El Labrit, que volverá a llenarse, acogerá este sábado 18 de marzo
un partido con premio gordo: segunda victoria en la liguilla y poner un pie en la final del 2 de abril. Sus protagonistas, los ganadores de la primera jornada. De un laso,
Elordi-Zabaleta, los superfavoritos desde el primer día, que ganaron 22-14 a
Peña-Mariezkurrena en un partido muy sólido. De otro,
Laso-Imaz, que llevan tres semanas sobreviviendo a base de remontadas, y la semana pasada se llevaron por la mínima el partido de los 866 pelotazos y los calambres de Tolosa. Dos trayectorias y momentos de juego bien diferentes.
Jueguen contra quien jueguen, Elordi y Zabaleta son como un martillo pilón. La derecha del de Etxarren golpea y golpea hasta machacar a los rivales y abrir huecos en el frontón. Es un golpeo vertical, machacón, al que le acompaña el buen momento de juego, el golpe, la defensa y la capacidad de apuntillar de Aitor Elordi. Una probatina que ha venido para quedarse en el Parejas.
El dinero saldrá doble a sencillo por ellos esta tarde en La Bombonera. En las dos referencias contra Laso-Imaz han ganado los partidos con solvencia: 22-8 y 22-11.
Lo tenemos muy difícil, pero les trataremos de enredar como sea. En el Labrit se puede. Unai Laso. Delantero de Baiko.
Tenemos que jugar como pareja. Así es como más lejos hemos llegado.
José Javier Zabaleta. Zaguero de Aspe.
Unai Laso y Ander Imaz, que vienen de un 22-21 que fue un palizón de partido de hora y 40, saben que tienen que sorprender a los de Aspe de alguna manera. “Intentaremos enredarles”, comentaba Laso el día de la elección. Enredarles supone intentar romper el juego vertical de Aspe con diagonales, ir a la contra, sorprenderles de alguna manera. Ante el golpe del martillo pilón, la estocada del florete. Una labor nada sencilla, que pasa antes que nada por hacer bien lo propio y minimizar errores. En los dos últimos partidos Laso-Imaz han tenido que remontar. “¿Evitar a Unai? No, habrá momentos para atacar a Unai y otros que evitarle”, decía Zabaleta.