Rodrigo Jiménez, fotógrafo navarro: "El Mundial es un parque de atracciones para los fotógrafos"

Estudió Arquitectura, pero su pasión era la fotografía. Rodrigo Jiménez (Castejón, 1989) cubrió hace siete años un Mirandés-Osasuna de la Copa del Rey. Ahora está en el Mundial de Catar como enviado especial de la agencia EFE y cumpliendo un sueño que se ha hecho realidad a base de “trabajo, ilusión y ganas”. ¿Cuál es su primera impresión? Es un país muy artificial. Es muy nuevo todo. Se nota que hay dinero, pero se nota que es un páramo. Parece las Bardenas. Han construido unas ciudades de la absoluta nada. En el momento que acaba una urbanización nueva, hay un descampado enorme. No ves nada a lo lejos. Hay mucha pirotecnia y espectáculos de fuegos artificiales. El skyline de Doha es espectacular. Salen las fotos solas. Esto es un parque de atracciones para los fotógrafos. ¿Cuánto de real es la imagen que nos llega a España? Depende. Estuve en el partido inaugural y, en el descanso, se había ido el 70% de la gente. Había mucha afición de Ecuador pero eran, como mucho, una quinta parte del estadio. Hicieron una especie de grada de animación para los de Catar, pero muy artificial. En el partido de Argentina fue diferente. Se veía más afición albiceleste. Se proyecta también una idea de un país con muchas normas. Antes de venir nos avisaron que había muchas normas. Por ejemplo, que no se podía ir en pantalón corto o que estaban mal vistas las muestras de afecto. El tema del alcohol, también. Era difícil tener acceso a él. Es cierto que se nota que es un país con unas normas estrictas, pero ves a gente abrazada por la calle o bailando. La mayoría de personas son de países cercanos como la India o Bangladesh que trabajan aquí. Pero yo no he visto ninguna cosa fuera de lo normal. He ido con pantalón corto y no me han dicho nada. He visto a chicas occidentales con camisetas de tirantes y no pasa nada. Eso en la zona turística, quizá si te metes en la ciudad al uso será diferente. ¿Ha tenido algún problema con la gente local por sacar fotos? Nosotros tenemos una acreditación de prensa y otra para poder grabar donde quisiéramos menos en edificios oficiales. A mí no me han puesto ninguna pega. Se hizo algún vídeo viral por desconocimiento de los propios policías. Han hecho una especie de paréntesis durante el Mundial y son más permisivos. Cuando acabe veremos a ver. Estaría bien volver en dos meses para ver la diferencia. ¿Cómo son las instalaciones y la circulación dentro de la ciudad? Hay tres líneas de metro que recorren Doha. La FIFA tiene todo muy bien conectado. También hay autobuses que te llevan desde el centro de prensa a los estadios o las zonas de entrenamiento. Todas las selecciones se encuentran cerca, menos Alemania que está a unos 100 kilómetros. El día de la inauguración llegamos tarde por el atasco. Hay una carretera de acceso y había un caos monumental. La gente conduce muy mal. Se desplazan en todoterrenos enormes y se cruzan de carril porque la policía lo permite. Hablando de su trabajo, ¿qué se llevó de material? Tengo una mochila y una maleta fotográfica donde llevo todo el equipo. Trabajo con cuatro cámaras. Una la pongo detrás de la portería para las fotos que sale la red. Es una cámara remoto que dispara y se manda directamente al editor. Encima llevo tres cámaras. Una con un teleobjetivo grande para la larga distancia, otra con uno medio y otra con un gran angular por si se acercan mucho. Tenemos los puestos asignados. Sacas el día de antes un tíquet, buscas la silla y te sientas. Ahí tienes un enchufe y dos cables de red. ¿Cuántas fotos sacó del Argentina-Arabia Saudí? Entre las cuatro cámaras unas 8.000 fotos, pero solo transmití alrededor de 150 o 200. Nosotros no editamos, le doy al botón y se manda al editor que está en remoto. Depende de la hora estará en un país o en otro. ¿Cómo se organizan? Llegamos ocho fotógrafos de EFE y cada uno tiene asignada una selección latina. Argentina, Brasil y España son prioridad 1. Ahí vamos cuatro fotógrafos. Cada uno se coloca en un córner. México, Uruguay, Costa Rica y Ecuador son prioridad 2. Nos ponemos dos en el césped y uno en la grada. ¿Se cree que está cubriendo un Mundial? Hace siete meses me lo dijeron. Tardé mucho en asimilarlo, de hecho, todavía no lo asimilo bien. Es una sensación rara porque es tu día a día, pero estás en otro país rodeado de fotógrafos internacionales muy conocidos. Algunos ya te conocen y te sientes integrado en ese mundillo. Hace siete años cubrí mi primer partido importante. Fue un Mirandés-Osasuna de la Copa del Rey. Echo la vista atrás y no me lo creo. Para mí es una recompensa al esfuerzo, ganas e ilusión. Me dijeron que la profesión estaba muerta, pero a mí me gustaba y aquí estoy.

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De su Castejón natal a Doha, la capital de Catar. Del coqueto estadio de Anduva al moderno coliseo Lusail para cubrir un histórico Argentina-Arabia

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