Osasuna Femenino
María Blanco, la mala fortuna de un corazón rojillo
La futbolista jugó en Osasuna y Athletic, pero no tiene dudas de sus preferencias. Ahora se recupera de su tercera grave lesión de rodilla

Publicado el 08/03/2023 a las 06:00
Desde que el infortunio comenzó a darle la espalda cuando sólo tenía 16 años, María Blanco Armendáriz (Pamplona, 15-8-99) ha peleado con fuerza por volver a engancharse al tren del fútbol, pero hace unas semanas regresó a ella en forma de su tercera lesión grave de rodilla en apenas 5 años. La jugadora navarra se recupera ya de la intervención quirúrgica a la que fue sometida el pasado 22 de febrero y no piensa demasiado en el futuro. En lo que sí tiene puesta la mirada es en el partido entre Osasuna y Athletic, dos de sus exequipos, que se enfrentan mañana en Tajonar, y ella no faltará en la grada animando al que ocupa su corazón: el que viste de rojo.
¿Qué le ha pasado en esta ocasión?
Me he lesionado el cartílago y el menisco, que es igual de grave que las otras dos. Fue en Torrelodones, en cuanto ocurrió la acción, ya lo sabía. Intenté correr pero me bloqueé. Me cambiaron, me eché a llorar. Tenía la misma sensación que las otras veces. Además, tenía que volver de Madrid a Santander en autobús, no estaban mis padres, no estaba nadie. Menos mal que tengo a Nerea Valeriano excompañera en Osasuna, que no se despegó de mí ni un segundo. Eso me tranquilizó.
¿Cuándo le dicen qué tiene?
Me lesioné un sábado, el jueves mi hice una resonancia y el viernes siguiente me dijo mi preparador físico que me tenía que operar. Estaba en una cafetería y me quedé bloqueada, no sabía ni dónde ir. El Racing se ha portado súper bien y volví a Pamplona porque no podía pasar este trago sola. Por lo menos aquí estaba con mi familia y mis amigas.
¿Cómo fue la operación?
Bien, aunque entras andando y sales como sales. Y sabes que en dos meses no vas a poder hacer nada. Dependes mucho de la gente. Voy en muletas, no puedo pasear, salir... ni jugar al fútbol, que es lo peor.
Cuando le pasan tantas desgracias seguidas, ¿se hace fuerte o no puede más?
Estoy de prácticas en Osasuna B y te das cuenta que lo echas de menos. Es la tercera vez y piensas que las expectativas que tienes en la cabeza son cada vez más inalcanzables -se emociona-. No creo que sea pesimista, lo llevo lo mejor posible, pero es duro saber que hay cosas que no van a volver a pasar. Además, en el Racing estaba disfrutando de nuevo. Tenía esperanzas de jugar al fútbol a mi mejor nivel y quizá volver aquí.
¿Le han dado plazos?
El médico me dijo el otro día que entre 7 y 8 meses sin fútbol. Pero no tengo prisa, necesito recuperarme bien físicamente. Si me paro a pensar, es duro que en un segundo con 16 años me cambió tanto la vida, pero tengo que aprender a convivir con ello y saber que todo lo que imaginaba en el fútbol lo he cumplido, sobre todo el año pasado, cuando jugué en El Sadar, que era la espinita que me quedaba, aunque sólo jugué 5 minutos. Cuando vengo, como el lunes que vi el Osasuna-Celta, me remueve cosas.
El pequeño consuelo de estar en Pamplona es que va a poder ver el partido entre Osasuna y Athletic, sus dos exequipos.
Aunque me haya ido de Osasuna, me siento parte de este equipo de una u otra forma. Es un partido que marca un antes y un después en la sección femenina del club. Me haría mucha ilusión jugarlo -sonríe-. Iré el jueves como hago todos los fines de semana, que hay que apoyarlas también en la Liga.
¿Cómo ve el partido? ¿Cree que se están igualando las fuerzas?
El Athletic es un club que ha crecido mucho. Las jugadoras tienen mucho potencial e Iraia está haciendo debutar a muchas jugadoras jóvenes que lo están haciendo muy bien. Osasuna les va a jugar de tú a tú y no va a haber un resultado abultado. Mis compañeras lo van a dar todo.
¿Qué tiene que hacer Osasuna este jueves?
Tiene que sacar la garra, el esfuerzo y los valores que ha defendido siempre tanto en el masculino como en el femenino. Que haya mucha intensidad y no dejar de luchar hasta el final.