Copa del Rey
Una primera vez diferente para un alicantino y una navarra: "Papá, me tienes que llevar a El Sadar por favor"
La Copa del Rey dejará historias de todo tipo. El alicantino Alberto Deltell debutará en El Sadar para cumplir un sueño. Por su parte, la navarra Ángela Andueza, socia “desde infantil” seguirá el histórico encuentro desde Falun, una localidad sueca

Actualizado el 01/03/2023 a las 07:53
Alberto Deltell recorrerá más de 600 kilómetros para estrenarse este miércoles por la noche en El Sadar. Su primer partido en el feudo navarro será una histórica semifinal de la Copa del Rey ante el Athletic. Este vecino de Elda de 25 años está “viviendo un sueño” por una historia rocambolesca. “Me espero algo brutal. Tengo las expectativas altas y sé que no se me van a romper”, confiesa este joven alicantino.
También vivirá una primera vez la navarra Ángela Andueza. Socia de Osasuna “desde infantil”, lamenta perderse este duelo. Fiel en El Sadar y en muchos desplazamientos, esta vez le toca apoyar al equipo de su vida desde Falun, una localidad sueca a escasos kilómetros del Ártico. “Los cuartos de final ante el Sevilla los vi en el suelo de un aeropuerto. No me quiero ni imaginar cómo viviré este partido”, relata la uhartearra de 21 años que está cursando un Programa Internacional de ADE y Derecho. Su bufanda y camiseta rojilla no faltó en la maleta que hizo a principios de año.
Alberto y Ángela, dos osasunistas que se enfrentarán a una primera vez, pero bien diferente. Eso sí desde El Sadar o Suecia vibrarán con Osasuna.

Beto: "Papá, me tienes que llevar a El Sadar por favor"
El romance de Alberto Deltell (Elda, 1998) con Osasuna es un tanto curioso. Este alicantino no tiene familiares navarros, pero su pasión por el equipo rojillo bien la podría firmar cualquier pamplonés de pura cepa. “Quedé con mis amigos, que eran muy futboleros. A mí no me gustaba mucho hasta que les propuse una cosa. Voy a ser del equipo que juegue de local en el primer bar que pasemos. Miré a la televisión y estaban echando un Osasuna-Málaga. A lo primero fue casi de postureo, pero todo cambió cuando les vi en Albacete. Perdimos 2-0. Mi pasión por los rojillos aumentaba. Incluso me hice un tatuaje en la muñeca derecha. En los últimos cinco años no me he perdido ningún partido”, narra este joven de 24 años.
En los cuartos de final, pese a estar en Valladolid por una concentración motera, sintonizó la televisión para vibrar con Osasuna. “Lo vi en el borde de una autocaravana. Me puse a llorar como un loco”, recuerda. Fue entonces cuando se sinceró ante su padre: “Papá, nunca te he pedido nada en la vida, pero me tienes que llevar por favor a Pamplona en las semifinales. No lo vi nada convencido hasta que un día me enseñó la pantalla de su móvil con la reserva del hotel. Se me paró el tiempo. No me lo podía creer”, relata el alicantino.
Las pulsaciones le aumentaron y comunicó la noticia a todos sus familiares y amigos. Le faltaba un último paso: conseguir entradas. Lector de este medio, Deltell sabía que el sábado a las 9.30 horas salían localidades. Había que estar listos. “Aunque no hubiera podido entrar ya era feliz solo con tocar las paredes del estadio por fuera. Escribí un tuit días antes y recibí un montón de ánimo por parte de los aficionados. Tengo que decir que, en los partidos de visitante, el club se ha portado muy bien conmigo. Me han facilitado entradas para Elche o Valencia. Ya saben mi historia. Esto no lo encuentras en ninguna otra entidad”, incide.
Por fin, Beto y su padre lograron una entrada. “Me espero algo brutal. No puedo ni visualizar. Tengo las expectativas altas y sé que no se van a romper”, concluye ilusionado.

Andueza: "Veré el partido sola en la residencia"
Acostumbrada a ocupar su butaca en Gol Norte, la socia Ángela Andueza (Huarte, 2001) vivirá una experiencia insólita este miércoles. Echará de menos la caldera de El Sadar y seguirá el duelo desde la fría Suecia. Esta joven estudiante del Programa Internacional de ADE y Derecho no pudo cumplir su deseo. “Desde que empezó la temporada y, al ver que íbamos tan bien en la Copa, siempre decía que si llegábamos a semifinales iba a aparecer en el estadio por sorpresa, pero no podrá ser. Al cambiar las fechas, los vuelos eran demasiado caros y tenía que hacer escalas”, se lamenta desde la localidad de Falun con temperaturas gélidas.
El Erasmus le ha llevado unos meses a esta región nórdica que se encuentra a pocos kilómetros del Ártico. “Tengo clases presenciales cada dos semanas y el resto son online. Me despierto con la luz porque no hay persianas y trato de seguir una rutina, más allá de los estudios”, narra la vecina de Huarte de 21 años.
A pesar de la distancia, como buena rojilla ha intentado ver todos los partidos que ha podido. “He sufrido mucho con los de la Copa. El del Betis, como iba con retraso, apagué el móvil para que no me llegaran notificaciones. Lo pasé muy mal yo sola en la residencia donde estoy. El del Sevilla lo vi en un aeropuerto en el suelo. Tuve que bajarme varias aplicaciones para poder ver La 1. Después del partido mi madre me hizo una videollamada desde El Sadar. Qué envidia me dio ver el campo así”, recuerda emocionada.
Andueza seguirá el histórico encuentro de este miércoles desde su habitación: “Me fastidia que, después de tantos años de socia, me pierda unas semifinales en El Sadar. Me da miedo el Athletic porque no se nos suele dar muy bien ni en Pamplona ni en San Mamés, pero confío en mi equipo”.
Su vuelta a España está prevista para principios de junio pero... “si hay que hacer una locura y escaparme el día 6 a Sevilla lo intentaré”. Los sueños de Ángela son los de todo el osasunismo.