Osasuna
Fran Mérida, cal y arena
Participó en el primer gol, marcó el segundo y se autoexpulsó para varios partidos
Actualizada 21/10/2017 a las 06:00
Osasuna entró ayer al trapo de lo emocional, de las pasiones, del instinto. Un terreno en el que todo lo que sucede es muy intenso, muy vibrante, muy emocionante. Pero no es Osasuna. O no es al menos ese Osasuna al que nos habíamos acostumbrado en las últimas semanas, capaz de dominar los partidos y trasmitir una sensación de control incluso por debajo en el marcador, como ocurrió en La Romareda la semana pasada.
Justo en el momento en el que Mérida había encontrado su sitio y el reconocimien
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