FÚTBOL
El emotivo reencuentro de Valdo con la hermana Marina
El ex de Osasuna, que juega en el Izarra, visitó en Salamanca a la monja que le ayudó a ser futbolista

Actualizado el 27/12/2019 a las 08:46
"Uy pero si es Valdo. Qué jaleo es este", afirma Marina, una monja de la congregación las Esclavas que vive actualmente en una residencia en Salamanca. Marina tiene 85 años y un vínculo muy cercano con el exjugador de Osasuna, ahora en el Izarra. En la plaza del encuentro, los protagonistas de esta historia se volvieron a ver después de muchos años para recordar un momento del jugador cuando era futbolista del conjunto rojillo. Es una bonita historia llena de emoción que bien podría ser una película de Navidad.
Valdo defendió la zamarra de Osasuna durante cinco temporadas y anotó 21 goles en 136 partidos. Quizá uno de los tantos más emocionantes fue el que marcó en Son Moix el 20 de diciembre de 2004 donde los navarros vencieron 1-2 al Mallorca. “Me levanté orgulloso la camiseta y la enseñé. Era lo mínimo que podía hacer por todo lo que ella me dio. Desde pequeño, mi único plan era ser futbolista. No tenía un plan B. Y ella me ayudó a conseguirlo”, recuerda en un reportaje para El País Semanal. En aquella camiseta se podía leer "Gracias, hermana Marina", en honor a la monja que cuidó del futbolista cuando era menor de edad.
Marina se emociona al recordar cómo llegó el exrojillo a la Casa de Caridad de Cáritas en el municipio madrileño de Aravaca. "En la casa todos eran niños con dificultades de familia. El padre de Valdo, que era minero en León, aunque ellos venían de Cabo Verde, no podía hacerse cargo de él y su madre… igual. Así que yo me volqué con él, que entonces tendría unos 10 años y jugaba muy bien al fútbol. Era un niño pobre, no tenía nada, ni a nadie”.
Ambos recuerdan también las primeras patadas de Valdo como futbolista en un campo de fútbol que parecía más para cultivar hortalizas. "El campo tenía agujeros y todo era cuesta abajo. Encima, el entrenador que tenían era muy duro. Si jugaban blando, les gritaba: ‘¡Pero ¿tú que te crees, que eres una hija de la caridad?!". Sin embargo aquel técnico tenía un corazón muy grande. José Parra, tras un acuerdo con el padre de Valdo, se lo llevó a casa con sus hijos para introducirlo de verdad en el mundo del fútbol.
Así fue como Valdo fue quemando etapas hasta llegar a debutar con el Real Madrid en 2002. Después pasó por Osasuna, Levante, Málaga, Espanyol... hasta recalar en dos equipos navarros como la Peña Sport de Tafalla y el Izarra de Estella. El futbolista, con contrato en el club izarrista hasta 2020, confiesa que quiere retirarse en el Pozuelo, donde empezó como futbolista.
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