Preguntas y respuestas sobre el verano que nos espera en Navarra con la covid

Casi dos años y medio después de la llegada del SARS-CoV-2, que ha causado seis olas de distinta intensidad y gravedad, y con el 90% de los mayores de 5 años vacunados con la pauta completa frente al coronavirus, la población afronta un verano libre de restricciones y con la vuelta de fiestas, celebraciones y viajes. Sin embargo, la llegada de dos subvariantes de ómicron, la BA.4 y la BA.5, inquietan ante la posibilidad de una nueva ola que podría elevar de nuevo los contagios. Carmen Ezpeleta, jefa de Microbiología del Hospital Universitario de Navarra, sigue vigilando activamente la llegada de nuevas variantes y arroja claves sobre cómo podría evolucionar la situación en el verano de 2022. Hace un año, el 23 de junio, había 26 personas ingresadas (8 en UCI), ahora son 75 (tres en UCI). Pero la vacunación no se había extendido. En aquel momento sorprendió la quinta ola a primeros de julio, que fue propiciada por la llegada de numerosos afectados, sobre todo estudiantes, desde zonas turísticas del Mediterráneo y que disparó los casos e ingresos en pleno verano debido a la variante delta. Ahora la situación ha cambiado. La vacunación ha reducido considerablemente la gravedad de los afectados, aunque no impide la infección. Se comprobó tras la llegada de la variante ómicron, con picos de 281 ingresados (39 en UCI) en enero a pesar de los cien mil afectados. ¿Qué ha cambiado ahora? La llegada de nuevas subvariantes de ómicron. Con todo, “la situación no es como antes”, afirma Ezpeleta. Ezpeleta explica que están variantes comenzaron a circular en Navarra durante el mes de mayo. Y progresivamente se están propagando entre la población. “La transmisión es comunitaria”, indica la especialista. Según los datos que manejan en el laboratorio, en las dos últimas semanas de mayo estas subvariantes suponían el 3,54% y el 7,8% de las cepas investigadas. La primera semana de junio comenzó su despegue, con el 25,25%. Y las dos siguientes han ido subiendo para suponer el 39,47% y, la semana pasada, el 51,76% de las cepas analizadas. “Aumenta a pasos agigantados”, indica Ezpeleta. “Es lo habitual siempre que unas cepas sustituyen a otras. Son peleas entre variantes”, afirma. Y muestra su convencimiento de que en unas tres semanas serán las predominantes y exclusivas en Navarra. El SARS-CoV-2 ha ido cambiando o mutando en los dos años de pandemia. A la variante inicial siguió la alfa, delta y ómicron, que han sido las mayoritarias en nuestro medio, aunque ha habido muchas más. La variante ómicron tiene, a su vez, subvariantes. Por ejemplo, desde marzo comenzó a ser mayoritaria la subvariante BA.2. “Son términos técnicos. Supone que tienen distintas mutaciones y se clasifican como variantes o subvariantes en función de esas mutaciones”, indica. El problema ahora reside en que BA.4 y BA.5 tienen muchos cambios. Los expertos apunta a que tanto BA.4 como BA.5 son más contagiosas que las anteriores y, como consecuencia, se puede transmitir más. Por eso es posible que afecten a un gran número de personas. “La vacuna nos protege y nos ha salvado la vida”, recuerda Ezpeleta. Sin embargo, los primeros datos de estas variantes indican que “escapan” a las vacunas. “No protegen tanto de la infección frente a estas cepas”. Es decir, pueden infectar a más personas. Esto, aclara, no quiere decir que los casos vayan a ser más graves. Habrá de todo. Puede ocurrir lo mismo que en los últimos meses: mayoría de contagios leves o asintomáticos. Sin embargo, el riesgo es que cuantas más personas se contagien más probabilidad hay de que personas susceptibles lleguen a infectarse y tengan problemas serios. De hecho, ya están aumentando los ingresos en los hospitales, indica. Ezpeleta es rotunda: sí. “Una persona que ha pasado covid con ómicron o con la subvariante BA.2 y que tiene inmunidad si se infecta con BA.4 o BA.5 lo puede coger de nuevo”. En definitiva, las personas que se infectaron en los últimos meses, con ómicron o su subvariante BA.2, se pueden volver a contagiar aunque estén vacunadas. La experta considera que no es un buen momento para que aparezcan nuevas variantes que, además, se están convirtiendo en dominantes. “lo veo crudo”, afirma. Y recuerda la situación vivida el año pasado tras los viajes de estudios al Mediterráneo, que se podría reproducir, así como las próximas fiestas de San Fermín. “Los contagios van a ser inevitables. No se pueden poner puertas al campo”. Pero la pandemia sigue, dice. “Nos van a coincidir los sanfermines con una cepa en aumento. En Portugal, por ejemplo, ya la han pasado”. “Es una protección excelente”, afirma Ezpeleta, ya que las vacunas van por detrás y pueden surgir nuevas variantes. Por eso, aboga por su uso entre los más vulnerables.

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Carmen Ezpeleta, jefa de Micriobiología del HUN, ve inevitable una subida de casos tras la llegada de las nuevas variantes.

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