Aitor Elordi redondeó este domingo 21 de mayo un
2023 fantástico con su clasificación para la final del
Manomanista, tras batir por la tarde al
riojano Darío por 15-22 en una
semifinal que
dominó de punta a cabo. Elordi culmina así una transformación de físico, juego y resultados que le ha llevado a ser tercero del Cuatro y Medio, campeón de Parejas con Zabaleta y finalista del mano a mano. La próxima estación será el 4 de junio en el frontón Bizkaia de Bilbao, donde se jugará la txapela con Jokin Altuna. Partirá como favorito el amezquetarra, pero no dormirá tranquilo hasta entonces. Elordi ha sido el pelotari que le ha puesto en mayores aprietos. Cuidado con él.
Después de siete años en el profesionalismo, Aitor Elordi se manejó en la semifinal del Manomanista como un veterano. Lo hizo con temple, sabiendo juegar sus cartas y llevando la eliminatoria a su terreno. Tenía que evitar a toda costa que el riojano le metiera en su red de saques y pelotazos con la derecha. Y a fe que lo hizo. Desde el primer pelotazo.
EL JUEGO VARIABLE
Aitor Elordi entró enchufadísimo a la semifinal. Sabía que su camino pasaba necesariamente por sacar bien. Y lo hizo. El disparo inicial fue el punto de apoyo en el que hizo palanca para después desarrollar su juego. Y no solo porque lograra cuatro tantos directos, sino porque los hizo también variables. Sorprendió al de Ezcaray con tres saques al ancho, buscó también la pared con una violencia tremenda, y cruzó muy bien la pelota.
Sufrió Darío desde el resto, y después se vio superado por un juego variado de Elordi al que no supo encontrar respuesta. Abrió el vizcaíno la semifinal con un 3-11 que fue demoledor. Por lo propio del abultado marcador, pero también porque no hubo dos tantos seguidos iguales. El vizcaíno mandaba atrás al riojano con su volea tremenda, se aliviaba con el sotamano, le buscaba la pared izquierda golpeando con altura de derecha y mostró decisión y acierto a la hora de terminar con el gancho y la volea.
REACCIÓN Y ERRORES
Darío Gómez no encajó bien el sopapo del comienzo. Su hermano de la silla y el bullicioso ánimo del público consiguieron mantenerlo en la semifinal. Un par de pelotazos atrás, un par de saques y un error de Elordi a la hora de dibujar el dos paredes, le engancharon al partido.
El riojano pasó de verse desbordado a ser más reconocible en su juego. Cuando lo vio casi todo perdido, se quitó la tensión y fue más él. Empezó a sacar mejor, a gozar algo de derecha. Coincidió en tiempo y forma con una minicrisis de Elordi. Los partidos dentro de los partidos.
Llegó a acercarse el delantero de Ezcaray hasta un 12-15, que presagiaba un final de partido más apretado. Pero cuanto más cerca estaba del objetivo el riojano, aparecieron los errores. Regaló Darío media docena de pelotas, que en partidos del compromiso de una semifinal manomanista suponen darle al rival demasiadas facilidades. De los seis errores, cuatro fueron dos paredes mal tiradas.
Si Elordi gestionó muy bien el comienzo, no aflojó cuando vinieron mal dadas y le apretó el rival. Siguió a lo suyo, sin que nada le alterara. Firmó Elordi una tacada final inapelable.
Y celebró la victoria como merece con un gesto de alegría desbordada. No iba a jugar el Manomanista, y está en la final.
Darío 15
Elordi 22
Frontón. Ogeta de Vitoria. 1.213 espectadores. Magnífico ambiente, con numerosa presencia de aficionados riojanos.
Marcador. 0-4, 1-4, 1-6, 2-6, 2-8, 3-8. 3-9, 3-11, 4-11, 413, 7-13, 7-14, 9-14, 9-15, 12-15, 12-21, 15-21 y 15-22.
Duración. 59:46 minutos (10:24 reales).
Pelotazos. 231.
Tantos con 10 pelotazos o más. 9. El más peloteado, el 12-18 con 21 pelotazos.
Saques. 4 de Darío, 4 de Elordi.
Tantos hechos. 8 de Darío, 12 de Altuna.
Tantos perdidos. 6 de Darío, 3 de Elordi.
Botilleros. Asier Gómez con su hermano, Txakartegi con Elordi.
Dinero. De entrada a la par, con una ligera tendencia por Darío..
"Aquí no hay casualidades, sí trabajo"
El caso de Aitor Elordi, un pelotari que a su séptimo año de profesional ha explotado después de muchos años en la pelota de segunda categoría, debería enseñarse en cualquier escuela de pelota del mundo. Lo deberían repasar también muchos deportistas profesionales. A Elordi nadie le ha regalado nada, si entre la segunda mitad de 2022 y lo que llevamos de 2023 ha escalado hasta lo más alto es gracias a una sola cosa, su trabajo.
“Este es el fruto de mucho trabajo. Aquí no hay casualidades, he llegado hasta aquí por todo lo que he trabajado. A veces llegan los resultados y a veces no. Ahora me atrevo a hacer cosas que antes no hacía en el frontón. La mentalidad que tengo en la vida, no solo en la pelota, es que nadie te regala nada, las cosas se consiguen a base de trabajo. Creo que este es el ejemplo de que si se trabaja con constancia al final llegan los resultados”, comentaba Elordi al término de la semifinal. “Altuna es el rey de la pelota de estos años, está un escalón por encima, pero contra Jokin no tengo nada que perder”.
Elordi comentaba que salió a la semifinal con las ideas muy claras, y que eso a la larga ha resultado determinante. “Llevo en la pelota de máximo nivel un año, pero antes he estado en situaciones de todo tipo y estoy curtido en partidos difíciles y momentos complicados”, comentaba ayer el vizcaíno de Aspe. “Tenía las ideas claras y creo que he sabido jugar con tranquilidad”.
La viva cara de la frustración por la ocasión perdida era la del riojano Darío. El de Ezcaray se vio superado por un rival que supo jugarle y sacarle del partido.
“Para cuando he intentado reaccionar ya era demasiado tarde, porque me he pasado mucho tiempo volviéndome loco en cómo evitar su juego en vez de empeñarme en hacer el mío. He jugado muy precipitado, solo al final, cuando ya lo tenía casi imposible es cuando he disfrutado”, comentaba.