenes se empleaban con esmero en terminar de configurar estas cuatro cunas climáticas ahora reposan los cuerpos delicados de recién nacidos ucranianos. Bebés que han venido al mundo de forma prematura, en buena parte por la guerra que asola el país.
Facultativos de Kiev y Mykolaiv utilizan ya las incubadoras en sus hospitales, dos en cada ciudad. De los dispositivos valoran en especial la fototerapia y su facilidad de transporte. Otros seis se encuentran en camino porque el convoy humanitario del Clúster SOS Ucrania en Navarra, con la ayuda de la Asociación Alas de Ucrania se encargará de que lleguen a clínicas de Zaporizhia y Lykolaiv.
El proyecto, bautizado como ‘Cunas que salvan vidas’, surgió el año pasado, gracias a la colaboración entre Salesianos Pamplona y las oenegés Medicina Abierta al Mundo y Ayuda Contenedores. Pronto se sumaron otros siete centros salesianos. Antes de la invasión rusa, se mandó una veintena a diversos países de África y América Latina. Cuentan con un regulador de temperatura, que previene la hipotermia, controla la humedad y sus luces LED ayudan en el tratamiento de la ictericia. Su precio es de apenas 350 euros.
Los estudiantes de los ciclos de Grado Superior de Mecanizado se encargan de construir las incubadoras, que han sido diseñadas por Medicina Abierta al Mundo. “Para nosotros es una satisfacción trabajar en la construcción de estas cunas para los bebés prematuros. Aprendemos a trabajar con nuevos materiales y nos sentimos útiles”, afirmaron algunos de los alumnos en el momento de la entrega de las primeras.

Pablo Sánchez, un joven ingeniero graduado por la UPNA que ha participado en el diseño, señaló que la demanda es grande desde diferentes lugares, por lo que seguirán construyendo durante el próximo curso. Aunque la oenegé Medicina Abierta al Mundo fue la que construyó los primeros prototipos y cunas, “los centros salesianos se han convertido en el músculo del proyecto”, aseguraron desde la entidad.
Además, muchas empresas aportaron su grano de arena a través de la donación de materiales o la fabricación de elementos a una mayor escala de lo que un centro educativo puede ofrecer. Compañías como M Torres, que aporta la impresión en 3D de pequeñas piezas para completar el dispositivo. O como Moshy, que ha donado las fundas de los pequeños colchones. Además, el proyecto cuenta con el apoyo de La Caixa a través de la iniciativa FPDualiza.
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