Pactos de Gobierno
Chivite intentará presidir el Gobierno, pese a la desautorización de Ferraz
Mañana se reunirá con Geroa Bai, el jueves con Podemos y el viernes con I-E.

Actualizado el 04/06/2019 a las 09:27
La dirección nacional del PSOE ha decidido frenar el camino emprendido por el PSN para gobernar en Navarra. Argumenta que la investidura de María Chivite como presidenta sólo sería posible con la abstención de EH Bildu y ese gobierno en minoría quedaría al albur de la izquierda abertzale durante toda la legislatura, desde la aprobación de los presupuestos al resto de iniciativas.
Pese a esa desautorización en toda regla, fuentes de la dirección de los socialistas navarros aseguraron este lunes que siguen adelante. Por eso, mantienen la agenda de reuniones con las que abrirán las negociaciones del futuro gobierno. Así, la candidata y secretaria general del PSN, María Chivite, encabezará mañana la delegación socialista que se reunirá a las 13 horas en el Parlamento con Uxue Barkos y Geroa Bai. El jueves, el PSN se reunirá con Podemos y el viernes, con Izquierda-Ezkerra (IU y Batzarre).
Chivite ha insistido en que no negociarán nada con Bildu, a la que no ha citado a las reuniones. Sin embargo, miembros de la izquierda abertzale han afirmado que su voto no sería gratis.
Desde el PSN reiteraban estos días que son un partido federal y deben ir al unísono con Ferraz, pero insistían en que ambos iban en la misma dirección. Ya no es así, como Ferraz trasladó a varios medios de comunicación.
“Portazo” del propio Sánchez
El PSN tiene la llave de los acuerdos en Navarra y es difícil prever qué consecuencias tendrá este aparente desencuentro y pulso con la dirección federal. El principal valedor en Ferraz de la línea de pactos que ha emprendido el PSN es el navarro Santos Cerdán, en cuyas manos han dejado estos meses los asuntos del PSOE el presidente Pedro Sánchez y el secretario de Organización del partido, José Luis Ábalos. Cerdán y Chivite han coincidido en rechazar que el PSN propicie un ejecutivo de Navarra Suma.
El portazo de Ferraz al gobierno que pretende el PSN lo habría dado el propio Pedro Sánchez, según indicaron desde el PSOE a la agencia Colpisa.
Ferraz conocía desde el primer momento cómo había quedado el Parlamento navarro y las posibilidades que tenía Chivite, a la que la semana pasada Ábalos y la ministra Isabel Celaá elogiaban como posible presidenta.
Sin embargo, hay muchos factores hoy en juego. Uno es el problema de dejar la elección y luego la estabilidad de un gobierno presidido por el PSN en manos de Bildu, con quien los socialistas trazaron una “línea roja”.
Otra clave es que Ferraz toma la decisión en medio de la batalla de alianzas postelectorales que se están manteniendo en comunidades, ayuntamientos y en el propio Gobierno de España.
El anuncio socialista de la negativa a un pacto en Navarra que necesitaría los votos de Bildu se hizo público horas antes de conocer que Ciudadanos no va a estar en pactos de gobierno con Vox, lo que dificultará algunos acuerdos del centro-derecha. El PSOE depende del partido de Albert Rivera en algunos ayuntamientos y en comunidades como Aragón, Castilla y León y Murcia.
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, afirmó sobre Navarra que “el PSOE tiene que decidir si deja gobernar a los constitucionalistas” que ganaron las elecciones (Navarra Suma), “o si lo bloquea y pacta con los nacionalistas del PNV y Bildu”. Confió en que acaben las “declaraciones contradictorias” entre el PSN y Ferraz.
Poco inquietos con el PNV
Aunque el PNV condicionaba la investidura de Pedro Sánchez a los pactos navarros (forma parte de Geroa Bai), en el PSOE no estarían inquietos por eso. Consideran que el líder del PNV Andoni Ortuzar priorizará su influencia “en Madrid” y la posibilidad de negociar presupuestos y leyes. “Les ha ido muy bien en estos últimos años y la alternativa es un Gobierno de PP, Vox y Ciudadanos”, contaron desde el PSOE a la agencia Colpisa.
Luego están los dos diputados de Navarra Suma, que son de UPN, a los que Sánchez podría necesitar en su investidura.
El PNV también podría resultar afectado. Una de las condiciones del PP vasco para apoyar la gobernabilidad de Iñigo Urkullu es que su partido no pacte con Bildu en la Comunidad foral.
PSN se remite a su acuerdo
Desde la ejecutiva del PSN se remitieron este lunes al acuerdo que adoptaron el lunes 27 de mayo, cuando decidieron “cumplir su compromiso” y trabajar por pactar un gobierno con Geroa Bai, Podemos e I-E. “Doce años después, volvemos a tener la oportunidad de liderar un ejecutivo progresista y de izquierdas”, señaló entonces la candidata del PSN.
Chivite recordaba así las malogradas negociaciones que su partido lideró en 2007 y que tan marcadas han quedado en la sede del Paseo de Sarasate, ya que fueron impedidas por la dirección nacional del partido, que rechazó un pacto con los nacionalistas. Entonces no estaba la ilegalizada Batasuna, y socialistas, Nafarroa Bai (PNV, Aralar, EA, Batzarre y el grupo de Uxue Barkos) e IU tenían mayoría
Un gobierno en minoría
Al pacto que ahora quiere impulsar el PSN en Navarra no le dan los números. La coalición Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP) obtuvo 20 escaños de los 50 que tiene el Parlamento. El PSN fue segunda fuerza (11 parlamentarios), seguido por Geroa Bai (9), Bildu (7), Podemos (2) e I-E (1).
El acuerdo que persigue Chivite contaría con 23 escaños. Para ser elegida presidenta necesitaría en una primera votación mayoría absoluta, es decir, al menos 26 apoyos. En una segunda votación le bastaría con mayoría simple, más síes que noes. Sólo la lograría si Bildu se abstiene, ya que Navarra Suma avanzó que votaría en contra.
Voces del PSOE
Uno de los pocos socialistas que ha hablado de la situación en Navarra ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien sostuvo ayer que los pactos tendrán una “lectura nacional” y se deberían hacer “de manera muy hablada con Ferraz”. Señaló que el PSOE debe apoyar lo “más coherente” para su partido y lo “menos dudoso con la Constitución”.