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El Forofillo

Hay Pelocho para rato

El majorero se marca en Pucela, de largo, el mejor partido de su temporada

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La reacción del Forofillo, tras el empate contra el Real MadridDiario de Navarra
Publicado el 12/02/2023 a las 20:57
Andan mis otros dos yo, el triste y el alegre, pelín moscas con el del medio por tanto empate y, sobre todo, lejos de Pamplona. Pero qué le vamos a hacer si la chavalería es incapaz de marcar un gol al arcoíris, juegue el cisne o juegue la gallinita ciega. Y es que nueva salida de Osasuna, nuevo empate. Y nuevamente contra un equipo de nuestra liga, de esos a los que hay que ganar sí o sí. Nada, que no hay manera. Aunque esta vez igual escuece menos el punto. ¿O no?
Los entendidillos dirán a los puntos que fue merecedor de la victoria el cuadro albivioleta. Bueno, pues ellos sabrán. El amigo Limeño saldrá contento ya que su Valladolid ha empatado contra su Osasuna. A los demás no nos ocurre lo mismo. Porque si bien es cierto los de Pacheta fueron superiores en la primera parte, con un Darwin Machís que desbordó a Moncayola por los siete costados, en la segunda tuvimos las nuestras.
Otra perogrullada en esto del fútbol dice que, cuando no se puede ganar, hay que saber no perder. Y Jagoba de amarrategi sabe un rato. Aunque insisto, a mi se me queda el choque de Valladolid como el del RCDE Stadium o el del Martínez Valero. Seis puntos al garete, que podían llevarnos ya a las puertas de la salvación. Hay que ser más valientes, cojona...
Lleva unas cuantas jornadas nuestro Osasuna pensando más en la Copa (o en la visita a El Sadar del Madriz) que en el día a día. Hace falta Cholismo, ganar un partido y al siguiente, lo mismo. Porque si no, se nos va el santo al cielo y no baja. No sumamos. De uno en uno se hace la cosa larga. Y el resto sí que suma. Porque empatar fuera, si a la siguiente se gana en casa, es buena media. Pero se empató en Elche y se cascó en Pamplona contra el Atlético. Se ha empatado en el Nuevo Zorrilla, y viene el Madrid...
Vamos a encarar la Jornada 22 y tenemos a la mitad de la plantilla asfixiada o tocada. David García vuelve de sanción, Unai tocado, Torró no aguanta más de una hora, sin Peña ni Vidal ni Aimar y teniendo que echar mano de la cantera, con la buena noticia del estreno de Iker Muñoz pero dejando pasar oportunidades, que recuerdo que son calvas.
De lo positivo que se puede rescatar del choque en tierras castellanas destaca el ricitos. Aridane se pegó un encuentro magistral, imperial, perfecto. Solo le faltó marcar gol, y a punto estuvo en un córner en el tramo final. Si marca lo regresan a Pamplona a hombros, entre todos. Qué nivelazo el demostrado por el canario. ¿Por qué ahora sí? Sabemos de lo que es capaz, si fuera un poco más regular, estaríamos aplaudiendo con las orejas.
El Pelocho cortó todo lo que le pasó cerca. Por arriba, por abajo, por los costados. Ayudó a Moncayola, huérfano de lateral, y a Manu Sánchez, muy lejos de su mejor versión. Hasta echó una mano a Juan Cruz nada más comenzar el partido tras un robo infantil al central que quiso aprovechar Sergio León. Menos mal que el majorero estuvo al quite. Hasta sacó un gol cuando Machís superó a Aitor en el primer tiempo, con una sutil picadita.
El Valladolid nos noqueó en los primeros 45 minutos. Mejor dicho, del 15 al 45. Machís campó a sus anchas y, cuando no lo hacía el venezolano, en la banda contraria Plata encontraba oro. Aitor se retiraba al descanso con los guantes más calientes que la caja de la exposición de los dinosaurios en Baluarte (vaya fiasco) y Osasuna no sabía de qué color vestía Masip, un espectador en la primera entrega.
La segunda comenzó con tónica similar, hasta que Jagoba movió banco y metió de una tacada a Rubén García, Kike Garcíu y Darko para sacar a un inoperante (y carísimo) Budimir, a un voluntarioso Pablo Ibáñez y a un mosqueadísimo Kike Barja, que en la primera hizo lo poco en ataque que se puede señalar.
Osasuna dio ese paso al frente y llegaron las ocasiones. El Chimy disparó al palo, Moncayola lo rozó, Kike tuvo un par, Darko casi marca al final con una contra a la que le faltó un empalme más poderoso del mismo serbio. Mientras Larin, la sensación de Pucela, intentaba obrar otro milagro pero la que tuvo la sacó despejada, cuando lo fácil era empujar a gol.
Aridane seguía a lo suyo, un recital que deberán empezar a poner en las escuelas de fútbol de LaLiga para los que de mayores quieran ser centrales. Y el tiempo se iba discurriendo entre la lección magistral del Pelocho, la falta de puntería de los de Pacheta y el conformismo de un Osasuna que, insisto, piensa en la Copa más que en la Liga. Con 30 puntos en la jornada 21 igual es lo normal...
Viene el Madriz. Viene el supercampeón del super invento ese del Mundialito, que si lo gana el conjunto merengue cobra una relevancia brutal y, si lo pierde, nadie dice ni Pamplona. Y precisamente vienen a la capital navarra. En la otra capital empatamos, pese al robo del gol suyo que no debió de subir al marcador. Podemos meterles mano, aunque claro, seguro que más de uno de la Famiglia tirará del manido "no es nuestra Liga". Oigan, no será la suya, pero la nuestra sí. Así que a por los blancos, que El Sadar sea un fortín, que las cavernas mediáticas recuperen a Buyo, el tornillo, las sanciones, el "feo y tú más" de Guti, Beckham y Pablo García. Nosotros a lo nuestro. A recuperar a la gente, a preparar el partido, a ganar y luego... A por la Copa.
¡Hasta la muerte, Forofillo hasta la muerte!
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